CAPITULO 20

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Habían pasado algunas horas desde que la enfermera le había dicho a los chicos que la hora de visita se había terminado. Las agujas del reloj, a pesar de no ser un sonido molesto, me martilleaban la cabeza. Intenté levantarme pero me di cuenta de donde estaba. Algo adormilada, intenté apoyarme en la cama para incorporarme, pero mi mano estaba sostenida por otra.

Alguien dormía junto a mi, no podía verle la cara. Pensé en hacerme la dormida, pero que mas daba. El chico empezó a moverse, se estaba despertando.

-vaya, por fin despiertas. Que susto me has dado. Me dijeron que viniste a verme y cuando fui a buscarte estabas aquí. Menudo recibimiento.

¿De qué estaba hablando? Estaba algo oscura la habitación, pero los ojos verdes del chico se podían ver con facilidad que la miraba fijamente con una amplia sonrisa.

-no se si quieres o no seguir adelante, pero me da igual, yo te quiero.- y dicho esto me besó.

Comencé a respirar agitadamente.Cuando iba a decir algo, entró la enfermera. Revisó que todo estuviera bien.

-bueno, el alta te lo darán mañana, tienes que estar en observación esta noche, en cuanto a ti.- dijo señalando al chico.- tendrás que estar un par de días más, si todo va bien podrás irte.

Cuando la enfermera se fue, me miró de nuevo.

-he visto la rueda de prensa que has dado. Has sido muy valiente. Me ha gustado mucho el final, cuando has dicho que te estaba esperando. Te echaba de menos.

-Sueltame la mano.

-¿qué pasa?.- dijo preocupado.

-Pasa que acabo de despertar, estoy agotada y vienes tu... ¿quién eres tu?

-¿cómo qué quien soy yo? Entiendo que estés enfadada por lo que pasó, pero se supone que ahora tenemos que vivir felices y comer perdices juntos.

-Dónde está mi padre.- estaba asustada, ¿qué estaba pasando?- por favor llama a mi padre.

-Tu padre está trabajando. Oye, escúchame, ya te has hecho la graciosa, pero me está molestando tu broma. Te importaría comportarte...

-no tienes derecho a decirme nada, tu has empezado.- comencé a decir enfadada.- me das un beso, me dices que no pasa nada, pero si pasa. No te conozco, vete ahora de aquí.

Comencé a ponerme más y más nerviosa, ya no lo podía controlar. El chico se levantó y corrió al pasillo para llamar a un médico. Al entrar me pidieron que me tranquilizara, pero nada... lo último que vi fue al chico de ojos verdes agarrándome la mano mientras el sueño me invadía otra vez.

Nuestro Destino Era Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora