The Five |Theo Raeken|

5

Hace una semana que tengo dos sombras asechándome, cuando voy a clases mejor dicho cuando tengo alguna con ellos, toman asiento a lado de mí.
Y lo más extraño es que me saludan.
Me arrepiento de haberlos salvado hace una semana en el bosque.

****

— ¡Nos debes una! — fueron las últimas palabras que oí de Stiles, me adentré un poco más.
Necesitaba información ¡Ahora!
Tenía la esperanza de encontrarme con el famoso Nemeton, pero fue nulo.

— ¡Romina! — escuche mi nombre — ¡Rominaa! — era más fuerte, saque mi arma para protegerme levantando las manos apuntando al enemigo. Camine para acercarme al dueño de la voz.

Era Stiles, más blanco de lo normal, se topó enfrente de la pistola y abrió más los ojos.

— ¡Por dios! ¡Stiles! — baje mi defensa — ¿¡Estás loco!? Te hubiera matado, ¿Y Scott? —
— Una manada... — puso sus manos en las rodillas para recuperar el aliento — Están luchando y vine por ti, eres la única que puedes ayudarlo, yo iba ser el héroe pero no tengo mi bat — suspire, tome su chaqueta para atraerlo hacia mí, a unos cuantos milímetros de su cara.
— Solo esta vez, recuerda que soy una cazadora — el asintió con ganas, lo empuje — Guíame — le ordene.

Caminamos a la par, con mi arma a la defensiva y protegiendo a Stilinski. Si tan solo tuviera mi ballesta o mi arco. Llegamos a la lucha, Scott estaba siendo masacrado por una manada de beta's sin su Alfa, extraño. Nos escondidos atrás de un árbol.

"Ahí es" susurro Stiles, señalando a los hombres lobos.
— Quédate aquí — el asintió, salí del escondite, me acerque aún más y era una manada pero de adolescentes que estaban controlados por su Alfa, obviamente, pero ellos luchaban por su sobrevivencia. Ya los había visto antes, en la frontera.

— Vaya, vaya. Miren quien llegó al rescate de Scott McCall — habló Nadia y detuvieron los golpes, tenían las manos del Alfa sujetas por algunos de ellos. — Romina Guerrero ¿Quién diría que nos volveríamos a encontrar? Bueno, en realidad veníamos por ti, pero Scott no quiso darnos información y sufrió las consecuencias — acarició su cabello y un beta lo tiro hacía los árboles, saliendo del escondite Stiles.

Maldecí en mi interior, cinco beta's contra una cazadora, un alfa y un humano. Los hombres lobos se acercaron a él, dejando a Scott herido.

Nadia sacó sus colmillos y garras, causando temor Stilinski, apreté el gatillo hacia ella. Y empezó a gritar de dolor en el suelo, los demás solo observaron la escena, me acerqué a ella, tomando su cabello para que me viera fijamente.

— Dile a tu Alfa querida, si me quiere muerta, que lo haga él. No beta's con problemas hormonales ¿Esta claro? — dije entre dientes, ella solo me observó con odio

— Está claro — sonreí ante su comentario y la deje agonizando

— Se te va a quitar por unos días, solo es acónito — encogí los hombros — Vete ¡Ahora! No quiero matarte — uno de ellos la levanto entre sus brazos, salieron de mi vista.

— Gracias — dijo Scott recargándose en el hombro de su amigo

— Ahora ustedes me deben una — dije.

****

Y esa es la historia, tome asiento en la mesa junto con mis hermanos para desayunar.

— ¿Esta ocupados? — voltee, eran ellos, Matías negó. Se sentaron a lado de mí

— ¿Nuevos amigos? — dijo Mateo sonriendo, sé que en el fondo disfruta mi desgracia — Creo que ya saben que somos ¿No? —

— ¡Claro! Son cazadores, los más peligrosos del linaje Guerrero y... — Stiles recibió un codazo por parte de Scott — No investigamos nada de ustedes, para nada — tomo agua de su botella

— No tienes que esconder la verdad, nosotros también estudiamos un poco de tu manada — hablo Matías al alfa

— ¿Por qué vienen a Beacon Hills? — observé a los dos, esa información es confidencial, pueden saber de nuestras vidas pero no de nuestras siguientes víctimas

— Es venganza personal de los cinco, para ser más sencillo, es confidencial — sonrió Matías — Venga a casa a comer, para que conozcan a los demás —

— Creo que no se podrá hay muchas cajas de mudanzas — hablé, mis hermanos negaron

— Calla Romina, están invitados, lleven a la manda chicos. Nos vemos en la tarde — dijo Mateo confiado y se fueron, dejándome sola con ellos.

El don de mi madre se lo ganó Matías, ella invitaba a todos nuestros amigos y disfrutaba de tenerlos en casa, aun siendo 10 o 20 niños corriendo, lo disfrutaba.

Me levanté del asiento.

— ¿A dónde vas? — preguntó Stiles con comida en su boca

— A clases — acomodé mi mochila en el hombro.

Camine de regresó al edificio. Esta semana fue cansado, nunca tuve compañía de dos sujetos que están "agradecidos" por salvarles la vida. Había poca gente en los pasillos, llegue al casiller para buscar el libro de la siguiente materia, Literatura. Una mano se posó en mi hombro, voltee.

— ¿Qué haces aquí? — dije, cerré mi casillero y me cruce de brazos.

— No me voy a arriesgar a que tengas una decaída, así que soy profesor — dijo Roberto con orgullos

— ¿Así? — reí — ¿De qué? —

Matías y Mateo llegaron a tiempo para escuchar las palabras locas de Roberto.

— De un nuevo deporte, se nota que aquí se necesita un toque latino, así que... Seré profesor de fútbol — la campana sonó, era tiempo de ir a clases.

— Suerte, nos vemos en casa — le di unas leves palmadas en su hombro — ¡Prepara la comida! Hoy hay una fiesta — los dos hermanos "M" se rieron y antes de que hubiera una palabra de nuestro hermano mayor nos fuimos a nuestro salón.

Es oficial, es un día loco, llegue a clase, todos ya estaban en su lugar y yo faltaba. La atención se enfocó en mí.

— Señorita Guerrero, me da gusto verla de nuevo, tome asiento — la profesora Jones sonrió, como estuviera satisfecha por verme. Fui al fondo, para llegar a mi asiento.

— Me da alegría que estés de regreso — dijo Theo con una sonrisa como la profesora, Liam me observó y copio la acción de la Quimera.

Si tuviera sentimientos, Liam sería mi mejor amigo, Theo teniendo "algo más", Scott y Stiles serían otros mejores amigos y sería parte de su anormal manada... Eso sucedería en un mundo paralelo, no tengo humanidad y tengo que matar a la Loba del Desierto.

***** 

¡BAAAMMM! 

Nuevo capítulo, algo raro diría yo... ¿Cuál de los cuatro hermanos se quedan?