Alexis en multimedia♥
¡Pogan la música!*-*
—¿Qué? —sonreí— bromeas, ¿cierto?
Daniel achino un poco los ojos.
—Claro que bromeo —dijo, pero en su cara no había ni una pizca de diversión.
(...)
Cuando llegamos a mi casa Daniel estaba más raro que antes, no me había dicho ni una sola palabra. Y eso realmente me asusta.
—¿Te quedarás? —pregunté.
—Solo un momento, tengo cosas que hacer —dijo, cuando empezamos a subir las escaleras.
Joder, ¿por qué se pone así?
Cuando entramos a mi habitación me percaté que en la cama había un rosa. Fui hasta ella y la puse en el jarrón, con las demás.
—¿Me traerás una rosa cada vez que vengas? —pregunté, no obtuve respuesta.
Daniel caminó hasta la ventana y se quedo observando la calle por un buen rato. Estaba muy callado, y me sentía incómoda.
—Vale, ¿me dices que es lo que tienes? —pregunté.
—Nada —volteo a verme a los ojos—, ya me voy.
—Daniel —me empecé a acercar a él, cuando ya estaba lo suficientemente cerca pase mi mano por su rostro—, quedate ¿sí?
—Tengo partido, nena —dijo, mientras cogía mi mano y la besaba.
Cerré los ojos por un momento.
—Lo siento —dijo, abrí los ojos.
—¿Por qué? —pregunté.
—Cuando estoy contigo... Siempre trato de controlame, pero a veces no puedo —fruncí el ceño.
—¿A qué te refieres? —pregunté.
—¿Sabes, Alexis? No soy el chico que estas buscando.
Sentí una pequeña presión en el pecho.
—¿Qué? —Daniel me miraba a los ojos, parecía que no escuchaba ni una sola palabra que yo decía. Y creó que fue así, porque cuando estuve apunto de hablar, él me beso. Cundo dejamos de besarnos, besó mi frente.
—Debo irme —dijo entrelazando mi mano con la suya.
—No —dije.
Estaba muy confundida, ¿a qué viene todo esto? ¿por qué me ilusiona de esta forma? ¿Por qué justo cuando creo que esta pasando del limite del gusto?
—Daniel, no entiendo —dije, mirando sus ojos—, ¿esto por Lu...
—Esto es por mí —me interrumpió.
—¿Qué? —mi voz se empezó a quebrar.
—Alexis, yo no soy lo que buscas —dijo, fruncí el ceño.
—Tu no sabes que es lo que busco.
—Pero sé lo que quieres, sé a quien quieres.
Me quede callada por unos segundos.
—En estos momentos —hice una pausa—, solo te quiero a ti.
Daniel beso mi mejilla.
—Lo quieres es olvidarte de él —susurró en mi oído, me estremecí—, me estas utilizando, pequeña. Eso no es justo, o ¿sí? —su voz era ronca, provocativa. Como si me estuviera retando.
Se separé de él.
—Te has drogado —dije, frunciendo el ceño.
—Uhmm —se hizo el pensativo—, no es droga. Es una especie de...
—Inhalador —completé.
—¡Sí! ¿Cómo lo sabes? —hizo un pucherito— Creí que tu no cogías ese tipo de cosas.
—No lo hago —se escuchó la puerta principal de mi casa abrirse y cerrarse.
—Llego tu mami —sonrió.
Me quede callada y él se empezó a acercar provocativamente a mí y empezó a acariciar mi cara, cerre los ojos, disfrutando el contacto. Sentí sus labios en los míos.
—Te quiero —susurró. Sentí una especia de huracán dentro de mí, como si algo se estuviera rompiendo, pero a la vez eso se sentía bien.
La puerta de mi habitación se abrió.
¿Stela?
—Siempre encontraré la forma de entrar en esta casa —susurró.
—Cerraré las ventanas.
—No lo harás —dijo y beso la comisura de mis labios.
Finalmente Daniel se fue y Stela se quedó en mi habitación. Me tumbé en la cama.
—¡Esto es un locura! —gruñí. Me senté y Stela hizo lo mismo.
—¿Estas saliendo con Daniel? —preguntó, con la boca muy abierta.
—No lo sé —dije, y apoyé mi cabeza en su hombro.
—En que lío te metes, tía —dijo.
—Espera —me levanté de la cama—, ¿cómo has entrado a mi casa? —Stela rió.
—Tu mamá deja una llave debajo de el forero.
Rayos.
—Tengo que contarte algo, que probablemente sea una locura —dijo, juntando las cejas con preocupación.
—¿Qué es? —la apunté con el dedo— ¡Antes dime que diablo hacías con esas!
—Es parte de lo que te contaré —dijo.
—Dime, entonces.
—Hace un me...
No podía dejar de pensar en Daniel, y creo que Stela se dio cuenta porque, gritó:
—¡Alexis! ¡Podría morir alguien! —dijo— Y me gustaría estar bromeando con lo de: podría morir alguien —susurró lo último.
¿Por qué susurra? Me recuerda al "Te quiero" de Daniel.
Me senté en la cama, y ella se levanto y se puso al frente mío.
—Catalina sabe algo, algo de Daniel y creo que también tiene que ver con Franklin —me moví nerviosa.
—Directo al grano, Stela —se escuchó la voz de Lucas detrás de ella.
—Catalina quiere acabas con Franklin, y sé que tiene que ver algo con su teléfono.
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Brown's
Teen FictionCompartimos el mismo cumpleaños, la misma música, el mismo apellido... Yo sentía que él era mi alma gemela. Definitivamente creo que él es el chico perfecto para mí.