Mi niño

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Blanco. De tan sólo mirarlo duele. No me gusta el blanco.

   Un pequeño dolor recorre mi brazo izquierdo y decido echar un vistazo, noto que han introducido un catéter en él. Suelto un suspiro y miro el techo y es de ese horrible blanco. Desinfectante y más desinfectante. Ese olor ya es tan normal para mí.

   ¿Cómo llegué hasta aquí? Ni yo lo sé.

   Miro a mi alrededor y el mismo sofá carmesí está al fondo, pero esta vez no hay melena azabache al alcance de mi vista.

   La puerta se abre y me hago el dormido.

   Es un doctor, lo sé porque le está dando indicaciones a una enfermera.

   "Aquí", "allá", "revisa eso y aquello", "bien, mueve eso y toma nota" es lo único que escucho. Pero entonces la enfermera suelta un profundo suspiro.

   —Es tan bello —murmura y sé que me mira—. Es una lástima.

   El médico también suelta un suspiro.

   —Se puede recuperar —dice—. Estoy seguro.

   —¿Cuántas veces no he escuchado eso? —cuchichea la mujer.

   —¡Deje de decir eso! —reprende. La enfermera vuelve a suspirar.

   Me quedo en blanco por un momento. La enfermera tiene razón, ¿cuántas veces no ha oído eso? ¿Cuántas veces han sido verdaderas? Pocas, supongo.

   Se van después de un rato y yo abro los ojos. Me quedo mirando el sofá carmesí y las lágrimas se deslizan por mis mejillas.

   Esta vez no hay nadie y eso me hace sentir mejor. Esta vez no debo ser fuerte por Shinya y Yuu, esta vez seré débil. Esta vez lloraré y no pararé hasta que crea que es suficiente.

   Se abre la puerta sin aviso alguno y entra Guren, intercambiamos miradas por un rato hasta que decido desviarla y mirar la ventana, es de mañana, todavía.

   —¿Así que...? —susurra.

   —Tío —digo y luego sorbo de la nariz—. Tío Guren, ¿crees que viviré?

   Él se acerca a mí y acaricia mi mejilla.

   —Tal vez. Recuerda que nada es seguro —responde y yo guardo silencio.

   —Prométeme algo —pido. Él alza una ceja.

   —Cuida a tío Shinya y a Yuu —susurro.

   —Claro, mi niño —responde y me envuelve en sus brazos. Y las últimas dos palabras que ha dicho no dejan de chocar contra las paredes de mi cráneo.

Mi niño...

Querido Mikaela 【MikaYuu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora