Alex en multimedia.
Relatado por Alex:
Abrí lentamente los ojos, aún intentando recuperar la consencia. Podía sentir como uno de los dedos de su mano se deslizaba por mi brazo delicadamente. Sentía un gran dolor en el omóplato. No podía moverme, no quería moverme. Mis ojos estaban cansados, y yo miraba hacia el techo blanco de ese cuarto. Moví un poco la cabeza para inspeccionar el lugar. Hasta entonces, pensaba estar en mi habitación. Cómoda y protegida, pensaba que todo aquello no había sido más que un sueño. Pero no. Era real. Y yo estaba en esa camilla, con ese estúpido traje de hospital.
Al darme cuenta que no estaba vestida con las telas de mi camiseta negra y mis vaqueros, solo pude pensar en quien y cómo me habían vestido. El simple hecho de imaginar a alguien desvistiéndome, me dió naúseas. Ya me habían desvestido chicos apuestos antes, pero esta vez seguramente lo había hecho alguna enfermera... ¿o doctor? Hice una mueca para mí misma con los ojos cerrados.
- ¿Crees que ya esta despierta? - preguntó una voz femenina y cercana.
Esa voz era tan familiar. Estaba quebrada, con un tono apagado y de pura preocupación. No sabía que estaba pasando, y quería respuestas. Pero no podía preguntar... estaba cansada, y apenas podía lograr recuperar algo de conciencia. Intentaba hacer que mi cuerpo reaccionara. Quería mover un brazo, una pierno, o simplemente lo que sea.
- Creo que ya despertó... - dijo otra voz, ahora masculina.
Los párpados me pesaban. Me sentía débil. Hice un gran esfuerzo solo para abrir un poco más los ojos. Ladeé la cabeza hacia mi izquierda, y la miré. Chloe se encontraba con la cabeza baja, y tomando con su mano la mía. Su espalda encorvada en la silla. No pude ver su expresión, supuse que sollozaba. La mirada hacia sus zapatillas negras.
- Chloe... - le susurré.
Levantó la cabeza, y ahora me miraba a los ojos. Por un momento hubo un silencio. No sabíamos que decirnos. En un rápido movimiento, se levanta de la silla y me abraza. Su cuerpo esta sobre el mío, y siento como sus brazos rodean mi cuello. Eso no me lo esperaba.
De pronto sentí que el lugar de la herida me ardía. Solté un chillido mientras posaba mi mano sobre mi omóplato. No podía verla, ya que la tela de ese traje me la cubría. No quería ver la herida. No soy una persona sensible a las heridas abiertas, pero simplemente no quería verla. Chloe notó mi dolor y se alejo de mí rápidamente.
- Lo siento tanto, ¿estas bien? Mamá y papá están afuera, ¿necesitas que los llame? - ella volvió a su asiento.
- La herida aún es reciente. - explico la voz masculina - Recomiendo reposo máximo.
Miré a el hombre. Era joven, y poseía ojos y cabello de color marrón. Su bata blanca lo hacía parecer sofisticado y elegante, pero yo lo veía como un chico joven y normal. Tal vez, amante de la música. No dije demasiado. Pensé en mis padres, en como se deben sentir.
Inspeccioné con la mirada cada parte de ese cuarto. Era espacioso. No era un lugar feo, de hecho era bastante agradable. Quiero decir, era lo suficientemente agradable como para ser un hospital. En una de las paredes, se encontraba una ventana, de cortinas blancas y baratas. Aún con las cortinas cubriendo el cristal, se filtraba bastante luz solar en la habitación. A metros delante de mí, justo contra la pared paralela a la mía, había un sillón pequeño y un par de sillas junto a ella.
- Te esperé durante tanto tiempo - dijo ella -. La noche del incidente mamá no pudo estar contigo, los médicos debían para la hemorragia, y coser la abertura.
Pasé la mano debajo de la tela de mi traje, e hice bailar mi dedo por mi hombro hasta encontrar la cicatriz. La pude sentir. Sobresalía de mi piel. Hice una mueca cerrando mis ojos y apretando mis labios con fuerza.
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No pienso dejarte.
Teen FictionTodo en la vida de Alex y Lottie parece andar bien. Dos amigas forjadas en una gran amistad viven sus últimos años de la adolescencia juntas. Un día, Alex recibe una llamada que será sólo el principio de un gran misterio que juntó a Lottie deberá re...