Un Simple Empleado [Yoonmin]

-Capitulo 11-

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-¡Hey! -Llamó refiriéndose a Jimin-. Necesito que hagas mi dormitorio, ahora. -Ordenó.

-En un momento. Primero voy a hacer las de tus hermanos. - Dijo él.

-¿Qué no escuchaste? ¿O eres sordo? ¡He dicho A-HO-RA! -Dijo separando las sílabas.

-Si te escuche, y creo que tú también me haz escuchado, iré a hacer los dormitorios de tus hermanos y luego haré la tuya. -Explicó Jimin agotando su paciencia.

-¿Quién mierda te crees para hablarme así?, eres solamente un pobre empleado -Preguntó YoonGi tomándolo del brazo.

-¿Que te crees tú para tomarme así?, seré un pobre empleado, pero tengo más educación que tú. -Protestó mirando como le tenía agarrado.

-¿Sabes que te puedo correr de esta casa? -Amenazó el mayor.

-¿En serio? Hazlo. -Se defendió poniéndose en posición de jarra- Pero si lo haces, en 3 meses no tendrás a nadie que te pueda hacer la cama, ni prepararte lo que al señorito se le antoje. -Gruñó, la paciencia que tenía ya se le estaba agotando por completo- Ahora, por favor dame permiso, tengo mucho trabajo. -Dijo zafándose del agarre.

YoonGi quedó parado en el mismo lugar, como en estado de shock, jamás había pensado que él se pondría así, tan a la defensiva, ahora lo odiaría más por comportarse de esa manera, lo miró mientras entraba en la pieza de Woozi, ¿estaría  siendo muy duro con él? hace mucho tiempo que no sentía lástima por alguien, y lo peor era un empleaducho barato y a los empleaduchos se les trata como tal: como empleaduchos.

Jimin entró a la pieza de Woozi hecho un manojo de furia y los nervios lo consumían por dentro, era primera vez que se enfrentaba así de fuerte con Yoongi, igual se lo merecía, nadie nunca le habían ordenado las cosas de esa manera, un pobre empleado, podría serlo, pero era humilde, respetuoso con quien le respetara, todo lo contrario a YoonGi. Hacía la cama de Jihoon enfurecido, tenia ganas de volver y estrangularlo por idiota, pero si lo hacía, seguramente lo meterían a la cárcel.

[...]

Después de haber hecho todas las habitaciones, se fue a barrer el patio, barría tranquilamente disfrutando del viento que chocaba contra su cuerpo. Su tranquilidad duró poco cuando vio unos pies bajo de la escoba, unos pies descalzos y se notaban delicados.

-Hey. -Jimin levantó la cabeza y se encontró con el rostro del castaño- ¿Podrías dejar de barrer?, estoy tomando el sol y no lo puedo hacerlo tranquilo... Me llega todo este asqueroso polvo. -Reclamó.

-Lo siento pero mi deber es barrer todo el patio. -Avisó Jimin.

-Si quieres barrer mugre, ¿porqué no te barres a ti mismo? ¿Eh? -Dijo molesto.

-Siempre he pensado que los Tailandeses son huecos, y jamás cambiaré mi opinión hacia ellos.

-¿Me estas llamando hueco, empleado de cuarta? -Preguntó ya casi tirando humos por las orejas.

-No sé, si el saco te queda, pues te lo presto. -Dijo Jimin y junto con ello sintió la cachetada que el castaño le dio en la mejilla, lo hizo voltear un poco la cabeza.

-No sabes con quien te estás metiendo... pobretón. -Replicó.

-Lo sé perfectamente, ¿sabes? -Detalló Jimin.

-Eres una mugre al igual que todos los de tu clase. -Dijo dejando el lugar y entrando a la casa echando humo por las orejas.