Mi Apuesta Favorita (editando)

Capítulo 35

Un año después...

–Rachel es hora de ir a al instituto, es tarde.– dice mi madre tocando la puerta bufé, y quité las cobijas de mi rostro. –Si Rachel, arriba. Es hora de una ducha.– dice Andrew entrando a mi habitación.

Odio ir a la escuela de nuevo. Pero quería ser periodista.

Me levante de la cama y entré a la ducha.

-¡NO JODAS ANDREW! ¡ESTÁ FRÍA!- grite y salí rápidamente de la regadera. Andrew soltó una carcajada.

-Lo siento, me olvide de prender el calefactor.- salí del cuarto de baño mientras lo maldecía, tomé mi ropa y me vestí, tomé mi móvil, mi mochila y mi violín.

Salí de mi habitación y bajé.

–Hola Ma, hola Pa.–me acerqué a los dos y les di un beso en la mejilla.

-Hola mi amor.- saludo mi madre, me senté con ellos y comencé a devorar mi almuerzo.

(...)

–Hola Sam, cara de pan.–llegue detrás de él, le quite su gorra y me la puse.

- Hola enana.- besó mi mejilla saludándome. Ambos entramos al hacia la entrada de la universidad.

En estos años Sam se había convertido en mi mejor amigo, él sabe todo sobre mí y yo se todo sobre el. Gracias a él pude superar todo el dolor que me consumía. Es un gran chico y siempre nos apoyamos mutuamente. Él sabe todo lo que pasó con Darren y lo odia. en las cafeterías. Compartimos casi todo, menos las clases. Ya que él moría por la Ingeniería en Robótica mientas yo me la pasaba en la facultad de Periodismo.

–Hoy iremos a tocar ¿verdad?- pregunta al ver qué traía conmigo el violín, sonreí.

–Afirmativo, Camarada- sonrío y reí. Nos despedimos y cada uno se dirige a su facultad para iniciar el día de clases.

Es divertido estar con él, siempre sabe cómo hacerme reír.

Después de las largas clases, salimos del instituto, tomamos nuestras bicicletas y salimos con dirección a nuestras casas, hasta eso somos vecinos.

–Oye, hoy te toca invitar en Tim Hortons.–reí. Tim Hortons se había convertido en nuestro lugar desde el primer día que nos conocimos cuando le tire el café encima.– ¿También te quedarás a cenar hoy? Sabes que mi madre te ama y siempre prepara tus platillos favoritos.

–Rayos, ¡No se vale! Los animales te aman.- rodé los ojos tratando de no reír.–Obviamente, no podría rechazar las delicias de Mamá Amelia. 

-Flashback-

–Una apuesta.– Dice retándome divertido.

–Sam, sabes que odio las apuestas.–lo miré mal y tratando de evadir aquellos recuerdos que me volvían loca. .

–Andale, mira traje arroz, el que más consiga pajaritos gana un café de Tim .- levanté una ceja y asentí . Me dio un poco de arroz, aventé un poco al suelo del parque y algunas palomas de acercaban. Sam hizo lo mismo, pero ninguna se acercaba. Reí, tomé un poco más de arroz y más comenzaban a acercarse.

–No me quieren.- hizo un puchero.–¡Coman malditas– espetó aventando un poco de arroz a mis pájaros logrando espantarlas. Solté una carcajada.

-Me debes mi café.- sonreí victoriosa y él me miró mal.

-Fin de Flashback-