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Jin

     Salí temprano por la mañana a desayunar debido a la falta de recursos en mi casa y durante el trayecto decidí llamar a Namjoon solo3 para asegurarme que no había armado ya un caos pero pensé más en las palabras de Nate.

"Aquí encajas perfectamente y es tu lugar, si no dejaste nada importante en Corea entonces no tienes porque volver".

     Tenía razón, de una u otra forma si vine hasta aquí para arreglar mis asuntos entonces no tendría porqué volver, pero ¿Y Namjoon? Mencionó que la paga en su trabajo era mejor que antes por lo que puede pagar el alquiler solo.

     Guardé el teléfono nuevamente en mi bolsillo y decidí despejar mis pensamientos con una taza de café cuando escuché a una persona escupir un montón de malas palabras al chico del local, miré hasta ahí y entonces me di cuenta que el mundo era muy pequeño.

—Dame un café y un pastelillo por favor. —Recité en inglés y pagué la cuenta mientras esperaba la orden. —Hola Yoon Gi.

—Joder, ni muriendo me libro de idiotas. —Ambos nos sentamos en una mesa cerca de la playa mientras veía al de cabellos verdes degustar su café.

—¿Qué haces aquí?

—No te importa. —Querido y muy educado Yoon Gi ya extrañaba tu actitud. —Pero en fin dadas las circunstancias quiero aprovechar para decirte algo.

—¿Vas a tardar?

—No es mucho lo que tengo que decirte, no, para ser honesto no tengo nada que decirte. —Tomó su teléfono y lo colocó sobre la mesa para deslizarlo hasta mi lugar.

Problemas.

—Veintitrés años, hijo prodigio y aprendiz para ingresar a la armada, comprometido, ¿Quieres que siga?

     Me quedé perplejo en cuanto comencé a cambiar todas las fotos que me estaba mostrando, información que jamás creí que llegaría a sus manos.

—¿Cómo conseguiste esto? —Titubee y deje el teléfono sobre la mesa.

—No importa cómo —Azoto la taza de café sobre la mesa y unió sus manos mirándome fijamente. —, aquí lo único que importa es que eres un mentiroso.

—No es mi intención yo sol...

—Yo no soy estúpido como Namjoon  y en la cena de Navidad te lo advertí, no confío en ti.

     Sus malditos ojos me daban escalofríos, el tono de su voz, aquel día de Navidad, el regalo, maldita sea él lo sabía todo. Suspiré y relamí mis labios, me descubrió, en menos de lo que espere se enteró de todo.


—Ahórrate tus explicaciones porque no es a mí a quien debes dárselas, los idiotas te consideran parte de su círculo, Namjoon está viviendo contigo y ni siquiera sabe quién eres.

     Tomó su teléfono y dejó unos billetes en su lugar, se colocó la chaqueta y se acercó a mí peligrosamente, debía cerrarle la boca.

—Si llegas a mencionar algo...

—Por eso no te preocupes —Esbozó una sonrisa burlona. —, no abriré la boca, tú decides qué vas a hacer pero sólo voy a advertirte algo —Me tomó del cuello de la camiseta. —, si llegas a lastimarlos, no importa quién sea, te las verás conmigo ¿Entiendes?

Me soltó con brusquedad y lo observé alejarse.
Mierda.
Que voy a hacer.

—Ya! ¿A dónde crees que vas?

—¡El país es jodidamente grande y lleno de cosas por hacer que quedarme sentado con un estafador!

Namjoon

—¡Voy a morir a aquí! ¿Por qué no contesta mis mensajes? Joder que aburrido.

Al término de dos semanas ya seré un anciano como Suga.

     Supongo que Seok Jin no se molestara si hurgó en sus pertenencias, no, no creo que le importe. Entré a su habitación perfectamente ordenada y abrí el primer cajón de la comoda soltando una carcajada, la ropa interior de Seok Jin realmente era rosa, en la estantería encontré muchos libros con frases remarcadas en las páginas y sin duda las polaroids fueron lo que más llamaron mi atención.

Supuse que la familia de Jin usaba mucho este tipo de cámaras ya que encontré muchas de sus fotos cuando era un bebé, otra de su niñez y adolescencia, me enteré que tiene un hermano mayor.

     Encontré una bastante peculiar, dos manos entrelazadas, ambos con anillos de compromiso.

—¿Será la boda de su hermano? -
— Miré la fecha de la fotografía y noté que no tenía tanta antigüedad, es más, solo un año había pasado. Seguí buscando y encontré más fotos suyas, de su casa, de su trabajo. —¿Qué es todo esto?

     No seguí husmeando debido al incesante sonido de mi teléfono así que salí de su habitación y atendí la llamada.

Resultó ser aquella chica de la carta, Lia.
Estaba aburrido y sin nada más que hacer.

~ De acuerdo ¿Dónde no vemos?

Hace tiempo que lo tengo una cita, no tengo nada que perder.

[...]

—Que genial que vivas solo, yo aún vivo con mis padres. —Lia era una chica muy divertida y educada que me agradó pasar el resto de la tarde con ella.

—No del todo solo, comparto el alquiler con un amigo. —Sonreí y ambos nos sentamos en un banco para descansar un poco después de caminar tanto —Es un tipo extraño.

     Estas en una cita y solo piensas en Seok Jin, él ni siquiera te responde los mensajes Namjoon así que olvida ese asunto.

—¿Es tu mejor amigo? —Preguntó entusiasmada.

—¿Seok Jin? Bueno fuera pero no tengo mucho tiempo de conocerlo aún.

—Disculpa. —Un chico alto se acercó hasta nosotros rápidamente con una sonrisa en el rostro. —¿Tú eres Namjoon?

—Ehh, sí ¿Tú eres? —Fruncí el ceño mientras me ponía de pie.

—¡Debak! Seok Jin me a hablado mucho de ti, soy su amigo y acabo de llegar a Seúl. —Extendió su mano en mi dirección mientras Lia observaba no muy convencida al igual que yo. ¿Amigo del Pink Boy? —Soy HyoSang, un gusto.

Ese anillo en su dedo, juraría que era el mismo que vi en la foto de Seok Jin.

...

- Te encontré Jin.


You're Crazy  ▷ NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora