7. Resignación.

281 24 0
                                    

- ¿Ser o no ser? -Imitó Peter a la profesora de Literatura  -He ahí el dilema..

-Señor White... -Gritó la profesora -¿Quiere usted seguir? -Preguntó, mientras una sonrisa alumbraba ya su arrugado rostro. 

-No gracias, usted lo hace mucho mejor -Respondió mientras se encogía en su asiento. 

-¿Seguro? -Volvió a preguntar, pero esta vez apoyándose en su escritorio.

-Muy seguro. Usted puede inspirar a muchas personas -Dijo tratando que una risa no se le escapara.

-Está bien -Dijo volviendo a recitar el discurso de  Hamlet -¿Qué es mejor para el alma, sufrir insultos de fortuna, golpes, dardos, o levantarse en armas contra el océano del mal, y oponerse a él y que así cesen? Morir, dormir... -Dijo colocándose una mano en la frente - Nada más; y decir así que con un sueño damos fin a las llagas del corazón y a todos los males, herencia de la carne, y decir: ven, consumición, yo te deseo. Morir, dormir, dormir... ¡Soñar acaso! ¡Qué difícil! Pues en el sueño de la muerte  ¿Qué sueños sobrevendrán cuando despojados de ataduras mortales encontremos la paz? He ahí la razón por la que tan longeva lleva a ser la desgracia...

No escuché más por un simple razón que lleva a la felicidad: sonó la campana.

Miré a mi derecha que era en dónde siempre se sentaba Peter y me reí por lo que vi. Siempre se dormía, razón por la que Sebastián siempre le rayaba la cara con Sharpie, ni siquiera con marcador borrable. Me incliné un poco para adelanté para leer bien lo que decía el mensaje que le había escrito "Ven y cómeme" Decía con marcador rojo claro. 

-Chicos, jóvenes, esperen -Gritó la profesora Rosa cuando vio que todos estaban saliendo del aula -Para mañana quiero que se lo aprendan, lo preguntaré así que mejor léanlo -Exigió cogiendo sus libros del escritorio.

Cuando el salón estuvo vacío Alex le dio una sacudida a Peter para que se levantara, lo que provocó que este diera un puñetazo que le acertó a Sebastián, el cual estaba demasiado cerca de su cara. 

-Karma-Le dije; mientras sonreía. No creía en eso, pero me encantaba hacerlo enojar.

-Cállate idiota -Gruñó Sebastián generando que una risa burlona se escapara de los labios de Alex.

-Maldición -Susurró Peter lo suficientemente alto como para poderlo escuchar -Sebastián mas te vale que no hicieras lo que creo que me hiciste -Gritó está vez tan alto que estaba seguro que las personas que estaban afuera lograron oírlo.  

La semana se ha ido tan rápido que estoy empezando a pensar que tengo que hacer algo más por mi vida. Hoy era miércoles, por lo que me tenía que quedar en el colegio, ya que el lunes me metí en problemas por ayudar a Alex con una chica. Las mujeres solo te traen problemas era lo que siempre le decía, pero él como cabezota siempre me decía: ella es diferente. Aquella oración la había escuchado demasiadas veces, sabía como terminaba, por lo que a veces apostaba con Peter del porque la dejaría. Sé que no esta bien, es decir, era como echarle sal cuando él solo quería estar en una relación seria, pero era algo inevitable, además, Peter a veces puede ser un poco persuasivo, aunque yo tampoco es que me quejara mucho, ya se estaba siendo tan obvio que hasta creo que Alex se está cansando.

-¿Tú que dices, lo hago o no? -Pregunto Sebastián mirándome; mientras le daba un mordisco a su sándwich.

-¿Qué cosa? -Repliqué viendo como Peter se echaba a reír.

-Te dije que estaba en las nubes -Comentó mientras me guiñaba en ojo -¿Es por una chica, cierto? -Preguntó sonriendo.

-¿Qué si puedo salir con tu hermana? -Me miró tan atento que estaba seguro que dentro de él pasaba de todo, menos paz. Se le notaba en los ojos.

Encontrarte es mi anhelo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora