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—Este color resalta mucho tu piel

Era el décimo vestido que Lydia me muestra, es por eso que nunca voy de compras con las chicas porque hay diferentes colores para ellas. Yo solo tomo con lo mejor que me sienta sexy. Por cierto, tomo un color rosa.

—Por favor Lydia, para esta masacre, no me gusta el rosa. Te lo he dicho un millón de veces
—Lo siento Romina

Dejó el vestido en donde lo tomo, Kira apareció con uno de color amarillo.

—Este si resaltaría tu piel morena
—De acuerdo, si no me agrada seré yo quien escoja mi ropa ¿De acuerdo?        

Ambas asintieron, Malia estaba con su celular platicando con su amor o quien sabe. Tome el vestido amarillo y entre al vestidor, me quite la blusa para quedarme con el pantalón. Con trabajo, me puse el vestido por arriba de mi cabeza. Me lo acomodé, tenia una abertura en los costados. Kira tenia razón, este color es el adecuado, tengo recuerdos vagos de haberme puesto un vestido, los pantalones eran mi uniforme de cada día. Salí del vestidor para que las chicas observaran mi decisión. Kira, Lydia y Malia se quedaron boca abiertas. 

 —Ro... ¡Te queda fabuloso!—dijo Lydia llegando conmigo y tomo mi hombro—Enserio que ese color te acomoda, así que quitatelo y dámelo para pagarlo—
—¡No!— negué rápidamente—Yo lo pagó, es mío y lo voy a usar apropiadamente—
—No me importa lo que digas Romina Guerrero, lo voy a pagar aunque no te guste, así qué, date prisa

Volteé a ver a Kira para que me ayudará a convencer a Lydia de que ella no lo pagará.

—Yo que tú, se lo daba

Rodeé los ojos, gracias Kira por ayudarme, regresé al vestidor ya que no tenía opción. Me quite el vestido, en verdad que era lindo, me puse mi blusa y salí de nueva cuenta para encontrarme con las chicas. Se lo di a Lydia en sus manos, ella me mostró una sonrisa de triunfadora. Malia me entregó mi mochila, la banshee fue a la caja para pagar y nosotras la seguimos. De pronto sentí una vibración en mi chamarra, busqué en ella mi celular y al ver el dueño del dicho mensaje, sonreí levemente.

«Ansio mucho que llegué el día y la hora para verte»

Era Theo, guardé de nuevo mi celular, no pienso en contestarle y que tengo más ansias.

—Listo Guerrero, es regalo de tu futuro cumpleaños

Lydia me entregó una bolsa de color café, en ella venía el vestido.

—Gracias

Ella sonrió y caminamos hacia la salida de la tienda, ahora quiero llegar a mi casa y dormir hasta el día siguiente... ¡Estoy cansada!
Nos dirigimos al estacionamiento para buscar el auto de Lydia, yo tomé asiento en la parte trasera con Kira. Mientras que Malia tenía que soportar ser la copiloto. Salimos del centro comercial, era un poco tarde y las calles un poco solitarias, esperaba que ninguna criatura saliera por los arbustos y nos atacará. Corrimos con suerte hasta dejar a Yukimura en su casa y al último a Malia.

—Gracias Lydia por todo, lo digo enserio

Bajé del auto con la bolsa de mi vestido y mi mochila.

—No hay de qué, nos vemos luego

Cerré la puerta y esperé unos segundos hasta que se perdiera un poco. Me dirigí a mi casa, entré y no había nadie, de seguro se fueron a una noche de chicos. Subí por las escaleras para ir a mi habitación, dejé el vestido con delicadeza en la silla, me puse mi pijama y a dormir, estoy muy cansada.

✖✖✖

—¡Rominaaa!

Escuché mi nombre retumbando en mi habitación.

—¡Romina Guerrero!

Y la segunda vez fue enserio, salí de las sábanas para dirigirme con la voz que me llamaba, me asomé por el barandal y era Lydia, fresca como un pétalo. Bajé por las escaleras para llegar enfrente de ella.

—¿Qué haces aquí Lydia? Déjame descansar un poco más, por favor
—¡No! Hola es tu día de cita— dijo y dejó una pequeña maletita en la mesa de vidrio.
—Que hermoso, mi hermanita tendrá cita— llegó Matías y tomos mis mejillas para estrujarlas—Hey Lydia Martin... ¿A qué tengo el honor de tu presencia en mi casa?— me soltó y se dirigió hacia ella y tomo su mano para depositarle un beso. Lydia rodo los ojos, a mí no me engañan... Ahí hay algo.
—Vine por mi amiga, para que esté radiante en su cita con Theo

Quitó su mano cerca de los labios de Matías, a él no le quedó otra opción en regresar a la cocina.

—Bien... Amiga, ponme bella

Tomé asiento en el sillón, mientras que ella sacaba cosas y más cosas de esa maletita rosa. Cerré los ojos para relajarme un poco. Sentí como los lápices, rubor, labial y otras cosas, pintaba sobre mi cara.

—¡Listo! Te ves excelente, ponte tú vestido

Abrí los ojos, asentí y me levanté del sillón para subir de nuevo a mi habitación. Tomé la bolsa para sacar el vestido, lucia perfecto, sin ninguna arruga. Con trabajo, me lo puse y busqué unos tacones blancos en mi closet. Unos cuantos arreglos en mi cabello y estaba lista... Me quedé estática enfrente del espejo, era otra Romina, una que quiere ser normal y que nunca hubiera querido ser una cazadora y teniendo a sus padres por más tiempo a su lado. Suspiré y salí de mi habitación.

—¡Rominaaa! Tu chico está aquí

Gritó Mateo, otro suspiro y bajé por las escaleras. Note a Theo que llevaba uno traje negro con una camisa blanca, ¿Desde cuándo la cita se volvió algo formal?

—Más te vale que mi hermana llegué temprano y en sus cinco sentidos— comentó Roberto, con actitud de hermano mayor
—Por supuesto
—Tranquilos chicos, yo me sé cuidar

Interrumpí, tomé la mano de Theo para salir de casa. Su contacto era muy cálido, llegamos a su camioneta y me abrió la puerta. Rodeó el auto para subir al asiento del piloto.

—Antes de irnos, tengo que decirte que luces hermosa, no te lo dije adentro—señalo mi casa—Porque tus hermanos me dan miedo—
—No te preocupes, tu luces genial

Sonrió y arrancó el auto para irnos al cine.

The Five |Theo Raeken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora