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La habitación se llenaba de luz, alguien abrió la ventana, a mi derecha observe un enorme ramo de rosas. Me levante un poco para recargarme en la almohada, ahí estaba una enfermera.

— Buenos Días Romina— dijo con una sonrisa, en su mano tenia un tipo cuaderno pero metálica.
— Buenas — sonreí levemente, tome la pequeña nota del arreglo floral « Ojalá que pronto te recuperes, con afecto, Parrish» — ¿Quien es Parrish?— le pregunté a la enfermera
— Un policía, al parecer le gustas— me guiño un ojo y dejo mi ropa en la cama — Tus hermanos y los chicos están afuera ¿Quieres recibirlos?—

Una alegría inundo mi cuerpo, nunca había sentido esto después de que mataron a mis amigos, mi madre y mi novio. Después de eso, apague todo lo humano que me quedaba, pero ahora vuelve a nacer.

— Claro —dije y asentí, salí de la cama para ponerme mi ropa del día anterior — Primeros los chicos—

Salió de mi habitación, me puse mi pantalón y pude notar unos rasguños en mis brazos. Quería llorar, abrazar a mi madre y que me dijera « Ro, mi niña, todo es un sueño » ahora me puse mi blusa pero llegaron los chicos y vieron mi torso desnudo, bueno con brassier.

— Ehh... Hola Romina— dijo Stiles parpadeando varias veces. Un abrazo me sorprendió por completo por parte de Kira, al parecer le importaba.
— ¿Estas bien?— asentí y le di leves palmaditas en su brazo de Kira.
— ¿Acaso no has visto una chica en brassier Stiles?— dije mientras me acomodaba mi playera, pude notar que Stiles y Malia se quedaron viendo algunos minutos entre ellos
—¿Te encuentras bien Romina?— se acercó a mi Scott, tomo mi hombro.
— Lo estoy, aunque mi pequeña estancia en Beacon Hills he tenido más golpes que en otras ciudades — todos sonrieron ante mi pequeña broma. 
— Perfecto, nos vemos en mi casa, para comer entre amigos— dijo Scott.
— ¿Quien te mando esas flores?— hablo al fin Theo, estaba serio y cruzado de brazos.
— Parrish — hundí mis hombros, no le deba tanta importancia ante el arreglo — Solamente son flores—
— Vamos Theo, no te pongas celoso, nos vemos Ro— interrumpió Liam para rodear su brazo en los hombros de Theo y toda la manada salieron de mi habitación. Me acerque al espejo, mi cuello lucia terrible, heridas que son muy visibles. Nunca me había pasado, tener demasiadas heridas. La puerta se abrió de golpe y mis hermanos entraron como locos, niños pequeños en busca de un juguete pero Lydia entro con ellos.

— ¡Rominaaa!— observe a Rodrigo como llegaba conmigo y me abrazó con fuerza — Me alegra que estes bien—
— ¿Quienes fueron?— dijo Roberto tomando mi cara y apachurrando mis mejillas.
— Los Berseker— cuando dije esa palabra, ambos me soltaron para observarse entre ellos, los dos son los mayores y saben que peligrosos son los Berserk.
—No puede ser... ¿No estaban desaparecidos?— cuestionó Mateo
—¿Crees que esto...— les enseñe mis heridas — es estar desaparecidos? —
—¿Que son esas bestias?— intervino Lydia en la pequeña plática
— Pronto lo sabrás — dije — Pero... Hay que ir a una reunión —

***

Roberto, Rodrigo, Mateo, Matias y yo, nos encontrábamos enfrente de la casa McCall, recuerdo que mencionó que solamente era una "reunión" pero no contaba que los mexicanos iban a poner la fiesta.
Mateo toco la puerta, esperando que alguien abriera. Era Liam.
— Pensé que no iban a venir — salio de la casa para darme un abrazo y saludar a mis hermanos. —¿Que traen en la bolsa?— preguntó
— Un regaló — guiño un ojo Roberto.
— De acuerdo... Pasen — dijo Liam. Seguimos su pasos hasta llegar a la cocina, olía a pizza, comida perfecta para reuniones de amigos. Malia, Stiles, Kira, Scott, Theo, una chica de pelo negro, un sujeto de piel morena y Lydia, que jugaba miraditas con Matias.
—Llegaron a tiempo, la pizza esta caliente, tomen un pedazo — dijo Kira, dándonos un plato.
Roberto, saco una botella de la bolsa y se quedaron atónitos.
— Esto, es una botella que teníamos guardado para ocasiones especiales y esto amerita abrirla por fin... ¡Es tequila!— contó la pequeña anécdota Rodrigo.

Es cierto, tenemos varias botellas en nuestra casa, que a mis padres les gustaba tenerlas de colección y abrirlas en ocasiones especiales. Nadie se movió, bufé y busque unos vasos para darle a uno a todos.

— No sean aguafiestas, una reunión sin alcohol no es reunión — dijo Mateo tomando la botella y sirviendo cada vaso
— Brindó por... Esta manada, por ser unas personas increíbles que se preocupan por nosotros y espero que por hoy, sea un día tranquilo ¡Salud! — las palabras de Roberto fueron muy lindas y todos tomamos de un solo golpe. Lo que me daba risa eran los gestos que hacían, un pequeño golpe en la puerta interrumpió, Scott fue a ver quien era.
— En tu país ¿Toman esto? — se acerco Malia conmigo
— Si, es parte de nuestra identidad ¿Quieres más? — tome la botella y asintió— Vas aprendiendo rápido de nuestra cultura Malia—

Y llego Scott con Parrish, pensándolo mejor, lo recuerdo.

— ¡Hey! Mejoraste — se acerco conmigo
— Gracias, ahora te recuerdo, tu me llevaste a la comisaria por manejar ebria— lo señale con el dedo índice
— Pero te salve del Berseker—
— Touche — le guiñe un Ojo—¿Tequila?—
— Me encantaría, pero mañana tengo trabajo —
— No seas aburrido, no te hará daño, lo juró — levante la palma al aire y llevando mi otra mano hacia el corazón. Hizo muecas, lo estaba pensando, tome un vaso y lo llené — No lo pienses y actúa — tomo el vaso, analizandolo y como los otros, se lo tomo de un solo golpe. Aplaudí.
— Podemos hablar en privado Romina— llego Scott para tomarme mi brazo, yo asentí
— No te vallas Parrish — lo señale y seguí a McCall. La mirada de Theo me observaba con mucho cuidado, estaba con Malia hablando.

Llegamos a su habitación, ahí estaba Stiles, su fiel amigo.
— Cuentanos de los Berseker ¿Por que le tienes miedo?— inicio la conversación Scott.
— Ellos aparecieron en nuestro pueblo, matando a los que aparecieran en su camino, mato a mis amigos de la infancia con crueldad enfrente de mis ojos sino fuera por "Los Calavera" y mi madre, no estuviera aquí — me cruce de brazos, en pensarlo me da más tristeza.
— ¿Y tus padres?—
— Mi mamá, fue asesinada por una manada de hombres lobos, por no acatar las ordenes de ellos, de darle "comida" osea a las personas del pueblo y que nos gobernarán. Mi padre, es punto y aparte Scott —
— Oye Romina, pude notar que tienes un tatuaje en... — señalo en su cuerpo la parte que tenia mi tatuaje, en mi abdomen.
— Eres observador Stiles— se puso rojo— Los Guerrero tenemos una flecha en cualquier parte del cuerpo, eso es lo que nos identifica como cazadores y hacerle honor a nuestro apellido—
— Lo siento por tu madre... — dijo Scott tomando mi mano — Sabes que eres bienvenida a nuestra manada — sonreí. Eso es raro, nunca estuve muy feliz después de un año.

Dos botellas de tequila después

Algunos estaban bailando, Liam estaba de cariñoso con Hayden, que al fin sé su nombre, Stiles y Malia se fueron a la casa de él, según dijeron que estaban cansados. Kira y Scott estaban bailando, Lydia y Matias estaban platicando mientras que mis hermanos estaban jugando fútbol afuera con Mason, típico de ellos. Y yo, estaba bailando con Jordan.

— Eres buena persona Romina y sera tu culpa si me corren — dijo cerca de mi oído y se estaba cercando más a mi hasta llegar a mi boca pero me alejé un poco.
— No Jordan Parrish, solamente como amigos ¿De acuerdo?— el bufo y seguimos con el baile, pero el alcohol hizo efecto y salio corriendo al baño. Gringos no soportan el tequila, pude notar que Theo estaba solo en la cocina jugando con la botella. Camine hacie el y tome asiento.

—¿Por que tan solo?— pregunté
—¿Ya terminaste de ligar con Parrish?— dejo la botella para observarme, yo solo me agunte las ganas de reírme en su cara
— Tranquilo celoso, solamente somos amigos — me cruce de brazos, volteo hacia mi y acaricio mi mejilla
— Eso es perfecto... — ahora él se estaba acercando, no se que hacer, así que no me moví y esperaba con ansias el beso. Cerré los ojos.
—¡Romina Guerrero! Vamos a bailar otra canción y me voy a casa— y llegó Jordan para interrumpir.
— Amigo, es mejor que te quedes, estas mal — se levanto Theo de la silla y me dio un beso fugaz en la mejilla. Abrazo a Parrish por los hombros para sacarlo de la cocina y llevarlo a un lugar seguro.

The Five |Theo Raeken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora