2.13

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Ella se removió en las sabanas y renegó sobre la luz del sol en sueños. Sus manos estaban atrapadas en un abrazo que la envolvía por completo y sintió una suave respiración en el cuello.

"Tim..." susurró, tratando de zafarse de los fuertes brazos del hombre a su lado "despierta Tim."

Timothy se quejó y permitió que Ella se girara para verlo, sintió un roce de labios en los suyos y abrió los ojos mientras sonreía.

"Buenos días." Ella no le sonrió, solo le miró fijo.

Le regaló una mirada fría, una de esas que atraviesan. Tim sintió como se le borraba la sonrisa de la cara. Jamás le habían mirado así, pero había muchas cosas que Ella hacía y nadie nunca había hecho antes.

"¿Te quedaste toda la noche?" le preguntó Ella. Tim no reconocería la voz si no fuera porque su rostro esta frente a él, no era cálida ni alegre, como siempre era, esta vez era gélida, neutral, sin ninguna emoción.

"No quise dejarte sola, te sentí muy mal." Ella dejó de mirarle y le dio la espalda para levantarse de la cama.

Se dio cuenta de que traía puesta la misma ropa del día anterior y que habían dormido en la cama de Emma. La chaqueta de Tim estaba en el suelo junto con las páginas de la carta de su mejor amiga, la silla con la bandeja de su cena estaba en el mismo lugar.

"Creo que debes irte." Le dijo a Tim, quien se había sentado en el acolchado y le seguía con la mirada mientras recogía las hojas de la carta y las colocaba en uno de los cajones de su tocador. Ella sintió la mirada de Tim en su espalda y se giró para verlo, pero los ojos penetrantes de Tim la atravesaron como si fuera humo, neblina nocturna que a todos molesta y bajó la mirada. Titubeó un momento y se giró, dándole la espalda para mirarse en el espejo.

Tim se levantó, le tomó la mano y se acercó a su cuello.

"¿Quieres que me vaya?" le susurró al oído. Ella se estremeció.

Una suave corriente eléctrica recorrió su espalda y se detuvo justo en ese punto de su cuerpo que no se imaginaba que podía llegar a tener vida.

Dudó.

Cerró los ojos y sintió la pesada respiración de Tim descansando en su cuello, aire caliente que al tocar su piel le erizaba el vello de la nuca.

"Creo que..." de pronto sintió la boca seca y la garganta cerrada. "es lo más lógico..." un escalofrío le recorrió de nuevo la espina dorsal y paró en un punto exacto entre sus piernas, para volver a emprender camino hasta la punta de sus pies. "que..." Tim la tomó de la cintura y acarició con sus pulgares la piel sobre su playera, le regaló un roce suave y casi invisible de sus labios contra su cuello.

Ella se rindió.

Y se dio media vuelta. Tomó con las dos manos el rostro de Tim y le besó.

Le besó como creyó que nunca había besado; con ansia, sin cuidado, hambrienta de sus labios, sedienta de sus besos, ansiando el placer que la dulce carne de su boca le regalaba, reclamando por algo de atención, moviéndose sin saber a dónde, saboreando como pudo un poco de su esencia.

Tim la acercó a si mismo por la cintura y Ella le mordió el labio inferior, parando el beso de repente.

"¿Qué me estás haciendo?" susurró Ella sin separase de su boca, uniendo su frente a la de Tim, con los ojos cerrados, acariciándole el cuello con las manos.

"Que buena pregunta." Le contestó Tim levantándola en el aire y caminando hacia la cama con las piernas de Ella enredadas en su cintura.


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