CAPITULO XIX... FATAL ERROR

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DIARIO DE DIANA:                                                                             6 DE NOVIEMBRE

— ¡como que escapo Felipe! ¿Sabes lo que eso significa? más vale que la encuentren o te juro por dios que yo misma cortare tu cabeza. No puede andar muy lejos busquen por todo el palacio y el bosque, llévate a todos los guardias y si es necesario al cocinero también, pero tiene que aparecer.

—fue un descuido del guardia. Fingió sentirse mal y lo golpeó.

—no me importan tus escusas Felipe. ¡Maldición, encuéntrala! y cuando lo hagas, la quiero con vida yo misma la matare, ¡¡rápido!!

—majestad. —hizo una reverencia y salió de mi habitación. ¡Maldición, maldición! pero esto me pasa por ser tan débil con Lucas, no debí permitir que me desnudara frente a ellas. Tal vez la mujer esa no me vio y... dios, lo que hice con Lucy, ¿qué hago?

— ¿señora todo bien?

—no Mary, no encuentran a la mujer esa, ¿entiendes la gravedad? ¿Y si alguien la esconde? ¿Y si busca a Ricardo para pedir ayuda? ¿Para decirle que la tuve bajo resguardo y amenazas?... hará preguntas que no podre contestar.

— ¿pero porque majestad? ¿Qué mujer? ¿Qué ocurrió? —suspiré profundo y confesé lo que acababa de ocurrir.

—la mujer esa que acompaña a Patricio. Tengo que encontrarla porque no me puedo arriesgar a que divulgue que me vio en la habitación de mi amante.

—no entiendo, ¿la vio con el marqués?... ¿Desnuda? —dijo esto último con la cara llena de sorpresa y notoria angustia.

—si... no... no lo sé Mary y eso no es todo. —me deje caer en la cama viendo a la nada. —terminé también entre los brazos de Lucy. Compartí la cama con otra mujer. Dios sería mi fin si esto se da a conocer. Mi cabeza rodara por la plaza principal, me juzgarían sin piedad. Todavía hay demasiada gente que no me quiere.

— ¿pero majestad como pudo? ¿Y el que hizo? ¿Cómo la expuso así, sin más?... ¿Qué no entiende que cuidar su identidad es lo primordial?

—no Mary, Lucas me protegió de ella, casi puedo jurar que no me vio, ¿pero y si lo hizo? No me puedo arriesgar. —se sentó a mi lado y pasó su mano por mi espalda para reconfortarme.

—no se preocupe señora verá que todo se arregla, ¿y porque no da recompensa a quien la encuentre?, puede mandar un mensaje a las peores cantinas del pueblo ahí siempre está lleno de asesinos.

—no Mary, porque cuando la encuentren yo misma la matare, ¡¡esa estúpida se arrepentirá de haberse cruzado en mi camino!! Me desafío al huir.

— ¿asesinarla? ¿Es necesario?

—no Mary sabes que no lo haré, pero esa estúpida se llevara su merecido, el es intocable... ese hombre es mío. —dije sin pensarlo, paseando ansiosa de un lado a otro.

—majestad, si me permite... está perdiendo la cordura por esa pasión.

— ¡claro que no niña! Es que... son estos malditos celos que me consumen solo de imaginar que ha estado con otras después de mí.

— ¿y qué pasará con Lucy? Ahora entiendo porque trae esa cara de horror y llora por todo. 

— ¿crees que tenga algo de qué preocuparme?

—claro que no señora, juramos lealtad a usted pero no debe correr riesgos ¿qué tal si esa mujer alcanza a decir algo?

—jamás haría algo en contra de ustedes, las quiero demasiado. Las defenderé con todas mis fuerzas.

EL DIARIO DE DIANA: el precio de tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora