Robert en multimedia :3
Sentí que alguien picaba mi cara con algo muy duro.
—¡Brown's! —escuché gritar a Indiana.
¿Brown's?
Poco a poco empecé a abrir los ojos y los volví a cerrar por los rayos del sol.
Maldita Franklin que se le ocurre abrir las ventanas.
—¡¿Alguien puede cerrar esa puta ventana?! —gritó Lucas.
¿Lucas? ¡¿Qué hace Lucas en mi habitación?!
Me senté de golpe y abrí los ojos.
Mierda...
Miré a Lucas. Estaba hechado boca abajo con la cara en la arena.
Mierda mierda mierda, me quede dormida
Miré a Indiana y le sonreí tímidamente.
—¡No, señorita! —gritó.
—Vamos, Indiana, ¿por qué me gritas? —dije haciendo un puchero.
—¡Nos ofrecimos a acompañarte! ¡Y tu decidiste qudarte con este... Con este...
—Lucas —fruncí el ceño y ella también.
—Y, tu qué, ¿eh? —dijo.
Me pare.
—Indiana, no seas infantil —voltee a verla, estaba enojada, pero era muy patético que lo esté—. Te quiero.
Ella me miró.
—Si me prestras el short negro, quizá te...
—¡¿Hiciste esto por el short negro?! —grité, y sonrió—. Esta en mi maleta.
Sonrió y estaba a punto de irse, entonces volteo y dijo:
—Ah, Alexis. Franklin está furiosa.
—¿Por qué? —pregunté burlona.
—Porque... Prácticamente dormiste con su chico —dijo irónica.
—¡Que no sea ridícula! No hemos hecho nada malo, solo somos amigos...—dije.
Cuanto desearía que fuéramos más que amigos, más que compañeros.
—Si yo fuera tu —empezó a decir—. Primero, intentaría despertarlo. Llevo intentándo despertar más de quince minutos a los dos.
—Y ¿segundo? —dije.
—Fingiría mejor que no me gusta Lucas —sonrió y se fue corriendo.
Estoy frita, literalmente. Me estoy friendo de calor.
No quería que nadie se enterara que me gusta Lucas. Creí que ese era mi secreto. Mierda, espero poder negarseo bien a Indiana.
Y espero que Lucas no esté despierto y haya escuchado eso.
Me senté en la arena para despertar a Lucas.
—Oye —dije picándole la cara con mi dedo.
—Lucas, Lucas, Lucas —seguí picándole la cara.
—¡LUCAS! —grité.
Abrió los ojos como platos y me quedo viendo. Le sonreí y él a mí.
—Buenos días, Brown —dije.
—Buenos días —dijo sonriendo.
Se sentó.
—Anoche te quedaste dormida —dijo sonriendo.
ESTÁS LEYENDO
Brown's
Teen FictionCompartimos el mismo cumpleaños, la misma música, el mismo apellido... Yo sentía que él era mi alma gemela. Definitivamente creo que él es el chico perfecto para mí.