El internado (Sebastian Villalobos)

Capitulo 47

Nos despedimos todos y nos dirigimos a nuestras habitaciones. Me duche, puse mi pijama y me acosté pensando en que haríamos mañana, habíamos dejado a un lado el tema de Jade y así me quede dormida.

Desperté por las manos de mi queridisima hermana meciéndome como si se fuera a acabar él mundo, me levante asustada y la empuje de encima de mi haciéndola caer al piso, se quejo pero no le preste atención. Fui al baño, hice mis necesidades y volví a la habitación a ponerme él uniforme.

(...)

Estábamos desayunando todos juntos, riéndonos de cualquier estupidez que se nos ocurría, algo normal en nosotros.

-Cambiando de tema, ¿ya pensaron que hacer para llamar la atención?—dijo Arango parando de reír.

Los 6 nos miramos respondiendo que ninguno había pensado en nada, pero como lo haríamos sin que nos castiguen.

-No lo han pensado.—dijo Juan entendiendo nuestras miradas.

-Pero, y si nos castigan?—dijo Mario.

-Eso depende de como lo hagan.—dijo Arango.

-No sean malos, nosotros los queremos, pasen esta, ¿si?—dijo Ana haciendo su mejor puchero, Juan y Arango se miraron y sonrieron.

-¡NO!—dijeron al unisono y luego rieron.

-Y ¿cuanto tiempo tenemos?—pregunto Sebastian.

-Esta semana.—dijo Juan.

-Pero tiene que ser algo bueno, una semana es mucho tiempo.—rió Arango. Los seis lo miramos y rodamos los ojos.—bueno me callo.—dijo conteniendo la risa pero le fue imposible y nos contagio también de ella.

Terminamos de desayunar y nos dirigimos al salón de clases, nos tocaba español y me tocaba junto a Sebastian, un momento ¡EL PROYECTO!. Mierda, lo olvidamos solo tenemos una semana para tenerlo listo y tenemos solo la mitad de la teoría, mierda.

Sebastian me miro algo preocupado, al parecer estaba pensando en lo mismo que yo.

-¿Que haremos?—pregunto preocupado, efectivamente estaba pensando en lo mismo.

-No lo se.—dije

-¿El proyecto es parte de nuestra nota final?—pregunto.

-Si, ¿no te acuerdas?.

-Ese día estaba distraído viéndote que no pude prestar atención.—me ruborice y el se acerco a mi, pero lo empuje.

-No es momento Sebastian. —dije sería.—diremos que casi terminamos y lo haremos esta semana.—dije firme.

-Como ordene mi capitán.—puso mano en su cabeza como lo hacen los militares.

-Callate.—dije conteniendo la risa, pero él se dio cuenta.

-No te contengas nena, dejalo salir.—dijo coqueto, reí. La palabra "nena" por alguna extraña razón se me hace muy graciosa y mas en él tono que lo dijo. Sonrió y beso mi frente.

Llego él profesor saludando con el típico "Buenos días alumnos" y todos contestamos "Buenos días" al unisono.

-Villalobos y Candamil, pueden venir un momento por favor.—pidió él profesor.

Nos paramos de nuestros asientos y nos dirigimos al escritorio del profesor.

-Quería preguntarles, ¿como van con él proyecto?.—pregunto con una sonrisa, rara.

-Muy bien profesor, nos falta cuadrar unos detalles y se lo tendremos listo para él día de la feria de literatura.—dijo Sebastian muy relajado antes de dejarme contestar a mi, él sabia que me ponía nerviosa al decir mentiras.