CAPITULO 10

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-¿Qué?- pregunté mirando a mi padre y a Will.

-Te lo contaré todo, pero no me interrumpas por favor.- me dijo mi padre.

-Sandra era la novia de Mikel, el padre de Will. Ambos se querían mucho, pero algo cambió todo. Sandra se quedó embarazada y pensaba abortar, no podía permitirse esos escándalos, después de lo que le costó estar en lo alto de mundo empresarial. Mikel obligó a Sandra que tuviera ese bebé. Cuando nació, Sandra decidió que lo correcto era dejarlo a cargo de su padre, mientras, ella se fue dejando una nota. Decía que no podía aguantarlo más y que debían terminar. Al poco tiempo ella se casó con Dimitri y Mikel, quiso abandonar ese bebé, pero le pedí que no lo hiciera. Mikel se quedó destrozado pero rehizo su vida y se casó, aunque su mujer murió al tener a su hijo, Will.

-Y yo soy ese bebé.¿ verdad?.- pregunté mientras se escapaban algunos sollozos imposibles de reprimir.

-Si cariño, y bueno como sabrás yo soy tu tío, en realidad, pero para mi eres mi hija, siempre te he querido muchísimo, eres lo más importante para mi.

-¡ No mientas más! Por favor... no me mientas.- dije susurrando mientras me abrazaba a mi misma.

-Bueno tengo que irme.- dijo Sandra.

-¿ a dónde crees que vas, mamá?.- pregunté sarcásticamente poniéndome en pie. Le agarré del brazo para que no se fuera, no podía abandonarme de nuevo.

Sandra salió del agarre y me abofeteó.

-¿qué crees que haces?- respondió Will mientras se acercaba a mi.

-Me arruinaste la vida. Estuve en depresión por tu culpa, así que no me digas mamá.

-Y yo me pasé parte de mi vida creyendo que mi madre estaba muerta.- dije mirándola a ojos.

-Cariño, vámonos.- me pidió Will.- te dije que no era buena idea.

-¿Pero se puede saber que haces?.- estaba entrando en cólera.- quieres ir de digno y tu tienes la misma culpa que ellos dos. Sabías lo que pasó y no me lo contaste.- No podía parar de llorar. No podía más.- tengo que irme de aquí.

Salí corriendo de allí. Cuando lleguéa la calle, Will me alcanzó y me intentó abrazar por detrás, pero lo único que recibió fue una patada que lo hizo caer. Corrí hacia un taxi y me fui. Cuando llegó al hotel, vio como iba haciendo la maleta.

-no hay vuelos por la noche.

-Lo sé, es para salir temprano y no verte la cara.- tenía los ojos rojos e hinchados. Todo era su culpa.

-Lo siento. Perdoname, por favor.- me dijo mientras le empezaba a temblar la voz.

-No Will, vete.

-Tengo que dormir en algún lado.

-Pues me voy al sofá.- dije mientras cogía una manta.

Ambos pasaron la noche en vela, no podían dormir. Las horas pasaban y no había manera de que amaneciera. Los sollozos de Ángela despertaron a Will, que se había quedado traspuesto.

-no llores, por favor.- le susurró mientras la cogía en brazos y la dejaba en la cama junto a él. Estaba dormida, pero aún así lloraba en sueños.

-Estoy contigo...- le repetía mientras le acariciaba el pelo.

Pasaron un par de horas y el despertador sonó. Will lo apagó con cuidado de no despertar a Ángela, pero fue demasiado tarde, empezó a abrir los ojos. Ambos nos miramos a los ojos y me levanté para ir al baño a asearme. Cuando los dos estábamos listos, cogimos las maletas.

Nuestro Destino Era Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora