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El día siguiente era día de correo, supuso que esa semana tampoco le llegaría algo y se levantó con pereza, colgó la camisa de Tim en una percha y la guardó en el lado vacío del armario.

Miró a su alrededor y se rio de ella misma y de su vida patética y triste mientras se vestía para iniciar uno más de sus últimos días encerrada en ese lugar.

Al salir de su habitación se encontró con Rose caminando hacia su dirección con un sobre blanco en la mano, la rubia le saludó y le entregó el sobre.

"¿Qué es esto?" susurró Ella con su voz rasposa que la caracterizaba esas últimas semanas, Rose le sonrió y enredó su brazo con el de Ella justo como Emma solía hacerlo cuando tenían su edad.

"Es día de correo y me tomé la libertad de buscar el tuyo. Ahí está." dijo, mirándola, esperando su reacción.

"No tenías que hacerlo, gracias." susurró, de nuevo Ella, dirigiéndose a las escaleras que daban al comedor.

Ella leyó el remitente; "Emma K. Collins, Colegio Santa Catalina, Monterey California" y se rio, sintió la primera carcajada gruesa en su garganta, como una gran píldora que no resbala y duele.

Rio porque en la carta que Emma había dejado juraba que la iban a transferir a un nuevo colegio totalmente normal. Rio porque Emma había terminado en otro colegio católico.

En medio del desayuno, mientras Rose hablaba sin parar Ella abrió la carta que su mejor amiga había enviado.

"Ella, ya se, sé que vas a burlarte de mí por terminar en otro estúpido colegio de monjas, vamos, te doy tiempo de burlarte todo lo que quieras.

¿Terminaste? Bien, este lugar es odioso, hace calor todo el tiempo, odio la playa y mis padres lo saben por eso me trajeron aquí, tenemos algunos kilómetros de playa privados y es lo peor.

Lo siento por tardar en escribirte, intenté mandarte algunos mails pero recordé que tus monjas viven aún en 1985 y las mantienen como ermitañas.

Aún no consigo a ninguna amiga, nadie me entiende como tú Ella, te extraño muchísimo, por favor escríbeme, no quiero que estés enojada conmigo, nada de esto es tu culpa, trataré de escaparme de aquí y regresar a Minnesota, lo juro, aunque esté al otro lado del país y me quede atrapada una semana en un autobús.

Cuéntame como te está yendo, siento que lo estás pasando fatal, lo siento mucho, espero que la estúpida de Clarissa se esté quedando calva por lo que hizo o se le derritan sus senos operados o se le caiga la nariz postiza, o todo junto, no lo he decidido.

Por favor no te rindas cariño, desdé la costa oeste estoy contigo.

In omnia paratus, hermana.

Emma"

Ella sintió su boca curvearse hacia arriba y miró a Rose, quien la miraba sorprendida con la cuchara que sostenía sus cereales en la mano.

"¡Estás sonriendo!" gritó en un susurró, Ella se mordió la mejilla interior y evadió la mirada.

"Si, como sea, dame un bolígrafo..." contestó mordiéndose los labios y ocultando su inevitable sonrisa, Rose obedeció y le pasó también una hoja de papel de color azul claro. "¿en serio?" se mofó Ella y Rose abrió su sonrisa y asintió.

Ella comenzó a escribirle una respuesta a su mejor amiga.

"No puedo creer en dónde estás, debo decir que me sacó una sonrisa ver la dirección en el sobre y me sentí extraña, tenía mucho tiempo sin sonreír, gracias por eso.

Y gracias por tu carta, la necesitaba.

Los primeros días no fueron fáciles, intentaron expulsarme pero en vista de que nadie podría venir por mí no lo hicieron.

Tengo que contarte acerca de Rose, es esta pequeña chica que se sentó conmigo un día y desde entonces no se me ha separado, es extraño, habla sin parar y me recuerda ligeramente a ti cuando tenías su edad.

Me hace sentir vieja, Emma, tiene solo quince años y me hace sentir mucho más mayor de lo que soy.

Siempre intenta sacarme una sonrisa y es demasiado insistente en hacerme reír, es impertinente y es impulsiva, es diferente y me agrada estar con ella, de alguna forma ella llena el vacío que ustedes dejaron.

En cuanto a Clarissa, no le ha pasado nada de lo que dices, pero sus acciones la llevaron a donde está, sola. Así es, está sola, ya nadie habla con ella y ni siquiera la miran como antes cuando caminaba por los pasillos como si la escuela fuese suya, ahora pasa desapercibida, como cualquier otra chica. Hay rumores corriendo que dicen que se la pasa llorando y culpándome de su desgracia. Rose dice que ella misma tiene la culpa de lo que le pasa, que ella se lo buscó por siempre tratar de hacer sentir a las demás miserables. Me hace sentir bien tener alguien que te diga eso.

La Madre Travis se encarga ahora de dar la clase de historia con los antiguos libros de Tim, siento que los profana con sus manos, ella no nos lee al inicio de la clase, ni hace bromas con respecto a las lecciones, ella solo nos mira con impaciencia, y a mí me mira mal, reprobando el hecho de que siga a aquí y que siga respirando.

Desde ayer estoy patéticamente durmiendo con una camisa de Tim puesta. Shauna me dejó tomar algunas de sus cosas antes de que tiraran todo a la basura."...

Ella sintió varios toques en su hombro y levantó la mirada del papel, Rose le llamaba.

"Es hora de clases Ella, nos vemos después" le regaló una sonrisa y tomó sus libros incorporándose a la multitud de chicas que salían apresuradas del comedor. Ella se levantó también e hizo lo mismo.

En clase de Lengua sacó la hoja azul de entre sus libros y continuo escribiendo su carta.

"Me siento tan imbécil mirando a esa estúpida caja llena de sus cosas cada que llego a la habitación. De entre las cosas de Tim tomé la camisa negra que usó en navidad, que aún tiene su olor en ella y que me hace llorar como una cría cada que la miro, tomé también su portátil que ha estado ahí desde que la tomé, esperando ser usada. Y tomé algunos sobres cerrados que Tim tenía guardados en un cajón de su escritorio, no sé porque lo hice, pero estoy segura de que ahí encontraré respuestas a varias preguntas que me están carcomiendo la cabeza desde que se fue.

Porque se fue, Emma, no se lo llevaron, Shauna me contó que cuando la policía comenzó a buscarlo en los exteriores del colegio no lo encontraron, se escapó. Y yo tengo que saber por qué, lo que intento decir es que la condena por acostarse con una alumna es muy pequeña, más pequeña cuando la alumna tiene más de diecisiete, no tenía por qué escapar.

Todo se volvió muy extraño desde que él se fue.

Desde que tú te fuiste. Te extraño, la habitación está vacía, yo estoy vacía, no sé qué hacer sola, sé que tengo a Rose pero ella no es tú, ella no es Tim, ella me hace reír algunas veces, la chica se esmera en verme feliz, se la pasa persiguiéndome sin que la llame, ella es prácticamente una luz que brilla demasiado y a pesar de que me estresa en sobremanera está ahí y no me molesta que esté. Rose es bonita e inteligente y le encanta leer y le gusta lo que me gusta, pero ella no es lo que necesito.

Te mantendré informada de lo que pase por aquí.

Solo unos meses más y salimos de la prisión, amiga.

In omnia paratus.

Ella"

Ella terminó de escribir en los dos lados del papel y al doblarlo se dio cuenta de que se había quedado con el bolígrafo de Rose, decidió que por primera vez la iba a buscar antes de que la rubia la encontrara para entregárselo. Sintió que ya era momento de tratar mejor a la chica.


¿Cuál es tu nombre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora