¹ 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐀𝐙𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀 ━━ Supernatural

‣ Capítulo 8

Antes de entrar, un payaso camino hacia mí para ofrecerme un globo rojo y todo lo que hice fue esconderme detras del mayor de los Winchester.

―Por favor, ¿pueden controlarse? Actúan como pacientes del sanatorio ―Dean frunció el ceño―. Vamos detrás del escenario, en busca de pistas.

Cuando estuvimos tras bambalinas, observamos esa escena horrible , no eran uno o dos, habían más de siete payasos. Todo el mundo riendo por las bromas que se hacían entre ellos mismos. Me prepare para entrar, pero eso fue demasiado para mí.

― ¡No! No puedo ―dije en voz baja. Aun así seguí caminando como sea, hasta que choque con algo que por lo que vi era solo un malabarista―. No quiero tener a esas criaturas cerca de mí ―Empecé a hiperventilar, mientras buscaba la forma de escapar de esta situación. Pero no funcionaba mi cerebro.

Sam estaba paralizado con las manos temblorosas, conteniendo la respiración. Dean nos miró y puso los ojos en blanco, saco a su hermano menor del brazo y luego hizo lo mismo conmigo llevándonos hasta el estacionamiento del lugar.

― Ambos necesitan controlarse ―El ojiverde espeto caminando de un lado a otro.

El menor de los Winchester había vuelto a la normalidad y yo todavía estaba tratando de controlar las ganas de gritar. Odiaba que me vieran así... Tan vulnerable.

―Sabes, tener miedo no es algo que elegimos ―comente cruzándome de brazos. Estaba enojada con esta situación, que el maldito miedo irracional me dificultaba mucho.

―Bien. Volveremos mañana, pero ahora iremos a buscar un motel y cuando todos los payasos estén sin una gota de tinta en la cara regresaremos a buscar pistas ―Dean abrió la puerta y entro en el Impala. Sam y yo nos miramos el uno al otro antes de ir hacia los coches.

Encontramos un lugar donde quedarnos cerca del circo, que parecía incluso agradable. Después de ese incidente lo mejor era descansar, cuando llegamos al motel, el recepcionista nos dijo que solo había una habitación con dos camas individuales.

―Alguien tendrá que ir al sofá ―menciono Sam mirando a Dean y luego ambos se me quedaron mirando.

Ahí viene el discurso de ¨Tu eres la más pequeña y puedes acomodarte mejor en el sofá¨

―Lo que sea ―Saque mi mochila, agarre la llave de la mano del recepcionista y me puse en marcha hacia la habitación.

Los Winchester me siguieron y cada uno eligió su cama, para mi suerte el sofá era grande y espacioso, también se veía cómodo. Al menos hoy no sufriré tanto como otras veces.

― ¡Donde está la chica del cumpleaños! ―Un aleteo de alas y una voz en tono divertido apareció en una esquina de la habitación.

Gabriel estaba ahí con su típica sonrisa irónica. Sus manos estaban ocupadas, en una tenía una rosa y en la otra una magdalena con el glasé color purpura. ¡Ah! Era mi cumpleaños y me lo había olvidado... como siempre.