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¡Romina! — escuché los gritos de mis hermanos por el bosque — ¡Se escapa! — iba tras ese inútil de hombre lobo, un omega, que no confesó nada y necesito matarlo. Saqué un aparato y apreté el botón mágico que hizo al omega arrodillarse para taparse los oídos. Pude notar una figura corriendo lo más rápido posible para no ser víctima. A de ser un alfa. Saque mi pistola de mi chamarra y lo apunte cerca de su frente.
Últimas palabras o mejor dicho... ¿Algo que confesar querido? —sonreí, él levanto la mirada hacia mí, con un dolor que se podía ver en su ojos.
—Prefiero morir a decirte acerca de ella —
Lo que diga el omega, nos vemos —y apreté el gatillo, la bala atravesó su cráneo, su cuerpo cayo al suelo y apagué el ruido que solo ellos perciben.
Bien hecha hermanita — Roberto, el mayor, tomo mi hombro en forma de aprobación — Sino confiensan, hay que matarlos — volteé a verlos, los 4 estaban sonriendo.
Creo que hicimos lo correcto en entrenarte —Rodrigo, el segundo mayor, me abrazó. — Vamos a casa, hay que descansar — asentimos. El cuerpo no importa si lo descubren, culparan a un loco sociopata.

Tomamos el camino hacia el auto, mis hermanos hablaban del plan. Ser "normales" y vivir aqui por un corto tiempo para sacar más información de la "Loba del Desierto", solo al escuchar su nombre me da más ganas de matarla. Subimos al auto, yo iba como copiloto, las damas deben de ir en ese lugar.

Cada kilometro recorrido se asomaba el pueblo, nuestro nuevo hogar, el letrero "Bienvenidos a Beacon Hills" nos recibía.
Solo es un corto tiempo, espero. Entramos al pueblo, las calles estaban solas por las altas horas de la noche. Roberto se estacionó enfrente de una casa de color blanca, lucia linda, pero no mejor que nuestra antiguo hogar en nuestro país. Baje del auto, camine hacia la puerta negra, no me daba miedo para empezar de nuevo sino más hambre de venganza.
Rodrigo tomo la perilla para entrar. Me quede atónita... ¡Es hermosa! No sé cuando la consiguieron pero es acogedora.
¿No es hermosa? —Matias, mi hermano "cuate" me dio una leve palmadita en mi espalda, los chicos entraron a la casa.
Nueva vida, misma venganza, aquí vamos.

•••
Scott Pov's

Me arrepiento por salir anoche, en mi camino me encontré con un omega. Raro en Beacon Hills, pero observe a una chica de negro que acciono un ruido insoportable para nosotros, los hombres lobos. A lo lejos vi la escena más cruel de matar a uno de mi especie.

¡Scott! ¡Llamando tierra a Scott! —dijo Stiles moviendo su palma enfrente de mi. Llegamos a nuestro casillero, noté que caminé en modo zombie. —¿En que pensabas hermano? —abrí el casillero en busca de mi libro de ciencias.
Luego te cuento — metí él libro en mi mochila, le di una palmada en su hombro y fui a mi siguiente clase. Seguí mi camino hacia el salón, espero encontrarme con Kira, no le he visto estas vacaciones.

Historia, la peor materia, que no soy bueno con los años. Tome asiento enmedio, hasta que Kira llego al salón, mis ojos se iluminaron y tomo asiento a mi lado.

Te extrañe —dijo
Yo más —tome su mano, ella sonrió.

Volteé en dirección a la puerta, era ella, la que mato al omega a sangre fría pero atrás de ella venían dos chicos más, como si fueran sus guardaespaldas. Tomaron asiento enfrente de nosotros en fila horizontal. Trague en seco. No se si son peligrosos o vienen a ayudar, tengo que ir a una visita urgente a la veterinaria

•••
Romina Guerrero en multimedia, si se portan bien pronto subiré el segundo capitulo.

The Five |Theo Raeken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora