12

671 36 6
                                    

Ese pequeña pelea en la escuela y no saber quien quiere nuestras cabezas, me estresa un poco, tenemos que conseguir más pistas sobre ella antes de que nos maté. Bajé al comedor para desayunar.

Roberto había cocinado, no es sorpresa ya que él es el cocinero de la familia. 

El olor a café huele delicioso, pan calientito que me dan ganas de quedarme para acabarme aquella canasta llena de pan y no falta los huevos revueltos en la mañana, esto si es desayuno. Pero no dejo de pensar en aquella amenaza. Tomo el tenedor y juego con la comida, teniendo mi mirada perdida. 

  — ¿Que tienes Romina? —  me preguntó Rodrigo aventandome un pequeño trozo de pan hacia mi cara. Sacudí un poco mi cabeza y observe al culpable.
Lo que pasó ayer en la escuela, aquel hombre lobo que quería mi cabeza — dije, me lleve un bocado a mi boca y luego tome un poco de café
Es curioso lo que nos contaste de que quieren nuestras amadas cabezas— continuó Mateo.

Les conté de la pequeña pelea, parecía un cazarecompensa, ahora me imaginó todos los seres sobrenaturales que nos quieren muertos. Pero no me da miedo, soy una Guerrero, al término de mi desayuno me levantó de la mesa y tomo las llaves que están cerca de la puerta en una mesita redonda muy colorida para darme una vuelta en Beacon Hills.

Theo POV's

Scott, Stiles y Liam me contaron que dejaron con vida aquel hombre lobo que atacó a Romina en la escuela y que no le dijera nada. Iba paseando por el centro y me metí a un establecimiento de helados, pero la vi recibiendo su pedido.

No te preocupes, yo pagó — tome su hombro y ella se sobresalto casi tirando su helado — Yo quiero uno igual, chico de dientes blancos — él asintió y tomo el billete que saque de mi cartera para dárselo.
Mientras yo la observaba mientras comía.
¿Que me ves?— dijo alejando el cono de boca y se recargo en el mostrador para verme. — ¿Me estas siguiendo Theo Reaken?
Levante mis manos al aire,prefiero a la chica que se encontraba tranquila en enfermería pero esta actitud de chica ruda me encanta.
Para nada— tome mi helado — Solo quería ser un caballero invitándote uno y... ¿Podemos caminar mientras hablamos? — entrecerro los ojos y lo pensó un momento.
No — sonrió y salio de mi vista para caminar hacia la multitud, esta mujer es muy difícil.

Corrí para alcanzarla.

Al menos te llevó a tu casa — dijo y tome su muñeca, ella solo bufo
Solamente aceptó porque no tengo a mi bebé — abrí los ojos de más, no sabia de que me hablaba —  ¡De mi moto!

Reí, un momento pensé que en realidad tiene un bebé real, de carne y hueso. Me puse a la par para guiarla hacia mi auto, mientras nos terminábamos el postre. Al llegar, le abrí la puerta del copiloto y yo rodeaba la parte delantera para llegar al lugar del piloto, arranque el auto y algo de música para que este momento no sea tan incomodo. 

¡Por fin! Puedo compartir un momento a solas con Romina, por desgracia, teníamos que pasar por la carretera más solitaria de Beacon Hills. Di una vista rápida hacia ella, estaba distraída observando por la ventana. A lo lejos se veía una bulto, frene de golpe.

¿Que sucede? — volteo a verme
No sé hay algo estorbando el camino, yo voy, no te bajes... — pero ella abrió la puerta para ser la primera en averiguar, seguí su acción y me acerque al bulto. Eran varios cuerpos humanos sin vida ¿Que diablos?
Theo, quedate aquí — dijo ella sacando una pistola atrás de su pantalón y se puso en guardia para entrar al bosque. Por segundos ya no la vi, quiero confiar en ella así que, espero por unos minutos en el cofre de mi auto. Pero un grito escalofriante que recorrió mi cuerpo, me hizo reaccionar, entre al bosque para correr lo más rápido que podía.  

En el camino me encontré con algunos cuerpos, sin saber la razón, mi cara se transformó para enfrentarme a la bestia que había atacado a mi Romina. A lo lejos parecía un hombre en llamas, solo uno puedo hacerlo... Parrish. Me acerque más a él y en sus brazos la tenía a ella, protegiéndola de alguien. 

  —  Yo la llevó al hospital —  dije más tranquilo, Parrish me observó con mala gana y al final aceptó. Era mi turno de llevarla en mis brazos.  

|...|

Habíamos llegado al hospital, abrí la puerta trasera para tomarla de nuevo, en su cara tenía pequeños rasguños cuando la vi en clases pero ahora tenía más. Era muy tarde para estar aquí, al entrar fui en busca de la mamá de McCall. 

  — Tú... —  dijo al verme atrás de recepción. 

—  Eso ya fue el pasado, necesito ayuda —  hice una leve inclinación hacia Romina que estaba inconsciente, rodeo el mueble para tomar el pulso.

  —  Pobre chica, llévala a aquella habitación —  señalo la última puerta del pasillo, yo asentí. Su madre aún tiene rencor hacia mí porqué casi mato a su hijo, pero ya fue el pasado y cambie por mi bien y no quedarme solo para la eternidad. Llegué a la habitación y la deje en la camilla, Melissa llegó atrás de nosotros. Tomo su muñeca, su ritmo cardíaco y acarició su cabello, como si fuera su bebé. — Esta bien, pero estos rasguños en su cuello y brazos no son muy profundas, solamente un poco de alcohol y sanará, no hay que preocuparse. Acaso... ¿Es un coyote o algo parecido?— si, ella sabe mucho de nosotros. 

  — Es una cazadora, de la familia más peligrosa —  dije para acercarme a Romina

—   De acuerdo, mañana tiene el permiso para salir, cuídala — me señalo y salió de la habitación. De pronto, tomo aire de un solo golpe y se levantó de la camilla para salir. ¿Que le pasa? antes de que saliera, tome sus muñecas y ella tenía la vista asustada.

  — ¡Romina! —  la sacudí para que reaccionará

—  Van a venir por nosotros, nos quieren muertos, los Berserk, trabajan para ella... — dijo cosas sin sentido y la abrace para que se tranquilizará. Ella abrazó mi cintura para recargar su cabeza en mi pecho, estaba llorando. Acaricie su cabeza y le di un pequeño beso — Vienen a matarnos... A todos — 

¿Que sucedió con aquellos Berserk en la vida de los Guerrero? 

Matías POV's

Romina salió a divertirse, así que yo también tenía derecho. 

Una melena de color rojiza apareció de la nada en mi travesía a un club nocturno.
—  Hola Lydia —  dije alcanzándola — ¿A donde vas tan solita?—   
¿Por qué lo dices?— ella solo siguió caminando hacia el estacionamiento con prisa.
Lydia... ¿A donde vas?
¿No te importa tu hermana?— volteo a verme, esa pregunta era adecuada para que la dejará en paz
¿Que tiene Romina?— me quedé perplejo, a mi hermanita nadie la toca.
Esta en el hospital, sube al auto — me ordenó.

Adiós oportunidad de conquistar a Lydia Martin.

The Five |Theo Raeken|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora