Editado
-Tú no deberías estar aquí ayudándome... No lo merezco, yo nunca te traté bien.
-Y no te guardo rencor por eso Yoongi, al contrario, ayudarte es lo que más quiero... Déjame hacerlo.
-No Jimin... Déjame.
-No te voy a dejar así como estás.
-¿Por qué Jiminnie? -Hizo una pausa- ¿Por qué te comportas así conmigo?
Porque me gustas mucho, ay dios, me gustaría decirle eso.
-No sé... Solo siento que tengo que ayudarte y... Cuidarte.
No supo como lo hizo, no supo como llegó, pero fue como un flash el como llegó hacia sus labios. Lo estaba besando, lo estaba haciendo de nuevo. Una mano de él se acomodó en la mejilla de Jimin, lo necesitaba, necesitaba de sus besos, de sus besos. Maldición lo necesitaba.
Sus labios calzaban a la perfección, eran el uno para el otro. Se besaban desesperadamente, se necesitaban. Los labios de Yoongi eran dulces, esponjosos y sobre todo adictivos, como una droga. Se separaron por la falta de aire, pero no se separaron completamente, Yoongi juntó sus frentes, tenía los ojos cerrados.
-Soy un estúpido. -Habló Yoongi.
-Cállate. -Y besó nuevamente aquellos labios, no supo cómo tuvo el valor de hacerlo, solo lo sintió y obedeció lo que le ordenaba hacer su corazón, no estaba escuchando a su mente, solo a su corazón.
-Quédate esta noche conmigo, Jiminnie -Le susurró entre sus labios- O solo deja que me duerma y después te vas, pero no me dejes solo. -Le pidió y dio un pequeño beso en sus labios.
Dios me siento morir, no puedo creer que el Min Yoon Gi que yo conocí el primer día, sea el que tengo en frente mio. Ahora entiendo porque mi madre decía que las personas pueden cambiar a otras... ¿habré sido yo?
Jimin hizo lo que él le pidió, se recostó a su lado. Yoongi intentaba dormir, mientras que Jimin le daba pequeñas caricias en la mejilla y en su cabello. Era todo tan extraño, todo estaba pasando tan rápido.
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Un Simple Empleado [Yoonmin]
FanfictionPark JiMin un chico de 20 años, humilde y de buen corazón, decide trabajar en una casa de ricos, la casa de los Min. Una familia que se deja llevar por la avaricia, las apariencias y la ambición. Jamás pensó que trabajar en esa casa sería su peor...