Querido Mikaela 【MikaYuu】

Un techo desconocido

22

Blanco y sólo eso.

Miro mis brazos y hay varios tubos conectados a ellos.

Lo único que recuerdo es haber entrado a casa, ir a mi habitación, salir de ella y un fuerte golpe.

Miro fijamente el techo y es uno completamente desconocido. El olor a desinfectante le provoca un ligero cosquilleo a mi nariz.

Echo un vistazo a la habitación y hay alguien recostado en el sofá carmesí que hay al fondo. Cabellos negros..., ¿tío...?

    Abren la puerta y entra Shinya.

—¿Qué haces aquí? —pregunto y él da un salto.

—Auch —chilla y noto que tiene un café en la mano derecha que se ha derramado y lo ha quemado gracias al pequeño salto que ha dado—. Mika...

—Shinya... —Nos miramos por unos segundos y él sonríe.

—¿Cómo llegué aquí? —pregunto y él suelta unas cuantas risitas nerviosas.

—Ya... Sabes, una cosa llega con la otra —explica.

—Bueno, arrestaron a tu padre, te internaron aquí y luego nos llamaron. Fin —agrega Guren mientras se levanta del sofá.

—¿Por qué te golpeó, cariño? —pregunta Shinya mientras acaricia mi cabello.

—Por la misma razón por la cual te echaron a ti de casa cuando eras un adolescente —explico y él me mira con tristeza. Sonrío levemente.

Mi tío suele comprenderme muy bien. Él ya sabía acerca de mi secreto, aunque era obvio.

—¡¿Es que acaso tu padre es ciego y sordo?! —pregunta Guren, sorprendido—. Quien pasa más de cinco minutos contigo se da cuenta de que te gustan los chicos — agrega y sonríe ampliamente.

Rio pero al parecer a tío Shinya no le ha gustado el comentario de Guren. Lo sé porque le lanza una mirada asesina y Guren se encoge.

—Cariño...—dice con voz dulce tío Shinya.

—Tío...

—De ahora en adelante vivirás con nosotros —termina y una dulce sonrisa aparece en su rostro.

—Gracias —murmuro.