Capítulo 36

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-Hola Meredith- saludé ella correspondió y sonrió.- Lo de siempre.-asintió y comenzó a preparar nuestras bebidas.
Sam y yo caminamos hacia la pequeña tarima que se encontraba en una esquina de la cafetería. Subimos, colocamos nuestros asientos y nos acomodamos.

–Buenas tardes a todos.- hablé mediante el pequeño micrófono y todos nos voltearon a vernos.–Esperamos que disfruten su estancia y de nuestra música.- todos aplaudieron y sonreí, Sam comenzó a probar su guitarra, mientras sacaba mi violín podía sentir una mirada penetrante en mi, haciéndome sentir escalofríos y logrando que mi piel se hiciera chinita. Finalmente alcé la mirada y lo vi, vi a la razón de ese sentimiento que tenía en mi dejándome totalmente perpleja. 

Darren estaba parado enfrente de nosotros, viéndome directamente a los ojos, sentí un enorme hueco en mi estómago, mis manos comenzaron a temblar, y lagrimas amenazaban con salir después de mucho tiempo.

¿Qué demonios hace él aquí?

–¿Rachel? ¿Estas lista?- murmuró Sam sacándome de mi trance, voltee a verlo y asentí. La música comienza a sonar y comienzo a cantar con una voz casi inaudible.

–Tengo días pensado en ti y no logro entender por qué fuiste tan cruel. No tenía motivos para sospechar, todos apuntaban y yo no quise mirar.–

–Era tanta ironía, realidad confundida, no sé, mis ojos no podían ver.  No es fácil olvidar el ayer, pero debo dejar, el recuerdo y sanar.  Ya respuestas no quiero encontrar, de mi quiero arrancar todas las preguntas. Que me duelen, que me hieren, que me duelen. Oh no.
Sigo tratando de descifrar todas las mentiras que aún me hacen llorar.–

–Fue mucho tiempo que me hiciste creer que después de la noche, podía amanecer, Y pasaron los días y ya no amanecía por que mis ojos no querían ver. No es fácil olvidar el ayer, pero debo dejar el recuerdo y sanar.–

–Ya respuestas no quiero encontrar, de mi quiero arrancar todas las preguntas...
No es fácil olvidar el ayer, pero debo dejar el recuerdo y sanar.
Ya respuestas no quiero encontrar, de mi quiero arrancar todas las preguntas, que me duelen, que me hieren, que me duelen. Oh no.–

Todos aplaudieron. Una lagrima rodó por mi mejilla, lo miré y el tenia la cabeza abajo. Limpie rápidamente la lagrima y tomé mis cosas.

Sam tenemos que irnos– susurré comenzando a recoger mis cosas, el frunció el ceño.

¿Por qué? Apenas es la primera canción– preguntó confundido mientras trataba detenerme tomando mi brazo..

–No me siento bien.–me levanté de la silla, Sam hizo lo mismo y salimos de ahí.

–Rachel– Paré en seco al escucharlo pronunciar mi nombre, su voz, esa voz que siempre alegraba mis días. Voltee lentamente a verlo, ahí estaba parado, estábamos cara a cara, después de todo el sufrimiento y dolor que tanto me había costado superar.

–Darren–susurré, él me miró directamente a los ojos, podía ver como ellos reflejaban cansancio, tristeza y muchos sentimientos encontrados. Me quedé sin aliento, tanto tiempo sin ver esos ojos que me tenían loca haciendo recobrar vida aquellos sentimientos que había reprimido totalmente

–¿Con que tu eres el idiota que le rompiste el corazón?– Espeta Sam acercándose a él pero puse una mano en su pecho tratando de detenerlo.

–No, Sam- murmuré, el me miró, tensó su mandíbula y sus manos se hicieron puños.- Basta, no vale la pena, fue hace mucho.– dije con una sonrisa para tranquilizarlo, suspiró y deshizo sus puños.

Mi Apuesta Favorita (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora