Capítulo 13

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El timbre sonó haciendo que Louis se removiera entre el sueño. Dos veces, tres, cuatro, tal vez cinco más resonaron en todo el lugar. Irritado quitó a Harry de su pecho no sin antes besar sus rizos, lo colocó sobre la cama y cubrió su pequeño cuerpo con las sábanas. No tenía ni dos horas que pudo conciliar el sueño y ya había alguien fastidiando tan temprano. Se puso de pie aún adormilado y muy malhumorado bajó a la puerta y abrió sólo lo necesario para observar quien era, no obstante, no le dio tiempo asimilar la situación cuando ese alguien lo empujó desde fuera y entró sin invitación.

—De nada —Zayn caminó despreocupado y se arrojó sobre el sofá al instante que la puerta fuera cerrada por un molesto Louis.

—¿Qué haces aquí? —gruñó.

—Llevaré a Harry de compras y tal vez a comer después —Louis iba a protestar, pero Zayn se adelantó—. Tienes que ir a trabajar y no creo que quieras que ricitos esté ahí cuando tu madre esté bajo el mismo techo. La última vez estaba en la reunión, pero hoy pasará todo el día en tu oficina hablando de cosas aburridas, dudo que te guste que permanezca en ese incómodo lugar.

Louis diría con seriedad que no iba a permitir que robaran la atención de Harry y menos quería a alguien cerca de él, pero con mucho recelo recordó la fría y desdeñosa mirada que le dedicó su madre al rizado y con mucho más pesar le dio la razón a Zayn, obviamente sin decírselo jamás.

El morocho sonrió satisfecho cuando Louis lo pensó por un segundo y después suspiró derrotado.

—¿Zayn? —Harry preguntó sonriente desde el barandal.

Una vez que lo encontró tendido en el sofá bajó corriendo las escaleras. Cuando el ojimiel se estaba incorporando un muy efusivo Harry se lanzó sobre él aplastándolo en un abrazo. Louis soltó un gruñido cuando vio el delgado cuerpo envuelto en otros brazos que no eran los de él.

—Cámbiate, tenemos cosas que hacer hoy —Zayn lo tomó de la mano y lo guio al segundo piso, sin embargo, cuando puso el pie en el primer escalón se dio cuenta que había otra persona parada en el principio de la escalinata—. ¿Qué hace él aquí? —preguntó desconcertado.

—Vaya, Zaynie. Qué sorpresa —Blake sonrió dulcemente—. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos. Al parecer en todo este tiempo no has cambiado en nada —escaneó el cuerpo del morocho con su gris mirada, que reflejaba asco, sin romper en ningún momento su falsa sonrisa—. Creí que Liam era más inteligente y se había deshecho de ti.

—¿Qué hace él aquí? —ignorando el ácido comentario dirigió su furiosa mirada a Louis.

—A mí no me veas —Louis se encogió de hombros.

—Yo le dije que se quedara. No tenía a donde ir —lo cortó el rizado.

—¡Qué demonios te sucede! —Zayn levantó la voz más de lo debido.

—Basta —Louis le advirtió.

Harry se estremeció con el grito furioso del ojimiel, eso hizo que sus ojos se aguaran. No se lo dijo cuando estuvieron en el restaurante y en los otros lugares a los cuales recorrieron después, pero Zayn se había convertido en alguien importante en su vida en el momento que lo trató con amabilidad y cariño. En lugar de tomar un puñado de sus rizos y tirar de ellos para herirlo, los sostuvo con delicadeza e incluso dijo que se veían bonitos en él.

No, Zayn no debía enojarse con él. Él era el único amigo que tenía y se sintió terriblemente mal cuando se dio cuenta que fue por su culpa que Zayn se sintió así.

—Te lo explicaré luego —Harry murmuró y entrelazó indeciso sus dedos con los del morocho temiendo que los apartara.

Suplicó con la mirada sin saber exactamente qué decir, sólo no quería ver un enfrentamiento entre los níveos, así que hizo lo primero que se le ocurrió, lo cual fue prácticamente arrastrar a Zayn hasta la habitación que compartía con Louis.

Mi Pequeño Ángel | Larry Stylinson AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora