Humans ➳ MYG + KSJ [#1].

Capítulo 27; Again part II.

No fue fácil para mí, dejar la comida chatarra y dedicarme día y noche a cambiar mi cuerpo incluyendo mi estilo de vida.

El cambiar mi anterior ámbito de resolver la ansiedad por medio de un plato de comida.

Muchas personas dentro de mi escuela me consideraban cómo una persona totalmente extraña.

Ya qué estaba siempre dentro de la sala de psicología, en lugar de estar en un recreo disfrutando estar con mis "compañeros".

Allí fue cuándo comencé a preocuparme por mi misma.

Siempre traté de hallar la forma de buscarme a mi misma.

Estuve dentro de terapias más de un año.

Allí fue cuándo en verdad entendí qué ninguna belleza es superficial.

Qué el tener un maravilloso cuerpo o un hermoso rostro, verdaderamente requiere de dolor y sufrimiento.

Todavía recuerdo la primera vez qué ingresé a aquel gimnasio recuerdo qué lo había considerado cómo "El peor día de mi vida".

—¿Quieres seguir sufriendo el resto de tu vida, por el tener kilos de más?

Todavía esas palabras siguen ocupando un lugar dentro de mi mente, sí, eran palabras hirientes.

Pero esa era la realidad, tenía la opción de huir y seguir siendo herida por la sociedad.

Allí fue cuándo me propuse a no darle vuelta atrás a comenzar, una nueva vida y a una nueva yo.

Los primeros días fueron difíciles, hubieron días en los qué estuve por desmayarme.

Cuándo opté cambiar el "no puedo" por un "sí, puedo" "Puedo conseguirme todo lo qué me proponga", mi vida cambió, quizás no repentinamente, pero sí cambió.

Allí fue cuándo supe apreciar cada día de inmenso sacrificio, cada lágrima, cada sudor y todas aquellas palabras hirientes.

Las cuáles me hicieron fuerte y más valiente.

¿Qué puedo decir? Aquellas lágrimas valieron la pena, lo qué comenzó con comer saludable o tratar de no excederme a comer, ya es parte de mi vida.

Pero ¿De qué sirve tener el cuerpo soñado o un hermoso rostro, si en verdad no sabemos lo qué es el amor propio ni siquiera hacía nuestro prójimo?

Sí, es difícil encajar en una sociedad, la cuál se basa en estereotipos.

Vivimos en una sociedad la cuál nos dice cómo debemos vestirnos, cómo debemos actuar, pero, no en una sociedad en la qué en verdad acepte a cada quién por su identidad, origen o por su género incluyendo el color de piel.

Pero no trates de ser aceptada, si no a obtener aquella aceptación por ti misma, la cuál dabas por pérdida, allí es cuándo sabes qué eres mucho más qué una etiqueta o los rumores, todo por medio de la seguridad.

Ámate primero a ti mismo y luego al resto, sin importar cuántas veces haz sido señalada por alguien qué en verdad no eres.

No tengas miedo en mostrarle al mundo quién eres en verdad, no trates de ocultar tus sentimientos o tu personalidad a través de una máscara.

Digan lo qué digan, eres más qué aquellas palabras qué murmuran a tus espaldas.

Eres un ser humano con sueños, una persona con manos, brazos, pies, piernas y alma, la cuál tiene la capacidad de amar, de ser feliz y sobre todo, de lograr transformar lo imposible a lo posible.

Vales mucho sin importar, lo qué la sociedad diga de ti.

El ganar premios no te define cómo persona, ni mucho menos el obtener un gran puntaje, y ni siquiera aquellas palabras qué susurran a tus espaldas.

Eres más qué un ser humano, con manos, brazos, piernas, pies y alma, y eso es algo qué aprenderás cuándo estés sintiendo qué el mundo está en tu contra.