Castiel me presiono contra la guatera, deslizando sus dos manos hasta mis caderas, agarré sus cabellos oscuros con fuerza sin preocuparme de estar siendo demasiado agresiva, después me llevé las manos hasta el cuello del su corbata y se lo arranqué. ¡Ay Dios mío! ¡Siempre quise arrancarle todo a este ángel! Él sostenía mis muslos, alzando mis piernas de forma que quedaran envueltas en su cintura y comenzó a distribuir besos por mi cuello.
—Cas... Tal vez sea mejor ir a los asientos de atrás —dije usando el resto de mi conciencia.
— ¿En serio? —Alejó su rostro para mirarme, totalmente confundido. Tan inocente, o casi eso.
—Es en serio.
En cuanto terminé de hablar, me teletransportó, dejándome en el asiento de conductor y él se quedo en el del copiloto. Me voltee sin entender y me miro un tanto decepcionado.
—No fue así como quise decirlo —Me reí saltando al asiento trasero—. Ven aquí, Castiel —Lo jale de su camisa y él se puso sobre mí.
Tome sus labios nuevamente, me libre de los botones de su camisa y pude sentir su piel. Deslice las uñas de arriba a abajo por el lateral de su abdomen y lo sentí arrepentido debido a mi tacto, no pude dejar de sonreír satisfecha con aquella reacción. Castiel distribuía besos por mi cuello, sacó mi chaqueta y mi blusa y continuó besándome por la clavícula y mis hombros. Tomé su rostro hacia arriba y miré sus ojos con las pupilas dilatadas brillando de tanto deseo y lujuria, aquello me sacó el aliento. ¿Era eso mismo? ¿Un ángel y yo?
¡Metí la pata! Me iré al infierno.
[...]
Me fui despertando poco a poco por la claridad, parpadeé algunas veces tratando de situarme en el ambiente, era mi habitación en el búnker. ¿Cómo así? Me acorde muy bien de haber dormido sobre el maravilloso cuerpo de Castiel dentro del auto. ¿Hubiera sido otro sueño?
Me removí entre las sábanas y me encogí sintiendo algunos dolores por el cuerpo, tal vez aquello era el recordatorio de que la noche anterior fue real. Castiel, siendo un ángel, era mucho más fuerte y no se cansaba, él acabó conmigo a noche... de una manera buena. Miré alrededor y comprobé que estaba sola. ¡El ángel ha caído!
—Anda pasando mucho tiempo con Dean —hablé mirando al techo y soltando una risa débil.
Me levanté de la cama y noté que estaba usando una blusa de mangas largas y un short, que tampoco recordaba haberme puesto, y fui hacia el baño, me pare frente al espejo y me apoyé en el fregadero echándome un poco de agua en la cara . Me quite la blusa y observé mi cuerpo en el espejo, algunos hematomas en mi cadera y cintura, me voltee de espaldas y constaté algunos más en los hombros y cerca de la columna, ni recordaba en qué momento los conseguí, estaba asombrada.
Me quite el resto de la ropa y entré debajo de la ducha, pasé un buen rato apenas dejando que el agua cayera en mi espalda e intentando recordar cómo vine a parar en mi habitación, pero los únicos recuerdos que tenía de la noche pasada eran los toques de Castiel , parecían tan gentiles que no sé cómo se transformaron en heridas, a la hora no sentía nada malo... Y mis ojos... Ah, mis ojos nunca estuvieron viendo algo tan hermoso, incluso porque estaban compitiendo por mi atención con el resto de aquel cuerpo increíble. Quién lo diría.
Al terminar el baño, vestí una ropa cualquiera y volví a mi habitación, arreglé la cama y me senté en ella nuevamente. El ruido de las alas me acabó asustando y di un salto en el lugar.
—Me pareció que ya habíamos pasado esa fase de asustarse —Inclinó la cabeza de lado sonriéndome.
—Y lo pasamos, sólo no esperaba que fueras a aparecer aquí hoy.
— ¿Por qué no? —Se acercó asumiendo una expresión confusa.
—Es que no estabas aquí cuando me desperté y no recuerdo cómo vine a parar aquí, a decir verdad. Pues recuerdo muy bien haberme dormido sin ropa dentro de mi auto en un bosque muy lejos de aquí, así que no me acuerdo estar en mi habitación, vestida y sola.
Castiel soltó una risa y se sentó a mi lado.
—Karina, te he traído en la madrugada, algún tiempo después de que te dormiste. Deduje que podrías despertar con dolores por la mala forma que pasarías la noche, entonces te teletransporté a tu habitación, te vestí y acomodé, después regrese y traje tu auto —explicó.
—Ah... ¿Y no me desperté con todo esto? —indague, tenía el sueño bastante leve.
—Murmuraste algunas cosas pero no llegaste a despertar, estabas muy cansada —El ángel se encogió de hombros sonriendo.
—Lo sé, me dejaste bastante cansada. Si no lo recuerdas, soy humana y algo frágil en comparación con un ángel del tamaño del Chrysler Building —Levanté una ceja y le di una media sonrisa.
—Yo... ¿Hice algo mal? ¿Te lastimé? —Castiel preguntó preocupado.
—No, por el contrario, has hecho todo muy bien y no me lastimaste, dejaste unas marcas pero me gustan —Sostuve su rostro entre mis manos y le di un beso—. Sólo me dejaste un poco exhausta, pero eso es bueno.
—No estaba muy atento a lo que estaba haciendo, la verdad ni lo estaba pensando, fue solo instinto. Tienes un efecto extraño sobre mí.
—Fue genial, no te preocupes por eso. ¿Y para ti? —pregunté un poco temerosa, después de todo él no era como los demás chicos, pero esa conversación me estaba haciendo sentir como si yo fuera una adolescente.
—En una palabra: Magnífico. No sabía que podía sentir tantas cosas al mismo tiempo —Admitió—. Y fue bueno descubrir que tienes un tatuaje antiposesión, ya estaba preocupado por qué no lo tuvieras.
Tenía un tatuaje antiposesión debajo de mi seno derecho, diferente a la de los chicos, preferiría ser más discreta con la mía, a pesar de amar los tatuajes, preferiría ocultar esta.
—Tú también tienes un tatuaje y no lo sabía —hablé refiriéndome a las escrituras en enoquiano que tenía en el lateral de su abdomen.
—Lo hice cuando era humano y necesitaba esconderme de los otros ángeles que querían matarme.
—Siempre tienes ángeles queriendo matarte, Castiel —reí—. Qué me recuerda que tenemos que salvar a Gabriel. Voy a ver si esos idiotas pensaron en algo para ayudarnos.
—Y voy a volver para saber si nuestro espía trajo noticias —Castiel se levantó y me miro—. Vuelvo después.
—Está bien, no te preocupes, sobreviviré algún tiempo sin ti... Creo.
El ángel rodó los ojos y me jalo del brazo, dándome un beso muy apasionado. Este maldito se llevaba toda mi conciencia aunque cuando me besaba de esa manera ya no razonaba, solo quería arrancar su ropa de nuevo.
—Karina —Agarró mis manos que ya estaban abriendo el tercer botón de su camisa—. ¿Después, si? Tenemos trabajo por hacer.
—Sí, esta bien. Trabajo ¡Adiós, Cas! —Le di un beso y salí de la habitación rápidamente, avergonzada por mis acciones impensadas.
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¹ 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐀𝐙𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀 ━━ Supernatural
Fanfic•°·˚୭ ❪👻❫ Ojos de Cazadora ೃ࿐*・ ❝𝐃e todas las cosas que cazamos, ¿Cuántas existieron sólo porque la gente creía en ellas?❞ ⪨ supernatural universe ⪩ 「 supernatural x oc 」 Duología ᠁᠁⧼ Ojos de Cazadora ⧽ ⨳Lib...