24
Los días pasan. Guren, Yuu y Shinya hacen turno para estar conmigo: Guren por las mañanas, Yuu por las tardes y Shinya por las noches. No entiendo porqué lo hacen, mi situación no es tan grave.
Hay un momento entre la tarde y la noche donde Shinya y Yuu están conmigo: se divierten tanto juntos. Y otro entre la mañana y la tarde donde Guren y Yuu se la pasan juntos: golpeándose y peleando..., suele ser divertido. Pero hay un hueco, uno muy profundo en mi corazón; hay algo que falta. Mi madre, sí ella estuviera aquí probablemente me abrazaría y se quedaría conmigo siempre. La extraño mucho.
Guren, Shinya, Yuu y un médico entran.
—Mikaela —dice el médico. Lo miro fijamente—. Ha estado aquí más tiempo de lo esperado, se debe de preguntar el por qué —suspira y yo con un movimiento de cabeza le doy a entender que sí, que me preocupa mucho el estar encerrado en estas cuatro paredes blancas. Él sigue—: Mikaela, quiero que tome esto con calma —ordena. Y eso hace que me sienta intranquilo, cualquiera debería saber que si le ordenas algo a alguien hace todo lo contrario.
Yuichiro tiembla, Guren sostiene la mano de Shinya y el médico me observa.
Algo anda mal, algo no está yendo como debería.
—Por favor, escuche con atención... Usted posee un cáncer. Sufre de leucemia, Mikaela —dice y yo asiento lentamente. Mi cerebro procesa con lentitud la noticia hasta que por fin entiendo..., tengo cáncer.
—¿De que murió mi madre? —le pregunto a Shinya.
—Leucemia, cariño. Pero eso no significa que tú también vayas a hacerlo —dice para convencerme pero parece que ni él mismo lo cree.
Si quería morir aquí tengo el plan B: Muerte natural.
Sonrío levemente.
—Claro... —susurro y las lágrimas amenazan con salir. Después de un rato todos se van, menos Yuu.
—Yuu-chan... —susurro y él acaricia mi mejilla.
—Estarás bien —asegura. Y yo le creo.
—Dime algo, Yuu —pido. Él asiente—. ¿Cuál es el apellido de tu padre?
—Hyakuya —responde. Sonrío con picardía. Él se da cuenta y ríe.
—Mi amor...—murmuro y acaricio su mejilla.
—¿Desde cuándo lo sabías? —pregunta y toma mi mano entre las suyas.
—Siempre lo supe, vagamente, pero lo hacía —respondo.
—Lo siento, Mika. Sé que era, es, importante para ti...
—Pero querías que me enamorara del Yuu que me era visible, ¿cierto? —susurro. Él asiente y sus ojos se vuelven vidriosos—. Duerme conmigo —pido y el color sube a su rostro. Rio—. De esa manera no, tonto.
Le pego con ternura en la frente y él sonríe. Dejo un espacio libre en la cama y él se recuesta a mi lado. Quedamos frente a frente.
Él es hermoso: su cabello, sus ojos, su sonrisa, sus pestañas y cejas, nariz y labios; todo él es perfecto.
—Mi querido Y. H. lamento que nos conozcamos en esta situación —le digo y acaricio su mejilla.
—No lamento nada, Mikaela —responde.
—Lo harás —digo.
—Claro que no —me sonríe con dulzura.
—Sí quieres irte, es el momento —murmuro. Él ríe y toma mi mano—. Espere mucho para esto. Irme sería una tontería. —Entrelazamos nuestros dedos.
—Oh, Yuu...
—Te amo, Mika...
Lo beso.
—Y yo a ti —susurro sobre sus labios.
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Querido Mikaela 【MikaYuu】
FanfictionSus días carecían de sentido hasta que él apareció e hizo que su tiempo comenzara a avanzar. ❥ Anime: Owari no Seraph ...