Capitulo 60

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-¿Crees que ya hayan terminado?.-pregunto.

-No lo se. Han pasado 3 horas pero es obvio que no va a ser un examen corto. Son dos meses los que están recuperando.-dice Juana con un toque de angustia.

-¿Deberíamos ir a verlos?.

Lo piensa, pero accede.

Salimos de la habitación y recorremos el campus hasta llegar a los dormitorios de hombres. Buscamos la habitación de Sebastian y Mario pero cuando llegamos no están. Suponemos que deben seguir en el dichoso examen y vamos a la cafetería por algo para comer.

Pedimos nuestra comida y hablamos mientras esperamos. Cuando los veo, allí, justo al frente de la entrada a la cafetería. Pero en lugar de alegrarme de haberlo encontrado, me sorprendo y me... ¿decepciono?.

-Que tanto ve...-Juana se queda a media frase cuando sigue mi vista y ve lo que estoy viendo.

Jade se da cuenta de que los estamos observando y coge la cara de Sebastian entre sus manos y le planta un beso. Al principio él no se mueve pero Despues, lo sigue.

Le sigue el beso y a mi, a mi me destroza.

Mario se da cuenta de nuestra presencia a la distancia y da un codazo en el brazo de Sebastian.

Cuando este voltea yo ya he salido corriendo. Siento quemar las lágrimas en mis mejillas, limpio con mi antebrazo las lágrimas derramadas y sigo de prisa.

No se porque lo hago, solo corro hasta llagar a mi habitación. Siento que alguien me sigue pero no volteo a ver de quien se trata.

Cuando ya he llegado a la habitación, tiro la puerta detrás de mi pero esta no se cierra. Me vuelvo para cerrarla y veo porque no lo ha hecho.

-Sal.-digo en voz baja y señalándole la puerta.

-No.-dice en un tono neutral.

-¡Que te largues!-alzo la voz.

-No hasta que me escuches.-Sigue con ese tono.

-No quiero escucharte Sebastian, solo dejame sola.-vuelvo al tono bajo.

El se vuelve pero solo para cerrar la puerta.

-No me importa si quieres o no escucharme. Lo harás quieras o no.-Dice acercándose amenazante a mi. Retrocedo.

-No eres nadie para decirme que hacer. ¡Largate de una puta vez!.-Él me agarra las manos. Intento zafarme pero él es mucho mas fuerte.-¡Sueltame!.

-Calmete y accede a escucharme, y te suelto.-dice.

-No quiero escucharte. Ya lo he dicho. ¡Largate con esa zorra!-se me escapa la frase antes de poderla atrapar.

-¿Estas enojada por el beso?. ¡Ella fue quien me lo dio!.-alza la voz.

-¡Tu lo seguiste y no me grites!.

-¡La seguí porque te besaste con Joseph!-Grita y me suelta del agarre.

-¿Que?-mi voz suena más sorprendida de lo que pretendo.

-Jade me lo contó, me ha mostrado esto.-dice tirandome un sobre.

Abro el sobre y están fotos de Joseph y yo besándonos.

-¿Te quedaste sin habla?.-pregunta con un amargura.

-¿Tu le has creído esto Jade?.

-¡¿Acaso no vez las fotos?! ¡¿Estas ciega?!.

Su voz, su tono, su mirada. Todo de él en este momento me están hiriendo.

-Sal de aquí.-digo en tono bajo.-Se que lo que te diga no lo vas a creer. Vete.

Me sorprendo como suena mi voz calmada pero evidentemente dolida.

-Entonces es real.-rie sin gracia.-No se porque te digo esto. Al fin y al cabo no somos nada.

Eso me acaba de romper en mil pedazos.

-¡Él me beso!.-grito.-¡Pero al contrario de ti, no se lo devolví! ¡Le pegue una cachetada!. Esto es obra de Jade y tu le has dado el gusto de ganar.-Tomo aire.-Y tienes razón. No somos nada, ¡vete de una maldita vez!.

-Si claro.-rie-No se ni porque te he dicho esa mentira de que te quiero. Solo hechas buenos polvos, solo te quiero para follar. Dime, ¿también te metiste a la cama de él a la primera?.

Lo miro a los ojos y lagrimas que no logro reprimir caen por mis mejillas. Me siento tan vulnerable que temo hablar por que se que me hecharé a sollozar.

Él se queda estático analizando sus palabras.
En un momento donde logro recuperar mi movilidad, me acerco y giro él pomo de la puerta detrás de él y lo empujo para que salga. Solo logro sacarlo hasta la mitad ya que se resiste.

-Sofia...yo...-empieza a decir.

-¡Largate!.-lo interrumpo y empujo su cuerpo con todas mis fuerzas hasta sacarlo. Cierro rápidamente la puerta con seguro.

-¡Sofia abre!-grita.

No respondo.

-¡Por favor abre!.-golpea con intensidad la puerta.

Me derrumbo en mi cama.

-¡Lo siento. Por favor perdoname!.

Y finalmente rompo en llanto.

Él sigue insistiendo pero al cabo de unos minutos escucho voces en el pasillo y logro reconocer la voz de Mario y la de Juana.

-¡No me iré hasta que Sofia abra la puerta!-grita Sebastian.

Unos minutos mas tarde los gritos y voces de afuera se calman y veo la puerta abrirse.

-¡Que te lar...!-me callo cuando veo a Juana.

Ella se acerca rápidamente a mi después de cerrar la puerta y me abraza.

-Llora nena, lo necesitas.-dice bajando y subiendo su mano en mi espalda con suavidad.

Mis sollozos se hacen mas fuertes.

-Me ha tratado de... de puta.-digo entre sollozos.

-No lo eres, solo lo dijo porque estaba dolido y él lo sabe.-dice con cariño.

Despues de mas o menos una hora Juana sale de la habitación para traerme un poco de agua.

Ana entra a la habitación y solo en ese momento pienso en que no lo había notado. Me mira y corre angustiada hacia mi.

-¿Que te ha pasado?.-dice con preocupación.-Quiero la verdad.

Dudo entre si debo contarle o inventarle algo para que no lo sepa. Al fin acabo contándole. Juana entra en medio la conversación y se sienta a mi lado.

Después de que termino de contarle todo a Ana. Juana y yo tratamos de parar a Ana para que no fuera a «cortarle las bolas a Sebastian» como ella dijo. Al final acabamos convenciéndola de no ir.

Hablamos durante media hora mas y nos acostamos a dormir.


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Espero les guste y no olviden dejar su voto.

AGUACATEEEE!❤

El internado (Sebastian Villalobos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora