Teen Titans: Brothers

Capítulo 16

(POV Robin)

Luego de lo sucedido con Red X, fui al cuarto de evidencias, tenía que encontrar información sobre Jason.

"Debo hablar con él" después de pensar esto la respuesta me golpeó como si fuese una cachetada; el número del que Jason mando aquel mensaje, puedo hackearlo y encontrar la dirección, como no lo pensé antes. Así que eso hice, busqué el número, y rogué porque Jason se le haya olvidado desactivar el GPS. Y así fue. Logre encontrar la dirección, eran unos departamentos que se encontraban en lo más profundo de la ciudad, no eran bastante buenos, pero servían perfectamente. Me dirigí hacia allá. Pero no sin antes avisarle a Raven y contarle todo ¿que puedo perder?.
Fui a su habitación, pero ella no estaba; así que fui a la azotea donde tampoco la pude encontrar, baje y finalmente la encontré en el living, estaba sentada con la mirada cabizbaja —¿Raven? ¿Que sucede? ¿Que tienes?— ella me miró, sus ojos estaban completamente abiertos y su expresión era de tristeza, decepción, ¿miedo? —¿Raven?—.

—Te...tengo algo que decirte— me senté a su lado, las palabras no salían de su boca, sus labios se abrían y cerraban una y otra vez, de pronto unas lágrimas escaparon de sus ojos, yo simplemente la abracé.

—Tranquila, si no puedes decirme en este instante no lo hagas— aunque si quería saber que es lo que me quiere decir —Yo si tengo algo que decirte, es sobre mi pasado, bueno no exactamente el mío. Yo era el compañero de Batman, fui el primer Robin de hecho, luego por ciertas razones vine a Jump City y los conocí a ustedes, y pues aquí me quedé, sin embargo, aún tenía contacto con Batman, él me  contó que tenía un nuevo compañero llamado Jason Todd, Jason murió gracias al Joker y ahora a vuelto, no se como, y es a quien conocemos como Red X. Jason es como un hermano para mí, y quiero ayudarlo, pero no se como— Raven me miraba con tristeza, las lágrimas pararon y sus ojos estaban un poco rojos, esta vez fui yo quien desvío la mirada hacia abajo, y sentí como la mano de Raven rozaba la mía

—En verdad lo lamento— se que lo decía por lo que le había contado, pero sentí como si lo dijera por algo más.

—Hay otra cosas más. La otra noche, antes de que te fueras, Jason me citó y me dijo que una chica lo había ayudado a no ser un asesinó, investigue sobre ella y Jason pero ni encontré nada, sin embargo, del teléfono del que Jason me mando el mensaje logré rastrearlo, se donde está— ella se sorprendió.

—¿Sabes donde esta él?—.

—Si—.

—¿Y lo iras a ver?—.

—Es lo que planeó ¿me acompañarías?— ella asintió.