CAPITULO 11

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No podía ser verdad, ¿amor?. Ya no eran nada, solo quería olvidar y de pronto me suelta eso. Will me estrechó fuerte entre sus brazos intentando que no me fuera. Lo había pasado muy mal separado de ella.

-creo que es mejor que te vayas.

-¿por qué?.- dijo preocupado.

-Es que... es tarde y quiero descansar, en una semana empezamos las clases, ¿recuerdas?.

-No, ahora nos vamos de fiesta.

-No tengo ganas Will.- respondí sin pensarlo.

-Bueno pues me quedo aquí contigo mientras cantamos canciones y bailamos.

Y así hicimos. Pasamos toda la noche gritando y bailando como si hubiéramos bebido. A las cinco de la mañana estábamos reventados y decidimos descansar. Nos sentamos en el sofá con la respiración acelerada. Al poco tiempo Ángela se durmió.

Will se quedó observando su rostro. Era perfecta. Sus mejillas sonrosadas, sus largas pestañas, su pelo castaño cayendo por su cara... Will tomó el mechón de pelo que la tapaba y se lo apartó de la cara. Al cabo de los minutos se sintió cansado. La tomó en brazos y la tumbó en la cama. Quería dormir con ella pero no sabía si era lo mejor, así que dándole un beso suave y tierno en los labios se fue dejándole una nota: " que duermas bien, angelito".

A la mañana siguiente, me levanté con una sonrisa en el rostro. Me di cuenta de que había una nota en la mesilla. La leí y sin querer se me cayó al suelo. Esto no puede pasar, que van a pensar todos. Cuando vengan de las vacaciones empezaran los rumores. No quiero pasarlo mal como en el colegio y menos por culpa de Will, otra vez. Lo mejor era olvidarlo, me iba acostar trabajo pero lo haría, por el bien de él y el mío propio.

Hacia mucho tiempo que no iba a correr,así que me puse ropa de deporte y salí de la universidad. Comencé a correr con la música a todo volumen. Un brazo me frenó. Me giré nerviosa y con miedo pero vi que era mi padre, bueno su tío.

-hija, he venido a buscarte, tenemos muchas cosas de las que hablar.

-¿Will también te ha avisado de que voy a correr? Si quieres le dejo mi horario para...

-¡para ya! Fue un error, pero yo no tuve la culpa, quieras o no tu padre es Mikel, pero quien estuvo cuidándote fui yo, quien estuvo en tus peores momentos y en los mejores fui yo. Yo soy tu padre, ¿no lo entiendes?

-El que no entiende nada eres tu. Ahora solo eres mi tío, y no se si considerarte así, me lo ocultaste todo. Hubiera sido más fácil que me hubiera enterado de todo cuando ocurrió, pero fuiste un cobarde al igual que la señora esa que tiene mi sangre. Obviamente me hubiera enfadado pero no hubiera pasado lo que está pasando ahora.

-Lo siento. No sabes cuanto. Pero esto ya es pasado. Tienes que perdonar, siempre has sido una cabezota.- me dijo con una sonrisa triste.

Comencé a llorar, lo estaba tomando por costumbre, y abracé a mi padre, sí, MI PADRE.

-se que lo que hiciste estuvo bien, yo lo sé. Para mi hubiera sido difícil también, pero me duele mucho.

-Lo entiendo, hija...

-te quiero muchísimo papá.- al oír eso, me estrechó más fuerte entre sus brazos.

-Ahora tengo que irme, pero prométeme que hablaremos a menudo. Siento no poder estar contigo.

-No importa, estoy acostumbrada. No te preocupes.

Ambos nos despedimos y cada uno retomó su camino. Ya volvía a la universidad. Me tocaba esperar en mi querido sofá otra semana más y luego empezaría a estudiar, eso sí,no volvería a hablar con Will, por lo menos lo intentaría.




Nuestro Destino Era Estar JuntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora