Vida mágica. (Draco Malfoy)

XIII

Lotsss of drama en este capítulo! Si les gustó comenten mucho y den favvv!. Díganme si la relación de nombres les resultó conocida ;;;))))) (?.

Las quiere.
Yo (?.

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— No recuerdo a ningún Tom de la primaria. — le grite a Dudley mientras salía de la habitación.
— Claro que no lo recuerdas, porque no tenías amigos.

Rodé los ojos.

— Puedes decirle que no estoy?
— No! Solo baja y ya, que tan malo puede ser? — habló mi hermano, un poco harto.

Apenas alcancé a cambiarme el pijama, y bajé a la sala, me mire en el espejo que se encontraba en la entrada antes de abrir la puerta y me di cuenta que estaba hecha un desastre. No importa, le diría a este tipo que tenía cosas que hacer y algunas tareas que nos dan en el internado y me desharía de él rápidamente, en la puerta.

— Hol...
— Dursley.
— Draco?! Que haces aquí?
— Cállate, le dije a tu hermano que me llamaba Tom, hoy me hago pasar por un simple mortal —dijo mientras estiraba el cuello para mirar el interior de mi casa — casi como tú. — finalizó soltando un suspiro y encogiéndose de hombros.
— No me dijiste que haces aquí! — insistí.
— Pasé a verte, te dije que nos veríamos cuando nos despedimos en Hogwarts. — dijo tranquilamente.
— Por cierto! Te odio por eso. Me metiste en el peor lío del mundo Malfoy! — dije recordando el incómodo momento.
— De verdad quieres discutir por eso? — rodó los ojos.
— Qué te pasa? Por qué estás tan relajado?! — yo claramente no lo estaba.

Me molestaba un poco su tranquilidad, como podía estar tan calmado mientras se aparecía en la puerta de mi casa?! En un barrio muggle! En la casa de una familia muggle! Es un Malfoy por Merlin!

— Por qué estás tú tan alterada? No me vas a dejar pasar? Qué maleducada!

Luego de una pequeña pelea, lo dejé entrar, derrotada.
Me parecía demasiado rara su visita y no entendía el propósito de todo esto. Avanzó lentamente hasta quedar en el medio de la sala, y luego se sentó en el sofá de flores. Parecía no saber dónde estaba parado, miró a los costados un poco incómodo y luego arrugó la nariz, gesto que solía molestarme pero por algún motivo ahora me parecía hilarante.

— Quieres café o té? — pregunte aguantando una carcajada.

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Entré a la sala con dos tazas de café, y puse una enfrente suyo. Dudley estaba desayunando en la cocina, que era la habitación de alado, así que necesito que Draco no hable de magia ni utilice términos raros.

— Vaya, sí que te vendrían bien unos hechizos expansores.
— Viniste hasta aquí para decirme que mi casa es pequeña? — pregunté entrecerrando los ojos — porque entonces ya puedes irte.
— No. Mierda _____ que te sucede? Yo solía ser la mala persona y tú la buena persona. — se quejó moviendo la cabeza.
— Solo quiero saber para qué viniste! Qué necesitas?! — reclamé.
— No podía, solo tal vez — paro un rato y miró a otro lado — querer verte? — susurró para que no se escuchara en la cocina, un poco molesto.

Qué? Mis manos empezaban a sudar ríos.

— Qué?
— No lo voy a decir otra vez. — esta vez me miró fijamente.
— Por qué querrías verme?
— Por que no? Nunca piensas en mí? — dijo lo último bajito y agachando un poco la cabeza, aunque tal vez Dudley estaba demasiado entretenido con la televisión como para estar pendiente de lo que decíamos.

«Nunca piensas en mí?»

Todo el tiempo.

Me quedé callada por un momento demasiado largo, por qué no podía decir lo que pensaba y ya?. Draco se levantó del sillón un poco enojado y tomó su abrigo negro para luego dirigirse a la puerta.

— Malfoy no! — grité, pero él ya había salido.

— Qué dijiste? Qué te sucede? — preguntó el otro Dursley asomando su cabeza por la puerta.
— No es nada, solo que ..... Tom — pensé dos veces antes de decir el nombre — olvidó algo, intentaré alcanzarlo.

Se encogió de hombros haciendo un gesto de desinterés y luego siguió con lo suyo.

Atravesé la puerta corriendo y divisé a Draco como a una cuadra. Así que corrí hasta él y cuando llegue a su lado apoyé mis manos en mis muslos, intentando recuperar el aliento.

Me miró levantando una ceja.

— Lo siento! Esta bien? Es solo que — inhale profundo, me apresuraba en hablar y no podía reunir el aire suficiente — solo hacen dos días que no nos vemos y .... sí, de todos modos he pensando en tu cabeza alvina — sonrió de lado — pero no lo tomes como un cumplido, no estoy .... orgullosa de eso. Ahora puedes irte, o volver, no importa — fingí desinterés.