Capítulo 7. - Una vida normal

12.1K 535 15
                                    

La alarma comenzó a sonar a todo volumen como loca desquiciada por toda mi habitación, tomé una almohada y me la puse en la cara, mientras ahogaba un grito.

¿Qué no  se supone que había destruido ese maldito artefacto que más odio en las mañanas?

–¡DESPIERTA!– escuché el escandaloso grito del aborto de mono o mejor conocido como mi hermano, entrando a mi habitación. ¿Para qué demonios mi madre me compra una alarma si tengo suficiente con su mocoso?

–¡ESTOY DESPIERTA!– exclamé levantándome rápidamente de la cama asustada y como era de esperarse mi cuerpo impacto en el suelo, pero no fue tan fuerte el golpe ya que las cobijas me protegieron.

–¡IMBÉCIL!- digo muy molesta removiéndome entre las cobijas hasta que logre salir de ellas y escupiendo todo el cabello que había entrado a mi boca. No es respeto despertar a una chica cuando esta durmiendo plácidamente.

–¡Se te hace tarde cara de Turipache!– Exclamó, me llevé las manos a mi rostro frustrada– Recuerda que tienes que irte caminado, hoy pasaré por unas nenas.– Dijo con una sonrisa de demonio poseído y temí por la vida de aquellas plastizorras.

-¡No me llames así, Golum!- exclamé furiosa.– Además, nunca me llevas al instituto. Siempre prefieres a tus plastizorras que a tu preciosa hermana con la cual compartiste el vientre de la señora Amelia Hodson.– reproché cruzándome de brazos.

–Nada te gusta, al menos agradece que te levanté, inútil.–Lo fulminé con la mirada y le mostré mi dedo mayor.

–Maldición, deja de llamarme así ¿Quieres?– bufe levantándome del suelo, enrrollandome en las cobijas y tirándome de nuevo a la cama.

–Vuelvo en unos minutos, si no estas en el baño, juro que te arrastro por toda la ciudad–amenazó y sonreí maliciosa recordado la carta de mamá que dejó anoche.

–Estoy a cargo–Digo felizmente y me acomodo en mi precioso pedestal.

–Mierda- susurró- ¡Ahg! Aún así. Yo nací cinco minutos antes que tú,  soy el mayor.  Por lo tanto debes obedecerme, ahora vete a bañar.–bufó y salió de la habitación. Rodé los ojos.

Querida cama, si me caso contigo prometo serte fiel hasta el fin de mi existencia, amarte y respetarte ante todo y cuidarte, solo nunca te separes de mí, por favor.

–¡AHHH!- Solté un grito al sentir las manos de Andrew en mis pies jalándome de mi esposo, digo la cama. Y nuevamente mi cuerpo impacto al suelo.

–¡Ahora!– exclamó y mis ganas de matarlo se volvían cada vez más grandes– Te prometo que hoy te llevaré y no pasaré por mis chicas. Hoy se me antoja pasar tiempo de caridad con mi bella hermanita.

–Tiempo de caridad con tu hermana, jodido imbécil, deberían premiarme como la mejor hermana, suficiente tuve con compartir el mismo vientre con un animal como tú.-bufé frustrada. –Espera ¿Llevarme? ¿Tu? ¿Y sin tus chicas? ¿Ya es navidad?

–Solo mueve tu gordo trasero y báñate–gritó caminando hacia su habitación.

Me levante del suelo lentamente, camine hacia el cuarto de baño, cerré la puerta, recargue mi espalda en ella.  Me pegué la frente al recordar que no he soltado mis cobijas, Abrí la puerta de nuevo, camine hacia mi cama, me aventé en ella, rodé por toda esta para que mis cobijas se acomodaran,me levante de nuevo, entre al cuarto de baño y me di una larga ducha.

(.....)

–Toma –Andrew me entregó mi almuerzo de forma educada y sin reproches. Analicé cada movimiento de mi gemelo,estaba muy callado, nuestras mañanas son de insultos y guerras de comida.

Mi Apuesta Favorita (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora