Pastel

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Y de vuelta estoy en el hospital.

   Juro que el blanco es el color que más odio en el mundo. ¿Por qué todo es blanco? ¿Por qué no un poco de azul? ¿Verde, tal vez?

     La habitación de este hospital es tan fría y desanimada que cada vez me va matando más que mi enfermedad.

    Es de noche, Shinya está fuera y yo miro la ventana.

   Estrellas, un millón de ellas, tan bellas.

   Yuichiro cada vez tiene más ojeras. Sonrisas falsas y risas fingidas.

    Ahora él también lo sabe, al igual que todos; al igual que Shinya y Guren, Krul y Ferid.

    Cada vez que viene no puedo evitar decirle lo tanto que lo amo. Porque sé que tiene miedo. Tiene miedo que me vaya sin haberle dicho Adiós o Te amo, y yo también tengo miedo de irme sin haberlo visto o haberle dicho cuánto lo amo, sin haberlo besado por última vez. Y es que mis recaídas cada vez son más constantes, por eso estoy obligado a estar entre cuatro paredes blancas y enfermeras que no paran de decir que es una lástima el que me vaya.

   Y por las noches, cuando Shinya se va no puedo evitar despertarme y llorar. Llorar de frustración.

   Nada se puede hacer.

   Krul se ha llevado las cartas que están preparadas para Yuu. Espero que eso lo ayude un poco, tan solo un poco a olvidarme. Porque yo quiero que él siga con su vida después de esto. Porque yo quiero que tenga esos niños que tanto deseamos y que tenga a quien besar con amor. Y que no trate de seguirme.

   Al parecer saldré la próxima semana. Espero que así sea.

    Quiero disfrutar todo esto al máximo. Ir de aquí a allá con Guren, Shinya, Krul y Yuu. Golpear por última vez a Ferid y ver tantas cosas.

   La puerta se abre y ahogo un sollozo. Limpio mis lágrimas con el dorso de mi mano y miro.

   Entra Yuu y me sonríe.

   Cierra puerta.

    —Mika —murmura—. ¡Feliz cumpleaños, cariño! dice y me abraza.

Se separa y me nuestra un oso de felpa. Lo tomo.

    Y, luego, voy hacia sus labios y los devoro con urgencia.

    Después de un rato él se separa y sonríe.

    —No te comas el pastel antes de la fiesta —dice y yo rio.

   —Tonto —susurro y acaricio su mejilla.

   —Te amo, Mika —dice.

   —Y yo a ti— respondo y lo beso dulcemente en los labios.

Querido Mikaela 【MikaYuu】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora