Pasamos un tiempo así, él sentado en el suelo y yo sobre su regazo llorando hasta que conseguí calmarme y dejar de llorar para sollozar recordando la situación.
¿Blake habría sido capaz de haber dado un paso más allá y haberme forzado a tener relaciones con él?
-¿Mejor? -Preguntó Ian acariciando mi espalda y asentí.
-Lo siento. -Abracé más su cuello.
-No te disculpes, preciosa. -Se levantó conmigo en brazos y me dejó sentada en el sofá.
-¿Qué vas a hacer? -Pregunté cuando le vi ir hacia el escritorio.
-¿Confías en mí? -Asentí. -Entonces déjame hacer lo que tengo en mente, te prometo que no te va a pasar nada. -Eso me alertó.
Revolvió unos papeles y de debajo de unas carpetas sacó su teléfono móvil, en el cual buscó algo, marcó y se llevó el aparato al oído.
-¿Blake? ¿Estás en casa? -Me levanté de un salto del sofá. -¿Te importa pasarte por mi oficina? Sí, estoy organizando unas reuniones para mañana pero se me ha ocurrido algo y quiero comentártelo. -Me acerqué a él. -Perfecto. Nos vemos ahora. -Colgó.
-¿Qué haces, Ian? -Me agarró de la cintura y me pegó a él mientras se apoyaba en el escritorio.
-No le voy a decir de nosotros todavía. Él va a venir, tú te vas a esconder y me va a contar lo que ha pasado entre ustedes. -Pegó su frente a la mía.
-Pero... -Me interrumpió poniendo un dedo en mis labios.
-Sh, confía en mí, preciosa. -Me besó.
Cuando Ian me besaba dejaba de pensar en todos los males que me rodeaban siempre, en todo lo que me atormentaba y en todo lo que había pasado o estaba por pasar, así que me relajé entre sus brazos.
En ningún momento la temperatura ascendió, pues no era el momento para ello y la situación no lo requería, así que solo nos mantuvimos besándonos con paciencia, lentitud y amor, disfrutando de los labios del otro hasta que la puerta sonó.
Ian me llevó hasta detrás de su escritorio y me dijo que me escondiera ahí debajo, ya que no era hueco sino que tenía una tabla en medio que impedía ver desde el otro lado.
Por suerte tenía un pequeño hueco circular para el cual me tuve que poner de una forma un poco incómoda y poder ver a través de él, pero merecía la pena por saber qué iba a hacer Ian.
Ian fue hasta la puerta, abrió y Blake entró despacio abrazando a su padre en forma de saludo para luego acercarse hasta el escritorio, siendo Ian el que se sentó en su acolchada silla a mi lado.
-¿Para qué querías que viniera, papá? -Preguntó Blake, al cual solo le veía las piernas a mi derecha.
-Estaba pensando en hacer un comida en la cabaña con la familia de Katie, todos juntos. -Dijo Ian y miré hacia la izquierda.
A él le veía entero, sentado en la silla con las piernas semi abiertas, un codo apoyado en el reposabrazos y la mano sosteniendo su cara mientras el otro brazo estaba en el otro soporte.
-No me hables de esa zorra. -Dijo Blake e Ian se tensó cerrando el puño del brazo que no sostenía su cara.
-¿Ha pasado algo para que la llames así? -Preguntó y Blake rió con ironía.
-La muy puta ha estado siéndome infiel durante un mes. -Vi a Blake alejarse de la mesa con las manos en la cadera.
-Creo que no deberías hablar así de ella. -Ian me defendió, aunque no debería.

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El padre de mi novio.
ChickLit[ESTA HISTORIA LA ESCRIBÍ HACE 6 AÑOS. NO REPRESENTA MI MANERA ACTUAL DE PENSAR NI MI MANERA DE ESCRIBIR.] Katie tiene una vida difícil, siempre la tuvo. Tiene una familia diferente y muchas deudas que pagar de cuando su madre los abandonó años atr...