The Five |Theo Raeken|

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Theo Pov's

Corrí hacia ella, estaba inconsciente y la sangre le brotaba de la nariz.

— Romina, despierta — le di leves golpecitos en sus mejillas para que reaccionará.
— ¿Qué hacemos? — preguntó la profesora aterrada, como si estuviera muerta Romina. Alrededor de mi había una bola de alumnos observando la escena
— Theo... — sentí una mano en mi hombro, levante mi mirada hacia Liam — Hay que llevarla a la enfermería — asentí, con cuidado la tome en mis brazos, camine hacia la salida.
— Cuídenla chicos — suplicó la profesora, su mirada mostraba preocupación por ella, por una simple alumna que apenas conocía hoy.

Liam camino enfrente de mí, guiándome a la enfermería. Entramos a la habitación, no había nadie en la recepción, así que fuimos donde estaban las camillas.
La doctora estaba con un chico curando su brazo, dio media vuelta para observarnos.
— Dejen a la chica allá — señalo la camilla a lado de la ventana. Accedí y con cuidado la acosté — ¿Que le paso? —
— Se desmayo y le empezó salir sangre de la nariz — dije
— ¿Tiene algún familiar en la escuela? — dijo, tomo un toalla mojada para ponerla en su frente y me entregó un pañuelo — Ten, límpiale la sangre —
— Si, tiene un hermano — respondí — Es Mateo —
— Se quién es, iré por él — salió Liam, él otro chico igual salió ya curado con su brazo envuelto por una gasa.
— Enseguida regreso chico — acompaño a su paciente a la recepción y yo me quedé con ella.

Parecía diferente a la chica que conocí en Ciencias o en los pasillos. Parecía más tranquila y sin preocupaciones, limpie la sangre arriba de sus labios.

— ¡Romina! — entró Mateo con otro sujeto. — Theo... — me observo — Gracias por ayudarla — tomo mi hombro, asentí y fue con su hermana.
— Gracias amigo, soy Matías, su otro hermano — sonrió

¿Cuantos Guerrero hay en Beacon Hills? Fui a tomar asiento junto a Liam, esperando a que despierte o que estuviera estable.

— Tenemos que hablarle — hablo Matías.
¿A quién van a hablarle? ¿A su novio?
— Pero nos matará, literal — dijo Mateo. Su hermano lo observó de mala gana y suspiró — De acuerdo, lo llamaré — saco su celular, él me observo y cambie mi mirada de posición.

Hablo con él, afuera del cuarto para más "privacidad". Al parecer, Matías adoraba a Romina, como si fuera su tesoro y que haría todo lo posible para mantenerla a salvo...Amor de hermanos, algo que yo no he tenido.

— Ella es mi hermana cuate ¿Saben que significa? — tomo su mano y nos observó. Ambos negamos — Que nacimos el mismo día, hora diferente incluso minutos —
— ¿Cuantos hermanos son? — pregunto Liam.
— Somos 5, ella es la pequeña — acarició su frente.
— Listo, enseguida llega — entró Mateo.

Ambos nos quedamos con los Guerrero, tenía intriga por quien iba a llegar más tarde. Necesitaba información de ellos, saber porque están en Beacon Hills y su propósito.
Y lo más importante, si son amenaza para nosotros y con eso ganarme un poco más de confianza por parte de Scott.
Llegó el hombre que tanto misterio me consumía, Romina estaba despertando poco a poco.

— ¡Hermana! — llegó con ella a abrazarla, y había otro sujeto en la puerta cruzado de brazos ¿Hermana? Pensé que era su novio.
— Todavía no muero — dijo ella, tomo asiento a la orilla de la camilla. La doctora entró.
— Veo que la señorita Guerrero está bien, solo era estrés y deshidratación, puede irse — y salió para dejarnos.
— Roberto, ellos ayudaron a Romina —
— Gracias, Ro — observó a su hermana — Agradéceles —
Me siento héroe por ayudarla y traerla aquí. Ella nos miró entrecerrando sus ojos. Y camino hacia la salida.
— ¡Romina Guerrero! — y se paró en seco, como si fuera una orden — ¡Ahora! — dio media vuelta.
— Gracias — rodó los ojos y regresó a su camino. Los chicos salieron del cuarto, Roberto me dio una palmadita en el hombro, me quede a solas con Liam.

— Fue raro, como si fuera él líder — dijo el beta.
— Exacto, como un Alfa —

No serán... ¿Hombres Lobos? Pero su olor no los descubrió o será que lo ocultan a la perfección o solo son simples humanos.

Romina Pov's

Quien se creé Roberto en darme ordenes enfrente de un beta y un quimera. Rodrigo me dio su chaqueta, salimos de la escuela.
Camine hacia mi moto para irme en ella, pero Scott y Stiles estaban a lado de mi bebé.

— ¿Es tuya? — pregunto Scott
— Si es mía... ¡No la miren! ¡Ni la toquen! — los señale, me subí en ella pero unos brazos me cargaron para bajarme de mi bebé.
— Oh no hermanita, yo me llevo tu moto y tu iras en el coche — se burló Rodrigo de mí, como perrito castigado me subí al auto del asiento trasero. Ser la hermana pequeña tiene sus pros y contras.

|...|

— ¿Que pasó en la escuela? — estaba sentada en el sillón, la interrogatorio de Roberto me daba miedo, nunca lo había visto tan enojado.
— Me dormí en clase — suspiré— Soñé con mi padre — mis hermanos se paralizaron — ¿Ya me puedo ir a correr? —
— Sí, pero no regreses tarde — una leve sonrisa salió de Rodrigo, me dio una palmadita en el hombro. Odio que se enojen por una tonta pesadilla, no son reales, salí de la casa y me puse mis audífonos.

Corrí hacia el bosque, quería un poco de acción y Major Lazer sonaba. No vine sola, mi pequeña pistola me hace compañía.
Quería seguir con la investigación por mi cuenta, solo por hoy, escuche unos pasos atrás de mí y saque mi arma para protegerme.

— Stiles y Scott ¿Que hacen aquí? ¿Me siguen acaso? —
— No... — bufo Stiles — Solo venimos a tomar aire ¿Sabes? — guarde mi arma.
— Te protegimos — hablo el alfa, sonando importante su acción.

— ¿Protegerme? — solté una carcajada y me crucé de brazos — Soy una cazadora, se cuidarme — empecé a caminar de regresó a casa.

— ¡Nos debes una! — grito Stiles, rodee los ojos.

Estos chicos son una molestia.

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Rodrigo Guerrero en Multimedia