El padre de mi novio.

Epílogo.

Blake y yo habíamos seguido teniendo contacto en todo este tiempo, que ya habían sido varios meses.

A pesar de lo que había pasado entre nosotros, nos habíamos vuelto buenos amigos y siempre se estaba disculpando por lo que me había llegado a hacer, pero yo prefería no hablar de ello.

Brian y Alice no, no tenían lo que se dice como una relación seria o formal como era la de Ian y la mía, pero sí que tenían bastantes encuentros, no solo sexuales, sino también citas.

Tenían algo que solo ellos sabían lo que era. Era extraño.

Alice y yo no teníamos ningún tipo de rencor la una por la otra, éramos buenas amigas, ya que, según decían ambos, Ian y ella, su relación no iba a ningún lado desde hacía tiempo y solo estaban juntos por Blake.

Según ellos, aunque ya éste fuera un adulto, sabían por lo que había pasado cuando era pequeño con sus padres biológicos y no querían causarle algún otro daño ellos mismos.

Ahora yo estaba sentada en el columpio de un parque frente a un enorme edificio acristalado en el que no había estado antes, mientras me balanceaba de delante hacia atrás mirando al suelo.

Mi teléfono móvil sonó, así que paré el balanceo, lo saqué de mi bolsillo y me lo llevé al oído descolgando sin mirar de quién era la llamada entrante.

-¿Diga? -Respondí.

-Katie, necesito tu ayuda. -Evan sonaba desesperado.

-Dime. -Fruncí el ceño extrañada.

-¿Qué le puedo comprar a Carl por nuestro aniversario? -Preguntó y yo me reí.

-¿Un reloj? -Se mantuvo en silencio.

-Se lo regalé el año pasado, todavía funciona. -Pensé.

-¿Un anillo? Puedes comprar dos, uno para ti y uno para él, como si fueran alianzas. -Hizo un sonido afirmativo al otro lado.

-¡Eres la mejor! Te quiero, princesa. -Me reí cuando colgó.

Me quedé mirando hacia la tienda frente a mí con el teléfono aún en el oído, oyendo el pitido de final de llamada repitiéndose, pero no me importó eso.

Unas manos taparon mis ojos desde atrás mientras guardaba el teléfono y sonreí. Unos labios, muy fáciles de reconocer, se acercaron a mi oído con una ronca risa que me volvía loca.

-Ya estoy oficialmente separado. -Susurró dejando un beso en la parte de atrás de mi oreja.

-¿Eso que significa? -Pregunté con inocencia aún con los ojos tapados.

-Que te podría hacer mía en medio de este parque y me daría igual si alguien conocido nos estuviera mirando. -Me reí cuando quitó las manos de mis ojos.

-Eso sería ilegal. -Rió él.

-Entonces me conformo con poder caminar de la mano contigo. -Me bajé del columpio y me puse frente a él.

Me recordó la cena en la que Blake nos presentó por su forma de vestir. Aunque no llevaba el traje completo, pues llevaba puesto un pantalón vaquero, tenía la camisa blanca con la chaqueta negra combinando con los zapatos.

Al contrario, yo llevaba el pelo azul, piercings a la vista junto el tatuaje de mi espalda por una camiseta de tirantes con alguna serigrafía en ella, un pantalón desgastado por la parte de los muslos, y las Converses.

Tan diferentes...

Me agarró de la mano, entrelazando nuestros dedos, y comenzamos a caminar sin un rumbo fijo y sin importar si alguien conocido nos veía por la calle.

Ya no importaba.

-Somos tan diferentes que la gente nos mira extraño. -Le dije dándome cuenta que era cierto lo que decía.

-¿Te importa eso? -Le miré.

-En absoluto. -Sonrió.

-¿Sabes? Ahora que vivo en la cabaña solo podrías venir a hacerme compañía. -Sugirió.

-¿A qué te refieres? -Se rió un poco nervioso.

-A que me gustaría que vivieras conmigo, preciosa. -Abrió su coche con la alarma.

-¿Lo dices en serio? -Asintió cuando ya estábamos dentro poniéndonos los cinturones de seguridad.

-Completamente. -Arrancó. -Te prometo que no te arrepentirás. -Sonreí.

-No hace falta que lo prometas. Sé que no me voy a arrepentir. -Sonrió él poniendo rumbo a mi casa para buscar mis cosas y comenzar una nueva etapa en mi vida.

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¡Hola!

Sí, ya sé que no es la gran cosa pero no creo que hubieran muchas más que decir aquí porque en el capítulo final se descubrió todo, salieron a la luz otras cosas y se solucionó la relación.

Lo siento por este decepcionante epílogo, de verdad. Probablemente lo edite más adelante.

Otra cosa que quería decir es que... Sí, el lunes empezaré nueva historia corta mediante "notas".

Será del mismo estilo que "su hombre" pero diferente trama, como siempre. ¡Volvemos a Katie y Néstor! (Lo siento, Ian, aunque habrán más contigo.)

Decir también que solo tengo 9 capítulos escritos de la segunda temporada de "I hate you, don't leave me", pero quiero hacerla bien y despacio para que no sea decepcionante (como este epílogo), así que paciencia, por favor, cuando la vaya a subir, avisaré. ¡Prometido!

¡Nos vemos!

Kat.