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Jin.

     El lugar era muy agradable y el olor de la comida se percibía hasta afuera del establecimiento, nos sentamos en una de las mesas alejadas del ruido de la cocina y después de revisar minuciosamente la carta —de verdad que tardamos mucho—ordenamos nuestra comida.
Me sentía bien estando con Namjoon y su compañía era grata e incluso el momento era muy ameno... A excepción del camarero que no apartaba la vista de mí y cada cinco minutos me hacía sentir nervioso.

—¿Tienes que traer esa cosa siempre? —Se quejó cuando saque mi cámara y la deja a un lado de la mesa.

—Algún día agradecerás que la cargue a todas partes, tú solo espera.

Mi teléfono comenzó a timbrar como usualmente lo hacía pero esta vez un impulso de responder me llenó, ¿Por qué?

—¿No vas a atender?

Ni hoy ni nunca.

—Su orden está lista. —Gracias al cielo, salvado por la comida.

Aventé el teléfono al sofá y me dispuse a centrar toda mi atención en Namjoon y mi cena, de cualquier manera él me había invitado.

—Jin, ¿En dónde terminaste la escuela? Oh, ¿No deberías estar en la universidad?

No preguntes por favor.

—En Daegu... —Trate de sonar convencido.

—Cool, ¿entonces fuiste a la misma escuela que Yoon Gi? Él es de Daegu.

Yoon Gi, ese hombre es como mi puerta al infierno.
Cierto, aún tengo un asunto pendiente con él.

  —Dudo que nos hayamos conocido entonces.   

Namjoon comenzó a reír en cuanto comencé a comer y se acercó bastante a mi rostro con una servilleta.

—Eres igual a un pequeño conejo cuando comes pero no por eso no vas a limpiarte la boca. —Pasó la servilleta por la comisura de mis labios y no pude evitar retroceder un poco.

     Pasamos el resto de la cena conversando de cosas sin sentido y sin duda el hombre aprovechó para preguntar acerca de cualquier cosa que tenía curiosidad, comenzaba a preocuparme el precio de todo lo que habíamos consumido pero Namjoon no quiso aceptar que pagará lo mío.
Se levantó para ir al baño y yo observe contento la pequeña fotografía en mis manos.

Nuestra primera fotografía juntos.

—Disculpa —No, tú otra vez no— ¿Sería muy inoportuno si me dices tu nombre?

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—Disculpa —No, tú otra vez no— ¿Sería muy inoportuno si me dices tu nombre?

De nuevo el camarero.

—Creo que deberías estar atendiendo órdenes en lugar de molestar...

—¿Y si consigo que me lo digas? —Tomó mi brazo y comencé a sentir la fuerza que ejercía en el —Podría cancelar tu cuenta, ¿Qué dices?

—¿Tengo cara de limosnero o?

—Vamos solo estoy pidiendo tu maldito nombre...

Un ¿micrófono?

—Ya. —Jaló el brazo del chico y le dio un empujón, joder no, todo el restaurante mantenían sus ojos sobre esos dos. —No deberías entablar conversación con los comensales.

—No estoy hablando contigo cabello rosado.

—Lo lamento porque no viene solo y no voy a dejar que lo molestes.

     No lograba comprender el contexto de la situación en la que pronto me vi metido, el chico no tenía ninguna razón en seguir insistiendo, muchos menos de pelear con Namjoon. Soltó un largo suspiro y me entrego una servilleta.

—Seok Jin ¿no?  —Mis ojos se agrandaron. —Te mandan este recado.

     Me levanté de la mesa y tomé mis cosas junto con las de Namjoon y tire de su brazo ya que mis ojos pronto esperaban presenciar golpes y alboroto por todo el lugar.
Le lanzó una mirada de arriba de abajo al chico y lanzó los billetes a la mesa para después tomar mi brazo y guiarme hasta la salida.

—¿Acaso es tu novio o que? —Maldita sea a este tipo sí que le gusta el alboroto. Pude escuchar su risa burlona y luego Namjoon me tomo de la mano.

—¿Algún problema si lo es?


[...]

—¡Namjoon! ¿Acaso eres idiota? Solo tenías que dejarlo ahí y ya. —Me solté de su agarre y me quede de pie mirándolo atento.

Lo último que sentí fueron sus brazos rodeando mi cuerpo.

—¡Sí ya se y no lo menciones! Lo lamento ¿Contento? Ahora solo volvamos a casa, no te muevas de aquí iré por un taxi.

     Mi teléfono volvió a sonar y le reste atención por pensar en solo una cosa y esa era Namjoon abrazándome, sonreí torpemente y me golpee internamente por comportarme como una nena enamorada. ¿Qué estaba pasando? Seguí mirando el teléfono que timbraba en mi mano y me di cuenta de que si en verdad deseaba tener una vida tranquilo, primero tenía que alejarme de todo lo que me hiciera daño. Lancé el teléfono aún timbrando en el enorme contenedor de basura que estaba cerca, solté un gran suspiro y me deshice del anillo en mi mano.

—¡Seok Jin! ¿Qué crees que haces?—Se acercó a mí y sólo lo tomé de los hombros haciéndolo caminar lejos del lúgubre lugar.

—Nada, nada solo vámonos.

—Desechaste tu teléfono.—Asentí ligeramente mientras veía el vaho salir de sus labios. —No entres en pánico Seok Jin te compraré uno nuevo.

—Estas olvidando que tengo otro...

[...]

?

—No era mi intención armar tanto escándalo pero el hombre no me dijo absolutamente nada y menos después cuando llegó ese idiota de cabello rosa, pero su teléfono timbro cuando deje su orden sobre la mesa.

—Con eso tengo suficiente.

Lanzó un rollo de billetes al muchacho vestido de camarero.

—Largo.

Jugó con el micrófono que el muchacho le había entregado entre sus dedos y trató de aliviar su enojo acumulado.

Por esa razón no respondías el teléfono, Jin.

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P: ¿Desecharían su móvil igual que Jin? 😂
Es un loco lo sé, nos leemos pronto ✋🏻😌✨

You're Crazy  ▷ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora