Un Simple Empleado [Yoonmin]

-Capitulo 9-

Editado.

Jimin llegó a su casa agotado, tenía que ordenar las valijas para mañana instalarse en la casa de los Min aproximadamente unos 3 meses, tendría unos 3 meses bastante agotadores.

Cuando entró en su casa estaban sus padres y hermano cenando.

-¡Hola Jimin! -Saludó alegremente con una cálida sonrisa su hermanito.

-Hola Kookie. -Dijo Jimin acercándose a él para depositar un beso en su frente

-¿Cómo te fue? -Preguntó su madre poniendo otro puesto en la mesa.

-Agotador... Pero todo bien. -Respondió sentándose con ellos.

-¿Muchas peleas con esa gente? -Preguntó su padre desde el otro el otro extremo de la mesa.

-No, hoy no, solo les tengo una noticia que no sé si les gustará o no. -Dijo tomando un sorbo de café y untando su tostada con mermelada.

-¿Que tipo de noticia? -Preguntó su madre.

-Lo que pasa es que la señora Taeyeon con su marido se van a trabajar fuera del país por unos 3 meses y me pidieron a mí como empleado de la casa si podía yo quedarme... a vivir esos 3 meses con sus hijos, especialmente por el pequeño, Jihoon. -Explicó él.

-¿Por 3 meses? -Preguntó asombrado su pequeño hermano- ¿Osea que no nos vas a venir a ver por tres meses? -Dijo algo triste.

-No, JungKookie. Vendré a verte de vez en cuando y también iré contigo a tus rehabilitaciones, en eso no voy a fallarte nunca. -Dijo dándole un mordisco a su tostada.

-Espero que no te desaparezcas mucho tiempo. -Detalló su padre.

-No lo voy a hacer, voy a venir a dejarles mi paga y a ver como están, espero que no les moleste el hecho que que haya aceptado quedarme 3 meses allí. -Añadió un poco triste Jimin.

-Claro que no mi vida, es un buen trabajo y te pagarán bien, estamos contigo. -Dijo su mamá.

-Y otra cosa más... He estado pensando mucho todos esto... Y me gustaría entrar a la universidad. Obvio que después de haber juntado dinero para ello. -Informó.

-Esa es una buena opción. -Dijo su padre.

[...]

Después de haber ayudado a su madre a retirar la loza y a lavarla, Jimin se fue a su cuarto donde saco dos valijas y metió todo lo que necesitaba para esos 3 meses.

Cuando terminó, ya no podía más, sus ojos pesaban al igual que su cuerpo, se dispuso a agarrar su pijama y ponérselo para después acostarse y quedarse profundamente dormido.

[...]

Al otro día despertó por la alarma de su celular, lo que lo hizo sobresaltarse en la cama, rascó sus ojos, y se estiró haciendo sonar sus huesos, se levantó, duchó, lavó sus dientes y se cambió de ropa, se puso una camisa a cuadros rojos y blancos y unos jeans rasgados en las rodillas.

Cuando ya estaba listo bajó con sus valijas a la rastra hasta la sala de su casa, donde estaban sus padres junto a su hermano tomando desayuno.

-Jimin, ¿tomarás tu desayuno? -Preguntó su madre.

-No mamá, gracias. No tengo mucha hambre, además estoy un poco atrasado. -Dijo- Nos vemos pronto si -Besó a cada uno de ellos.

-¿En qué te vas? -Preguntó su padre.

-Tomaré un taxi abajo. -Dijo tomando sus valijas y hiendo al umbral de la puerta- ¡Los extrañaré mucho! Los estaré llamando. Y tú pequeño... -Le apunto con su dedo índice- Te portas bien, te llamaré -El pequeño Kookie solo sonrió y asintió.