Capitulo 8

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Fuimos hasta la habitacion de Sebastian y Mario.

-Bueno, fuera ropa—Dice Mario extendiendo las manos para que le entregaramos nuestras prendas.

-No!, delante de todos ustedes no me quitare nada y mucho menos te entregare mi ropa—dije furiosa

-Que amargada, entonces entren y me alcanzan sus prendas así estaremos seguros que si cumplieron—dijo Mario

-Uggh!—dije quejandome y entrando a la habitacion.

~NARRA SEBASTIAN~

Entramos a la habitacion, Sofia se quito su ropa, ¡Dios, que sexy!, su cuerpo parece de diosa quede boquiabierto.

-No te la piensas quitar—dijo Sofia sacandome de mis pensamientos mientras se tapaba con su ropa.

Me quite la camisa y Sofia me miro con una expresion que me causo gracia. Veía mi abdomen de la misma manera que yo miraba su cuerpo, se dio cuenta que yo la estaba mirando y volteo, termine de quitarme la ropa y se la alcanzamos a Mario.

-Bueno, en una hora volvemos. Cuidado los descubren, Sofia no grites tan fuerte—solto la carcajada Mario y los demás, y se fueron.

~NARRA SOFIA~

Tan pronto se fueron Mario y los demas me acorde que no podiamos ingresar a las habitaciones de los hombres.

-Mierda, no me acordaba—dije y Sebastian me miro confundido—no puedo dejar que me vean aqui.

-Eso no ocurrira—dijo Sebastian

-Tu que sabes, si viene alguien y me ve aqui me pueden expulsar—dije pensativa, no quería darles otra desilusión a mis padres.

-Tranquilizate, no es para tanto además las rondas las hacen en las noches—dijo Sebastian tranquilizándome.

-Bueno esta bien, pero donde me lleguen a ver aqui te cuelgo de las..... que ya sabemos—dije mirandolo desafiante.

-Aush—dijo riendo y tocando su miembro.

Me senté en un sillón que había a un lado de la puerta y subí doblando una pierna a el sillón, Sebastian me miro y su miembro se veía algo abultado me acorde que estaba en ropa interior y la baje, me puse un poco roja. Luego escucho que alguien camina afuera de la habitación y toca la puerta.

-Joven Villalobos ¿se encuentra aquí?—dijeron afuera y esa voz se me hacia familiar. Claro era el hombre que nos recogió en el aeropuerto.

-Si señor Nicols—dijo Sebastian.

-Podria abrir la puerta—dijo aquel hombre.

-Un momento—dice Sebastian mientras me mira algo nervioso—Escondete bajo la cama—susurro.

Le hice caso y me meti debajo la cama mientras lo hacia Sebastian me miraba el trasero y su amiguito crecia,se envolvio la cintura con una toalla—Aush—dije algo fuerte, me habia golpeado con la cama en la cabeza y Sebastian aguanto la risa.

-Buenas tardes joven, me pareció escuchar la voz de una chica en esta habitacion—dijo aquel hombre.

-No señor aquí solo estoy yo iba a tomar una ducha—dijo con voz tranquila.

-Voy a revisar para confirmar que esta diciendo la verdad—dijo el hombre y pude ver sus pies subiendo al baño, luego bajo. Vi como se acercaba a la cama, solo pense en *Matare a Sebastian y a Mario*

-Sr.Nicols podria venir—dijo alguien,creo que era la voz de Mario.

-Joven Villalobos, hasta luego— dice el Sr. Nicols retirandose

-Ya puedes salir—dijo Sebastian cerrando la puerta.

Me deslice por el piso y subi la cabeza y de nuevo me pegue con la maldita cama pero esta vez mas fuerte—Auchh!—dije sobandome y Sebastian rio, apoye las manos y rodillas en el piso para levantarme pude ver a Sebastian mirandome algo bobo y pense en jugar un rato con el. Cambie de posición y me senté en el piso.

-Podrias ayudarme a levantar—dije algo coqueta. El se acerco a mi me tomo de las manos y me jalo hacia el, me tomo de la cintura y quedamos muy cerca.

-Tienes unos lindos ojos—dijo mirandome a los ojos, no se porque me sonroje y voltee la mirada—Y unos provicativos labios—dijo mirando mis labios y acercando los suyos.

Nos besamos muy despacio, pude sentir como su miembro crecía en mi muslo, el beso se iba tornando cada vez mas intenso el subía y baja su mano por mi espalda mientras yo jugaba con mis dedos en su cabello, no puedo negar que yo me estaba excitando pero estaba consiente. Subi mi pierna tocando su amiguito y moviendola hacia adelante y hacia atras para aumentar su excitación y el gimió, algo que me excito. Su amiguito cada vez crecia, solo quería excitarlo un poco mas, mire el reloj que quedaba frente a mi y faltaban 2 minutos para que se acabará la hora del reto y los aprovecharía.....

 

El internado (Sebastian Villalobos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora