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NamJoon

Frío, húmedo.

— ¡JIN!

— Tienes ropa que lavar, piso que limpiar y a un demonio que despertar, ¡Y tú! — Esta cabreado, tanto para vaciarme un vaso de agua helada — Namjoon, sigues durmiendo como un holgazán después de su teatrito de anoche.

     Salió de la habitación y cerró de un portazo.
Joder Jin, no sé en qué día vivo, tengo jaqueca y quieres que recuerde lo que pasó anoche...

¿Anoche?

— Min — Maldito. — Yoon — Enano de mierda. — Gi.

     Me levanté y de la cama y fue un gran reto mantenerme de pie sin caer, mire el suelo y observe toda la ropa que sin duda traía puesta el día de ayer. Abrí la puerta y me dirigí hasta la sala.

— Vaya vaya... — Quité la sabana que cubría aquel pequeño cuerpo. Jodete  Jin, hasta con este tipo fuiste más considerado. — ¿Cómo amaneciste Suga?

— Vete a la mierda... — Me dio un empujón y arrebató la sabana de mis manos volviéndose a cubrir.

Olía asqueroso cerca del baño... Ay no.

— Todo lo que necesitas está ahí así que apresúrate a limpiar. — Jin, su rostro estaba sereno pero su tono de voz decía algo totalmente diferente.

— ¿Qué pasó exactamente ayer? — Pregunté y el castaño solo me miró con rostro fastidiado.

— ¿De verdad quieres que te lo recuerde?

FLASHBACK

Jin

— Tantos canales y nada bueno que ver... Qué desperdicio.

     Lancé el control remoto lejos y me quedé inmóvil mirando aquella pantalla con una película que nunca, en mis veintidós años de vida me había enterado de su existencia.

     La madrugada es aburrida y larga cuando no estás fuera, sólo espero que ese RapMon y Suga se estén divirtiendo, digo al fin y al cabo no creo que el alcohol les haga tanto mal.

     Mi teléfono comenzó a sonar y solo lo deje pasar como últimamente lo había estado haciendo.

— ¿No te cansas? Cuando debías llamar nunca lo hiciste.

     Escuché un gran alboroto fuera del departamentos e inmediatamente apagué el televisor, revise la cámara que vigilaba la entrada y rodee los ojos.
     Tenía justo frente a un Namjoon con una gran sonrisa en el rostro y a un Suga que miraba a Namjoon juzgando cada parte de su miserable ser.

— Tengo sueño, dame una manta.

— Buenas noches a ti también Yoon Gi — Respondí sarcásticamente.

— Ya, soporte a este idiota todo el camino y sus palabras incoherentes, así que necesito una manta si no quieres que duerma en tu cuarto — Su dedo índice me dio un empujón en el pecho —, princesa.

     El de cabellos verduscos se despojó de su chaqueta y sus botas para luego acomodarse en el sofá, le entregue la manta y luego fui hasta el cuarto de Namjoon que hace unos minutos se caía de ebrio.

— ¿Debería tomarte una foto? — Presione el botón de mi pequeña cámara. — Creo que se verá bonita en un marco para la sala.

     Trate de quitarle su estorbosa chaqueta para que al menos pudiese dormir cómodo, pero me tomo del brazo y me jaló haciendo que cayera sobre él.

— Jin... — Paso sus dedos por mi cabello. Joder. — ¿Te he dicho que eres lindo?

— Bien se acabo. — Comencé a dar golpes en su mejilla pero no estaba logrando nada, no soltaba mi cabello. — Namjoon, despierta.

— Es malo tratar de desvestir a alguien en este estado. —Me separé y él se mantenía sonriendo.

Comenzó a quitarse la chaqueta y pantalón.
Pantalón...
Eso sí que no.

     Colocó una de sus manos en mi cintura y llevo la otro hasta mis mejillas.

— Me gustan tus labios... Jin. — Se acercó cada vez más a mi rostro.

— Apestas... — Y por mi parte solo recibió un fuerte golpe en el estómago.

     Luego se levanto como un rayo hasta el baño, ebrios, salí de la habitación y observe la asquerosa pero graciosa escena, muy bien Namjoon sácalo todo porqué ni sueñes que yo limpiaré eso mañana.


FIN FLASHBACK

Namjoon

— Yoon Gi y tú llegaron ebrios, él se fue a dormir y tú vomitaste, eso es todo.

— Todo es culpa del enano. — Y por si fuera poco el susodicho se levantó del sofá y se abalanzó sobre mí.

— Enano tu p...

— Annyeo... — A buena hora se les ocurrió a estos críos venir. Rápidamente Jungkook y Taehyung hicieron a un lado a Suga permitiendo que me pusiera de pie, él no sería capaz de golpearme y yo tampoco, pero su paciencia tiene un límite que yo me acostumbre a romper por diversión.

     Suga se soltó de los menores y respiró hondo para luego volver a sentarse en el sofá, Hoseok negó varias veces con la cabeza y los demás sólo permanecieron callados.

— Él empezó. — Nunca cambias Suga...

You're Crazy  ▷ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora