CAPITULO 22

13 4 0
                                    

Ya habíamos podido instalarnos en la casa donde nos quedaríamos esta semana. Habíamos planeado los días para ver algo de Mallorca por la mañana y poder pasar la tarde y la noche de fiesta.

Fue una gran semana, ya solo nos quedaban un par de días. Era muy triste. Todo lo bueno se acaba.

-termina de arreglarte, no vamos a llegar a la reserva.- dijo alzando la voz desde fuera de la habitación.

-Ya casi estoy, cinco minutos.- respondí yo muy entusiasmada.

Will había reservado en un restaurante de la zona. Era algo lujoso, así que tuve que ir a comprarme un vestido que diera la talla. Era de color rojo con tirantas muy finas, simplemente precioso y unas cuñas negras a juego con mi cartera fue el complemento final. Decidí dejarme el pelo suelo y maquillarme un poco. La ocasión lo merecía.

Cuando salí de la habitación vi a Will con un traje de chaqueta, aunque sin corbata. "Que guapo estaba".

Fue verme y se le iluminaron los ojos. Le brillaban de alguna manera muy especial. Me encantaba.

-estas preciosa.- dijo dándome un beso

-tu estas muy guapo también.- respondí yo, mientras le daba la mano y salimos en dirección al restaurante.

Fue una cena tranquila e increíble. Hablamos de todo. Me encantaba que aprovechara cualquier momento para lanzarme un piropo. Al terminar nos fuimos dando un paseo por la orilla de la playa. El agua, a pesar de ser transparente por la mañana, se veía oscura y limpia por la noche.

Me quité los tacones para ir más cómoda. Cuando andamos durante un largo rato en un silencio, cómodo a decir verdad, nos sentamos.

-esta noche es espectacular.

-Ya te digo, tengo a la chica más bonita a mi lado. No puede ser mejor.- dijo haciéndome sonrojar.

Ambos nos miramos y tuvimos el deseo de besarnos. Noté que Will se había quitado la chaqueta y me intentaba quitar el vestido. A los pocos segundos estábamos en ropa interior.Tenía que estar muy nerviosa porque respiraba atropelladamente.

-si quieres paro.- dijo preocupado.

-No, quiero que seas el primero.

-Nunca....- le negué con la cabeza y le besé para que siguiera.

Llevábamos horas mirando como las olas subían y bajaban. Estuvo muy atento conmigo, fue perfecto. Decidimos irnos de allí y volver a la casa a dormir, el día de mañana,iríamos a la ciudad y por la tarde estaríamos cogiendo un avión para volver.

Cuando llegamos a nuestra habitación,nos cambiamos de ropa y nos fuimos a dormir.

-¿estas bien?.- me preguntó al mismo tiempo que pasaba su brazo por mi cintura para abrazarme.

-Estoy mejor que nunca. Gracias por cuidarme tanto.

-Te quiero muchísimo Ángela. No puedo evitarlo.

-Pues no lo hagas.- dije mientras me acurrucaba a el, todavía más.- te amo.

-Te amo.- respondió mientras cerrábamos los ojos queriendo recordar aquella fantástica noche en la playa.

Nuestro Destino Era Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora