Un Simple Empleado [Yoonmin]

-Capitulo 12-

Editado

Jimin barría enfurecido después del momento chocante que pasó con el primo de los Min. Solo se le pasaba por su mente volver a su hogar y así acabar con todos estos momentos estresantes, pero siempre le venían a la cabeza Tae, Jihoon y Jin, que cuando llegó habían tratado a Jimin con respeto y lo mejor es que le habían tratado como una persona normal, no como un empleado.

[...]

Llegó la noche a la ciudad y Jimin ya estaba en su habitación leyendo un libro ''Romeo y Julieta'' un bello libro que no se cansaba de leer, una historia verdaderamente hermosa, que lucha por el amor pero con un triste final. Cuando se cansó de leer, eran las 10:30 de la noche y no tenía sueño, la casa estaba completamente en silencio y se aburría. Se paró de la cama poniéndose un suéter y salió de ese cuarto. Salió de la casa y se fue a pasear al jardín, precisamente al lago. 

El jardín de la casa estaba adornado por pequeños faroles que iluminaban el lugar, Jimin se sentó en uno de los asientos que daba de frente hasta ahora el oscuro lago, se concentró para escuchar los grillos y las ranas, pero en esos sonidos también escuchaba un pequeño sollozo, le entró la duda de quién podría estar llorando, o si era algún desconocido que entro a la casa, sintió miedo y curiosidad a la vez. Se levantó de ese asiento, dando pequeños pasos silenciosos, miró por detrás de unos arbusto y logró ver.

Una ola recorrió su cuerpo, pero no supo que sentía, lo vio a él, el mismo que lo humillo en la mañana, Jimin recordó la muerte del novio de Yoongi, quizás por eso lloraba, sintió tristeza por él, jamás había visto a un hombre llorar y verlo ahora... Vio que si tenía sentimientos y estaba sufriendo en una banca, con sus manos en la cara, y los codos pegados en sus rodillas, seguramente los recuerdos lo atormentaban, seguramente lo extrañaba y le dolía su ausencia.

Como ya había visto mucho, decidió irse, pero al dar un paso, tropezó con un duende de adorno y lo quebró, se tapó la boca en señal de asombro y lo miró, estaba parado mirándolo, obviamente lo sintió que estaba observando, él tenía los ojos rojos, era obvio ¿No?, estaba llorando, Jimin estaba parado inmóvil con una cara de espanto, como si hubiera visto al mismísimo demonio frente a él.

-¿Qué haces acá? - Preguntó. - ¿Acaso me estabas espiando?

-Y-Y-Y-Yo... -Dijo tartamudeando nervioso.

-Tú tú tú tú, ¿Qué?

-Yo... yo solo, estaba recorriendo el jardín y... -Explicaba- Y escuché...

-Cállate ya. -Dijo seco- ¿Por que no te vas a planchar o a cocinar o hacer algo por la vida?, que no sea espiar a los demás. -Gruñó frío.

-¿Porque eres así? - Reprochó.

-¿Así como? - Preguntó.

-A la defensiva, alejas a la gente de ti, ¿porque lo haces?