CAPITULO 21

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-está algo débil, pero no hay de que preocuparse, es fuerte.

-Pero cuando despertó no me reconocía, ¿cómo es eso posible?

-No sabremos nada hasta que despierte.

Pude escuchar la conversación, aunque parecía lejana. Me intenté levantar y conseguí sentarme en la camilla.

-hola cariño, ¿cómo estas?.

-Hola papá. No se que me ha pasado.

-Qué es lo que recuerdas.-preguntó alguien, mi doctor.

-Recuerdo estar en Italia, haciendo una rueda de prensa y también que llegué aquí al hospital, pero no se que más pasó.

-Vale... no está mal.- dentro de un rato te haremos otro reconocimiento.

-Muy bien, gracias.

Cuando el médico salió, me volví a tender en la cama, estaba mareada. No sé que habrá pasado, pero tuvo que ser grave por la cara de mi padre.

-cariño me gustaría estar más tiempo aquí, pero me esperan en la empresa. Lo siento mucho de verdad, pero me voy más tranquilo sabiendo que tus amigos están fuera esperando a entrar.

-Vale, no importa. Cuando salga de aquí, te llamaré y te iré a visitar.

Terminamos de despedirnos y por fin estaba sola. Me dolía mucho la cabeza. La puerta se abrió dejando pasó a un par de médicos. Me explicaron que debían hacerme un estudio del cerebro para ver si todo estaba bien. Cuando terminaron, volvieron a llevarme a mi habitación.

Alguien me esperaba dentro.

-hija, me he enterado de lo que te ha pasado. ¿estas bien?.- dijo aquella mujer.

-¿Desde cuándo tienes tanto interés por mi?. Te recuerdo que me abandonaste. Quiero que te largues.

-Pero.. he venido a verte. Tengo todo mi derecho.

-Perdiste ese derecho hace mucho.

-Mira, no quiero alterarte, pero quiero que seamos una familia.

-¡estas loca! Después de todo lo que has hecho. Largate de aquí y no vuelvas más.- dijo gritándole.

La puerta de la habitación se abrió de golpe. Varios chicos entraron en ella.

-le ha pedido que se vaya, ya sabe donde tiene la puerta.- dijo uno de ellos.

-Ya veo que ha venido la tropa. Me voy ya.

Por fin salió y se fue. Todos me miraban con los ojos abiertos.

-podéis darme un abrazo, se quienes sois.- dije riendo.

Todos se acercaron felices de que estuviera bien. La puerta volvió a abrirse, entró un chico muy guapo de ojos verdes. Tuve que taparme la boca para no gritar.

-tranquila, no te asustes. No se si te acuerdas de mi o no. Fui el que te dio un beso antes de que te desmayaras. Tuvo que ser increible porque llevas dormida un par de días.- dijo con una sonrisa triste.

-Lo has tenido que pasar muy mal por mi culpa.

- ¿ a qué te refieres?.- preguntó acercándose a mi camilla para sentarse al lado mía.

-Es que debe ser duro darte cuenta de que la persona a la que tanto quieres no te reconoce, ¿no crees... Will?.- sonreí por su cara de sorpresa.

-¿sabes quien soy?.- ante esa pregunta solo pude asentir.- me alegro que estes bien, llamad a un médico. Tenemos que decírselo.

Me acerqué a él como pude y le besé.Lo besé con tantas fuerzas que el choque de sus dientes con mis labios me hizo un pequeño corte, pero no paré. Por fin estaba todo bien.

Estuvimos hablando durante mucho tiempo, había despertado cuando yo me desmayé. No pasó demasiadas cosas interesantes. Le conté que fue Allyson la que hizo lo del coche, mientras el resto de nuestros amigos se habían tenido que ir ya a sus vacaciones familiares.

-creo que era importante que lo supieras. No se si querías poner alguna denuncia. Yo no lo hice.

-Pues yo tampoco lo haré. Me basta con saber que dentro de un par de horas te darán el alta y podremos irnos a Mallorca.

-¿Mallorca?

-Si hace un rato confirmé la reserva de una casa alucinante, tiene piscina. Estaremos una semana.Quería pasar estas vacaciones contigo, aunque fuese solo una semana.

-Gracias cariño.- le dije antes de besarlo.

Nuestro Destino Era Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora