Mi Apuesta Favorita (editando)

Capítulo 18.

- ¡GRICH LEVÁNTATE!- grita Andrew. Mi hermoso despertar comienza con un chorro de agua impactando en mi rostro.

- ¡GRANDÍSIMO IDIOTA!- exclamé levantándome de la cama de golpe.- ¿Qué carajos te pasa? ¡Déjame dormir!- exclamé furiosa.

- Te veías tan linda durmiendo, es mi deber como buen hermano despertarte- comenzó a reír y yo deseaba asesinarlo en ese momento.

-¡Largo!- espeté señalando hacia fuera de mi habitación.

-Ush, que humorcito.– Tomé una almohada y se la aventé, pero el muy idiota la esquivó y salió corriendo de mi habitación. 

Bufé de nuevo logrando levantar los pequeños cabellos que tenía en mi rostro, miré hacia el buró y tomé mi celular viendo la hora.

Son las 5 de la mañana.

- ¡ANDREW HODSON ANDERSSON! ¡JURO QUE VOY A MATARTE!- grité furiosa levantándome de mi cama y corriendo con mi cuchillo imaginario hacia el.

-¡Te prepare tostadas de Nutella!- Gritó divertido desde su habitación.

(....)

–¡Rachel! ¡Ya llegaste!- gritó Sophie desde la entrada del instituto. Mientras yo terminaba de acomodar mi bicicleta.

–No, tonta. Ya me voy- espeté rodando los ojos, camine hacia Sophie y ella me fulminó con la mirada, colocó su brazo en mis hombros.

¿Qué? ¿A poco ser sarcástica es malo?

–¡Dios! Hoy vienes insoportable- dijo riendo, bufé y ella plantó un beso en mi mejilla y caminamos hacia la entrada del instituto.

Caminé hacia mi casillero y lo abrí para tomar mi libro de Química. Sophie cerró mi casillero de golpe y la miré confundida.

–¿Qué tienes?- cuestioné y ella solo me sonreía.

–No me has contando, niña. ¿Cómo vas con tu príncipe azul? - sonrió y guiñó el ojo.

–No es mi príncipe azul,  y nada ha pasado. Solo somos amigos- bufé y ella rió, nos dirigimos a nuestra clase.

–Pronto serán más que amigos, tenlo por seguro- dijo animadamente mientras  daba vueltas como loca por todo el pasillo.

–¿Por qué estás tan segura de eso?- pregunté, entramos al salón de clases y caminé hasta la última butaca a lado de la ventana, mi lugar de siempre y  ella justo a mi lado.

–Vamos, lo odiabas. Y no olvides que del odio al amor solo hay un paso. Deberías de saberlo, tú que te lees mucho– dice en tono burlón y rodé los ojos.

–Dios esto parece un maldito cliché. Ademas no quiero nada por ahora  Soph, después de lo de Taylor, no por ahora.–alcé los hombros y Sophie gruñó.

–Rachel, algún día tienes que vivir el amor de nuevo, no todos los hombres son iguales, dale una oportunidad, se feliz querida amiga.- dijo y la miré sin saber qué decir.

El salón comenzó a llenarse, el maestro entró y comenzó con la aburrida clase.

(...)