Mi Apuesta Favorita (editando)

Capítulo 2.- ¿Una apuesta?

-FLASHBACK-

Nos encontrábamos en un Bar después de salir de la fiesta en la casa de Vanessa, la noche aún era joven y con el alcohol corriendo en nuestras venas hacía pedirnos más y más bebidas.

–¡Darren!–exclamó Mark.–¿Una apuesta? Creo que es justo y necesario– Le siguió Jason mientras tomaba otro vaso llevándoselo directamente a sus labios.

–¡Venga! Ya se estaban tardando.- Asentí y me tomé por completo mi bebida.–Nada que Darren Wilde no pueda hacer.

–Es algo interesante, quizás algo fácil para ti, las chicas. Pero esta vez será algo diferente, esta vez es una apuesta un poco más extensa–hablo Mark y rodé los ojos desesperado.

-Ve al grano Mark.- refuñó Jason.

–Bien bien. Esta apuesta consiste en que tienes que enamorar a Rachel ¿La recuerdas? Va con nosotros en Química y Mate. La nerd de la clase–Habló y me atraganté con la cerveza. Abrí los ojos impresionado y miré a Jason y a Mark serio.

–¿Rachel? ¿Rachel Hodson?- Pregunté con mi voz entrecortada.

-Si Darren, Rachel ¿Acaso te da miedo?- Mark soltó una risa, trague saliva y reí nervioso.

-Pfff ¿Yo miedo a ese ratón de biblioteca? ¡Pan comido! Están hablando con Darren Wilde. Nadie se resiste a mi–Sonreí victorioso mientras mi corazón latía a más no poder.

-¡Perfecto!- festejó Mark.

-Bien, Bien ¿Y que se supone que gano?- pregunté.

- Te doy mi moto por 8 meses y yo te pago las entradas a los bares lo que resta del año.- mis ojos brillaron en ese momento y mi cuerpo a llenarse de adrenalina al imaginarme montado en esa moto a toda velocidad.–Si pierdes, nos pagarás las bebidas de las próximas salidas de lo que resta del año.–Sonrío divertido– Tienes dos meses.

–Solo porque tu motocicleta me tiene loco, trato hecho.

-FIN DE FLASHBACK-

-¿Entonces?-Cuestionó Jason. Y sentí un hueco en mi estómago y los nervios comenzaban a recorrer mi piel.

¿Qué demonios estoy haciendo? ¿Por qué ella? Diablos Darren, la vas a cagar. La vas a lastimar, acabarás con ella y terminarás perdiendo al amor de tu vida por tu estúpida popularidad.

-De acuerdo.- hablé antes de reaccionar y pensar bien.

Valió madres.

La campana anunció la entrada a clases y los chicos me miraron curiosos. Suspiré profundamente tratando de recuperar mi egocentrismo y mi autoestima.

–Comencemos– Sonreí pícaro y entre directo al maldito infierno.

Caminé hacia mi casillero, tomé mis cosas y me dirigí hacia mi salón de clases, vi mi horario y afortunadamente me tocaba con Rachel.

Entré al salón de clases y ahí estaba ella, tan linda como siempre, acomodando sus cosas en su mesa, mientras se acomodaba un mechón detrás de su oreja, se ve tan responsable y jodidamente hermosa.

Caminé hacia ella mientras sentía como iba en las nubes extasiado de tanta belleza.

–Hola preciosa- saludé, me senté junto a ella. Me miró extrañada y confundida. Y yo solo me derretía por dentro.

–¿Qué quieres Wilde?- refuñó y siguió ordenando sus cosas sin prestarme mucha atención.

–¿Ahora ya no puedo saludarte linda?, tranquila amor. Solo quiero pasar tiempo de caridad contigo- susurré, ella volteó a verme y mi corazón se hizo chiquito cuando nuestros ojos se conectaron. Mientras yo me derretía ella me lanzaba cuchillas con sus preciosos ojos miel.