Capitulo 24: Catalina

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Alexis ahora es Danielle Campbell

Sentí una presión en el pecho. No lo iba a soportar, tenías muchas ganas de llorar.

Mis viste se empezó a nublar y miré hacia otro lado para que no se dieran cuenta.

Sentí que alguien me cogía de la mano.

Robert.

—Tranquila —me susurró. 

Cassandra estaba más que sorprendida. Saco tu celular y estaba apunto de tomarles una foto hasta que Arian le tiró el teléfono al piso.

Obvio, eso hizo ruido.

Lucas que ya se encontraba besuqueando a la chica se levantó y abrió por completo la puerta.

Por fin pude ver a la chica.

Catalina, claro que era ella. Quién más podría ser...

Me choca que Lucas sea amigo de ella y su grupo de zorras.

La mirada de Lucas se encontró con la mía cuando deje de mirar a Catalina.

—¿Qué hacen aquí? —preguntó frunciendo el ceño

Cassandra soltó una risa amarga. Yo no podía dejar de mirar  Lucas. ¿Cómo es que me llego a gustar este patán? Joder, todo esto es muy malo.

—¿Por esto peleaste con Franklin? —empezó a decir Cassandra— ¡¿Para meterte con esa zorra!? —gritó y Arian la cogió del brazo cuando estaba apunto de meterle una cachetada.

—¿Cass? —dijo Catalina saliendo del cuarto con la camisa de Lucas.

Perra.

—Catalina, sabes que Lucas tiene novio —dijo Robert.

—Oww, lo lamento —dijo Catalina haciendo un pucherito.

Lucas y yo nos miramos a los ojos y sentí una pizca de algo; de querer meteterle una cachetada.

—¿Te das cuenta de que pierdes a Franklin por esa? —dijo Violet.

—¡Oye! ¡Me ofendes!  —dijo poniéndose la mano al pecho.

—Cata, lárgate de una vez —dijo Arian.

Catalina me miró. Mi relación con ella no es buena ni mala, a veces tenemos alguna discusiones y otras nos llevamos bien. ¡Pero ahora claro que no me la llevaré bien!

—¡Ale! —odio cuando me dicen Ale.

No le devolví el saludo, la mire y le giré los ojos.

Sentía que tenía ganas de llorar. Con solo ver a Lucas con esa chica, tengo ganas de patearle el trasero. Joder, ¿para esto deje a Daniel?

Bueno, él ahora está en casa de su amiga. Tampoco la está pasando mal.

Esto es muy malo, solo quiero llegar a casa a llorar y que este día de mierda se acabe.

Todos nos quedamos en un silencio incómodo. No sé, pero sentía más tensión en mi y en Lucas, como si él supiera que me afecta.

—Bueno —dijo Violet—, ¿qué esperas para irte, ramerita?

Creo que Violet ahora la detesta más que antes.

—No pueden venir a mi casa y botarl...

—¿Qué? —pregunté incrédula— Lucas, ¿te has dado cuenta de lo que has hecho?

—Ehm, de hecho solo nos besamos —la ignoré.

Lucas y yo nos mirábamos a los ojos. No sé que este pensando de mí en estos momentos, pero ya no me importa.

Brown'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora