¹ 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐂𝐀𝐙𝐀𝐃𝐎𝐑𝐀 ━━ Supernatural

‣ Capítulo 18

El camino fue relativamente tranquilo, estábamos en medio de noviembre y consecuentemente a final del otoño, el clima estaba frío y eso me hacía encogerme en el asiento del Impala. Cuando estábamos casi llegando, los árboles que rodeaban la carretera soltaban sus hojas naranjas y marrones. Eso despertó los mejores recuerdos de mi infancia, y no pude evitar sonreír ante ellos.

― ¿Buenos recuerdos? ―Sam me preguntó, mirándome a través del espejo retrovisor.

― ¿Ahora lees la mente? ―Interrogue levantando una ceja.

―Estabas haciendo cara de buenos recuerdos. ¿Son las hojas, no es así?

―Si. Nos juntábamos en las montañas cercanas del depósito viejo de chatarra ―Sonreí animada.

― ¡Ah, sí! ―dijo Dean―. Recuerdo que jugábamos con barro y te lo lanzaba en el cabello solo para molestarte.

― ¡Si! Pero yo te lanzaba rocas, que en una de esas te cayo en tu cabeza. ¡Esa fue mi venganza! ―Los tres nos echamos a reír.

Mire al ángel a mi lado opuesto, él me observaba con una sonrisa discreta y parecía estar avergonzado porque lo pillé mirándome.

― ¿Y tu, Cass? ―Sam preguntó―. ¿Tienes buenos recuerdos?

―Bueno, algunos... La vida en el cielo no era muy animada. Pero la mayoría de mis buenos recuerdos ocurrieron después que los conoci.

― ¡Awww! ―dije apretando sus mejillas, estas se pusieron mas rojas―. Apuesto que ser poseído por Leviatanes está en la parte superior de la lista, ¿Eh?

― ¡Puedes estar segura! ―Castiel se rio. Era una risa menos angelical e incluso parecía algo sarcástica.

Llegamos a la ciudad en la tarde y fuimos directamente a un hotel. Estaba en mi cuarto terminando de vestirme para irnos a investigar el lugar. Cuando me puse a terminar de cerrar los últimos botones de mi camisa, oí aquella voz interrumpirme.

― ¡Hola chica! ―Crowley aparece en el sofá de la habitación mirándome de un modo malicioso―. Veo que si llegaba unos minutos antes, hubiera visto una escena muy interesante.

― ¿Qué es lo que quieres? Tengo un caso que resolver ―Me gire para mirarlo, él estaba elegante como siempre.

―Sabes, Karina... ―Se levantó y se acercó a mí―. Siempre he tenido una simpatía hacia ti, porque trabajas muy bien y nunca haces drama con las cosas de la vida.

―Lo se, pero ¿A dónde quieres llegar con eso? ―indague con impaciencia.

―Bueno, pensé que estabas de acuerdo con nuestro acuerdo. ¿Porque esos dos idiotas, están torturando a mis demonios para saber cómo deshacer nuestro trato?

― ¿Que? ¿Sam y Dean están torturando demonios por mi? ―respondí sorprendida. Parece que esos dos estaban teniendo algunas actividades extra―. No lo sabía, Crowley.

―Bueno, ahora que ya estas informada, dile a esos dos que paren o yo mismo lo haré ―Me dio una media sonrisa.

―Voy a hablar con ellos, no te preocupes ―Apenas sonreí―. Gracias por la consideración de venir hablar antes de actuar.

―Oh, querida, siempre tendrás ese beneficio ―Agarro mi mano y le dio un beso.

Un ruido de alas y Castiel apareció a mi costado.

― ¿Que haces aqui, Crowley? ―El ángel preguntó bruscamente cuando Crowley bajo mi mano.

―Hola, Castiel. Solo estaba conversando con mi buena amiga, Karina. Estábamos poniendo un día específico, para un asunto ―El Rey del Infierno se encogió de hombros y sonrió.