Parecía que estuviera muerta.
Los dos "amigos" me ayudaron a entrar y me acosté en el sillón, por fin algo confortable a comparación de aquella silla de madera en la estación. Los observe como se iban de la casa, mis ojos pedían cerrarse inmediatamente y olvidarme de la pequeña sobredosis de alcohol.
— ¡Rominaaa! — pero mis ganas de dormir se esfumaron. Los zapatos bajando por las escaleras me aturdía. —¿Dónde estabas? Estábamos preocupados — dijo Roberto acariciando mi cabello.
— Siendo un poco normal — observe a Mateo y él solo agachó su cabeza.
— ¿Quién te hizo eso? — ahora estaba enfrente de mí Matías, a él no le puedo mentir
— Choque y mi moto está destrozada — me levanté del sillón poco a poco — Sino les importa, quiero dormir un poco — hice un lado a mis hermanos y me dirigí hacia las escaleras.
Me agrada que les importe, aunque me tratan como si fuera una muñeca de porcelana que en algún momento me iré a romper pero soy una cazadora y sé cómo protegerme. Al llegar a mi amado cuarto, caí a mi cama rebotando un poco. La extrañaba, hace dos o tres años que no tomaba demasiado.
Un 15 de septiembre para ser exactos, el día que se celebra la independencia, es esencial para nosotros y más para aquellas personas que viven alejados de la selva llamada ciudad. En los pueblos se viven de una forma muy patriótica y colorida. Ahí estábamos, los Guerrero unidos para celebrar la fecha, hasta que mis primos me ofrecieron alcohol y fue que perdí el conocimiento.
|...|
Aquél sueño fue confortante, el reloj de la pequeña mesita marcaba las 1:30 p.m, me levante de mi cama para cambiarme por una ropa deportiva. Audífonos y mi ipod es suficiente para relajarme. Baje por las escaleras y me encontré a Rodrigo.
— ¿A donde vas? — preguntó con un pan en su boca.
— A correr, ¿Acaso no es obvio? — dije mientras caminaba a la salida.
— No vayas al bosque — me señaló con su dedo índice — Corre por el vecindario, si me enteró que fuieste rebelde te va ir mal —
— Si jefe — me lleve mi mano hacia la frente, como si fuera un soldado.Salí de la casa, me puse mi audífonos y seleccione el álbum de Adele, sus canciones son melancólicas pero suenan increíbles, esto no quiere decir que sea una mujer despechada
Estiramientos antes de correr, no quiero lesionarme si estoy cazando.
Empecé a trotar poco a poco, las calles estaban solas, me imaginaba a niños jugando en ellas, típico comercial acerca de los suburbios. Algunas personas me observaban con curiosidad, las señoras con mayor de edad se fijaban deseando tener de nueva cuenta aquel cuerpo que tuvieron en sus años de gloria y no falta los pervertidos. En mi camino se cruzó el chico del entrenamiento.— Romina ¿Cierto? — asentí y me quite los audífonos, observe detenidamente, algo raro pasa, nadie viene con un grandulón a sus espaldas.
— Aja... —
— Mira cariño, te daré una advertencia —intentó tomar mi mejilla pero me alejé un poco, él sonrió ante su intento fallido. Señalo al chico más grande y tomo mis hombros para estar enfrente de él — Siempre he sido capitán en los equipos que he estado, si tu querido hermano te escoge como líder, serás mi principal objetivo en matarte ¿Escuchaste? — bufé ante su amenaza, su semblanza cambió radicalmente, tomo mi cuello.
— Cariño, no me intimidas, me soportado mejores amenazas que las tuyas y te puede lastimar más que tu me puedes hacer, así que... ¡Suéltame! — dije entredientes, el grandulón me aventó a la cera, caí sobre las palmas y él sujeto de cabello castaño llegó conmigo, estaba preparando su puño para golpear mi mejilla.
— ¡Robin! ¿Qué sucede? —
— Liam y... —
— Kira — dijo la kitsune, sonriendo — Venga Romina, tengo que darte algo importante — se acercó a mí y tomo mi brazo para ayudarme a levantar, me solté de su agarre y corrí hacia Robin.
— Nunca debes de tocar a un Guerrero, sino ya lo verás en el campo — le guiñe un ojo, Robin y el sujeto de complexión robusta salieron de nuestra vista. — Bueno, aquí ya no hay nada que ver, me largo — di media vuelta y una mano en mi brazo detuvo mi paso.
— Tú vienes con nosotros Romina, estas herida — dijo Kira tomando mis muñecas para dejar a la vista mis palmas, era cierto, unos pequeñas heridas pero no era para tanto drama.
— Pero... —
— Nada de peros, tienes muchas cosas que decirme acerca de esas heridas en tu rostro — ahora era Liam que me daba un sermón, suspire y los seguí, eso no quiere decir que ahora seré nueva integrante de su manada ¡Para nada! Caminos por el vecindario, no sabía a dónde íbamos, ellos platicaban animosamente y yo siendo excluida.
Llegamos a una casa de estilo moderno pero no tan grande como la mía, seguimos por el caminito de piedras hasta llegar a la puerta. Kira abrió y en el interior se sentía una vibra relajada. Entramos en su casa hasta llegar a su cuarto
— Toma asiento — me ordenó Kira, para no tener tantos problemas hice caso y me senté en su cama — Liam, tráeme la caja de primeros auxilios — el hombre lobo tomo la caja de color blanca que está en el baño. De nueva cuenta tomo mis muñecas.
— Maldita sea en que mis manos sean delicadas — dije entredientes. Nunca me había pasado esto. Limpió las heridas con un pedazo de algodón y alcohol.
— ¿Qué te pasó Romina en tu rostro? — dijo Liam cruzándose de brazos, lo observé.
— Choque en estado de ebriedad, mi moto quedo destrozada, me llevaron a la policía. Para terminar, Stiles y Scott me llevaron casa —
— ¿Por qué no me llamaste? —
— Perdón Dunbar, estaba en estado de ebriedad, no recuerdo nada después de una botella de tequila — nuestras miradas se mantenían, tratando de que alguno sea el vencedor. Esa preocupación me recuerda a Daniel, mi mejor amigo, él me cuidaba demasiado, como si fuera su hermana menor. Al recordarlo, mis ganas de llorar se intensifican.
— Listo Romina — ahora mi mirada se enfocó en ella, solo asentí.
— Kira... — dijo una mujer de mayor edad entrando a la habitación, pero su mirada se posó en la mía — Una Guerrero en mi casa ¿Qué hace aquí? — sonreí y la salude.
Creó que no soy bienvenida en la casa Yukimura.
*****
Liam y Romina seria una excelente amistad ¿Que piensan?
¡Regresé! Lo siento por no actualizar, pero he estado trabajando y me siento cansada. Solamente me falta un mes y dos semanas despues... Escuela D:
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The Five |Theo Raeken|
Fanfictie¿Creen que Beacon Hills algún día va ser tranquilo? Nueva amenaza llega al pueblo, Los Guerrero, cazadores peligrosos que buscan a la asesina de su madre, La Loba del Desierto. No te conviene ser sus enemigos.