Vida mágica. (Draco Malfoy)

XXII

Hola! Solo quería contarles que la linda de carliweasley me hizo una entrevista para RosaEditorial ! Pasen a verla, ahí pueden no sólo conocerme un poco mejor, sino también saber algunas curiosidades y datos importantes de este fic y el anterior que escribí.

Sin más, les dejo con el capítulo.

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Me sentí irremediablemente egoísta cuando lo primero que pasó por mi mente fue '¿¡por qué ya no podré verlo si se convierte en un mortífago?!' sin pensar en como él se sentía con la presión de la situación.

— Así que Harry sí tenía razón en una cosa...

— En qué?

— El pensaba que ya eras un mortífago, pero es casi lo mismo.

— Y aún así dejaste que me acercara a tí? — preguntó sin ser capaz de mirarme a los ojos.

— No te juzgo. — susurré, mientras él seguía mirando al piso — Oye Draco — le tome la cara con las manos, obligándolo a levantar la vista — vas a estar bien, los dos lo haremos.

— Está bien. — esbozó una sonrisa cansada, así que hice un esfuerzo para pararme de puntas y besarlo, luego apoyó su frente con la mía y cerró los ojos. Era extraño por una vez ser la más fuerte de los dos.

— No vas a decir que vas a extrañarme? 

— Pasaré a verte antes de que me inicien.

Me di la vuelta para luego empezar a alejarme con mi baúl.

— Oye _____.

— Si? — volteé la cabeza.

— Por merlín, cuídate.

— Lo haré.

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Salí cuidadosamente del colegio y me dirigí a los vestuarios para partidos de quidditch, en donde se guardaban las escobas. No podía salir caminando de Hogwarts, tenía que hacerlo volando. Con un hechizo minimizador disminuí el tamaño de mi baúl para poder llevarlo cómodamente y me dispuse a caminar hacia el bosque prohibido para luego empezar a volar desde allí.

Aterricé unas calles antes de Privet Drive para no despertar sospechas y caminé lo que quedaba de camino, el sol ya había salido para cuando llegué. Mamá preparaba el desayuno mientras Dudley y mi padre esperaban sentados. Todos, obviamente, se sorprendieron al verme entrar.

— El final de clases se adelantó unos días. — dije yendo directamente a la escalera

— Hubieses mandado una carta, _____.

— No he tenido tiempo, mamá, estoy un poco cansada, hablaremos luego.

«¿No han sido demasiadas visitas tempranas este año?»

Pude alcanzar a escuchar a mi padre mientras aún subía las gradas.

Apoyé la escoba por el armario para luego dejarme caer en la cama. Qué estaba haciendo con mi vida? Dormí hasta pasado el medio día para luego dejar pasar la semana monótonamente, encerrada en mi habitación.

Me encontraba comiendo cereal y mirando la televisión, mientras Petunia planchaba un interminable numero de camisas, cuando una carta se deslizó por debajo de la puerta.

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_______ Dursley.

Número 4, Privet Drive.

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Lamento ser la portadora de malas noticias luego de tantos dramas, pero me siento obligada a escribirte esta carta para contarte que luego de que abandonaste Hogwarts Harry empezó a tener visiones sobre Sirius siendo torturado por Voldemort en el ministerio de magia. Resultó que todo fue una trampa, pero fue imposible detener a Harry así que todos lo acompañamos.

Lucius Malfoy, acompañado de otros mortífagos (entre ellos Greyback, Bellatrix, y el padre de Crabbe) esperaban a Harry para así poder robar la profecía que solo él podía tomar. Miembros de la Orden del Fénix acudieron para ayudar, pero Bellatrix mató a Sirius durante la batalla. Él también estaba ahí, Dumbledore y el propio ministro de magia lo vieron; para así confirmar con sus propios ojos que había vuelto.

Ahora es oficial, la guerra ha iniciado.

Espero que te encuentres bien, escríbeme por favor, quiero saber de ti.

Hermione Granger.

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Sirius... estaba muerto?

Fue entonces cuando supe lo que tenía que hacer, los mortífagos fueron siempre conocidos por su falta de de piedad y su alta capacidad de chantaje. No me llevaba mucho con mi familia, ni pasaba mucho tiempo con ellos, pero internamente valoraba el hecho de que nos hayan cuidado, aunque sea de mala gana, a Harry y a mí. Aunque no quisiese admitirlo, como prima del elegido, ahora era un blanco fácil y principal, sobre todo aquí en Privet Drive.

Me levanté y me paré detrás de mi madre, apoyando el mentón en su hombro.

— Qué te sucede? — preguntó extrañada.

— Puedes ir al comedor y sentarte junto a Dursley y papá un momento? tengo algo que decirles.

— Claro.

Mientras Petunia se ubicaba en el comedor, al lado de los otros dos que estaban mirando la televisión en la cocina porque 'odiaban los programas que yo veía', subía a tomar mi baúl, que no había desempacado.

Bajé hasta el comedor y los vi sentados a todos, siempre habían sido la familia perfecta sin mí de todos modos.

— Vuelves a irte? — preguntó mi hermano.

— Si.

— Eso era lo que querías decirnos?

«Se llaman Hugo y Helena Thunder, y tú eres su hijo Nicholas, son una familia normal, y cuando alguien les habla de magia, o cosas relacionadas al mundo mágico, no tienen idea de qué estan hablando. Nunca tuvieron hijos y tú, Helena, eras hija única. Obliviate. »

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Perdón Hermione por haberte robado el momento! Pero siento que le quedaba perfecto a mi rayis. (No me odien)
Paz.