-¿Crees que ya hayan terminado?.-pregunto.
-No lo se. Han pasado 3 horas pero es obvio que no va a ser un examen corto. Son dos meses los que están recuperando.-dice Juana con un toque de angustia.
-¿Deberíamos ir a verlos?.
Lo piensa, pero accede.
Salimos de la habitación y recorremos el campus hasta llegar a los dormitorios de hombres. Buscamos la habitación de Sebastian y Mario pero cuando llegamos no están. Suponemos que deben seguir en el dichoso examen y vamos a la cafetería por algo para comer.
Pedimos nuestra comida y hablamos mientras esperamos. Cuando los veo, allí, justo al frente de la entrada a la cafetería. Pero en lugar de alegrarme de haberlo encontrado, me sorprendo y me... ¿decepciono?.
-Que tanto ve...-Juana se queda a media frase cuando sigue mi vista y ve lo que estoy viendo.
Jade se da cuenta de que los estamos observando y coge la cara de Sebastian entre sus manos y le planta un beso. Al principio él no se mueve pero Despues, lo sigue.
Le sigue el beso y a mi, a mi me destroza.
Mario se da cuenta de nuestra presencia a la distancia y da un codazo en el brazo de Sebastian.
Cuando este voltea yo ya he salido corriendo. Siento quemar las lágrimas en mis mejillas, limpio con mi antebrazo las lágrimas derramadas y sigo de prisa.
No se porque lo hago, solo corro hasta llagar a mi habitación. Siento que alguien me sigue pero no volteo a ver de quien se trata.
Cuando ya he llegado a la habitación, tiro la puerta detrás de mi pero esta no se cierra. Me vuelvo para cerrarla y veo porque no lo ha hecho.
-Sal.-digo en voz baja y señalándole la puerta.
-No.-dice en un tono neutral.
-¡Que te largues!-alzo la voz.
-No hasta que me escuches.-Sigue con ese tono.
-No quiero escucharte Sebastian, solo dejame sola.-vuelvo al tono bajo.
El se vuelve pero solo para cerrar la puerta.
-No me importa si quieres o no escucharme. Lo harás quieras o no.-Dice acercándose amenazante a mi. Retrocedo.
-No eres nadie para decirme que hacer. ¡Largate de una puta vez!.-Él me agarra las manos. Intento zafarme pero él es mucho mas fuerte.-¡Sueltame!.
-Calmete y accede a escucharme, y te suelto.-dice.
-No quiero escucharte. Ya lo he dicho. ¡Largate con esa zorra!-se me escapa la frase antes de poderla atrapar.
-¿Estas enojada por el beso?. ¡Ella fue quien me lo dio!.-alza la voz.
-¡Tu lo seguiste y no me grites!.
-¡La seguí porque te besaste con Joseph!-Grita y me suelta del agarre.
-¿Que?-mi voz suena más sorprendida de lo que pretendo.
-Jade me lo contó, me ha mostrado esto.-dice tirandome un sobre.
Abro el sobre y están fotos de Joseph y yo besándonos.
-¿Te quedaste sin habla?.-pregunta con un amargura.
-¿Tu le has creído esto Jade?.
-¡¿Acaso no vez las fotos?! ¡¿Estas ciega?!.
Su voz, su tono, su mirada. Todo de él en este momento me están hiriendo.
-Sal de aquí.-digo en tono bajo.-Se que lo que te diga no lo vas a creer. Vete.
Me sorprendo como suena mi voz calmada pero evidentemente dolida.
-Entonces es real.-rie sin gracia.-No se porque te digo esto. Al fin y al cabo no somos nada.
Eso me acaba de romper en mil pedazos.
-¡Él me beso!.-grito.-¡Pero al contrario de ti, no se lo devolví! ¡Le pegue una cachetada!. Esto es obra de Jade y tu le has dado el gusto de ganar.-Tomo aire.-Y tienes razón. No somos nada, ¡vete de una maldita vez!.
-Si claro.-rie-No se ni porque te he dicho esa mentira de que te quiero. Solo hechas buenos polvos, solo te quiero para follar. Dime, ¿también te metiste a la cama de él a la primera?.
Lo miro a los ojos y lagrimas que no logro reprimir caen por mis mejillas. Me siento tan vulnerable que temo hablar por que se que me hecharé a sollozar.
Él se queda estático analizando sus palabras.
En un momento donde logro recuperar mi movilidad, me acerco y giro él pomo de la puerta detrás de él y lo empujo para que salga. Solo logro sacarlo hasta la mitad ya que se resiste.-Sofia...yo...-empieza a decir.
-¡Largate!.-lo interrumpo y empujo su cuerpo con todas mis fuerzas hasta sacarlo. Cierro rápidamente la puerta con seguro.
-¡Sofia abre!-grita.
No respondo.
-¡Por favor abre!.-golpea con intensidad la puerta.
Me derrumbo en mi cama.
-¡Lo siento. Por favor perdoname!.
Y finalmente rompo en llanto.
Él sigue insistiendo pero al cabo de unos minutos escucho voces en el pasillo y logro reconocer la voz de Mario y la de Juana.
-¡No me iré hasta que Sofia abra la puerta!-grita Sebastian.
Unos minutos mas tarde los gritos y voces de afuera se calman y veo la puerta abrirse.
-¡Que te lar...!-me callo cuando veo a Juana.
Ella se acerca rápidamente a mi después de cerrar la puerta y me abraza.
-Llora nena, lo necesitas.-dice bajando y subiendo su mano en mi espalda con suavidad.
Mis sollozos se hacen mas fuertes.
-Me ha tratado de... de puta.-digo entre sollozos.
-No lo eres, solo lo dijo porque estaba dolido y él lo sabe.-dice con cariño.
Despues de mas o menos una hora Juana sale de la habitación para traerme un poco de agua.
Ana entra a la habitación y solo en ese momento pienso en que no lo había notado. Me mira y corre angustiada hacia mi.
-¿Que te ha pasado?.-dice con preocupación.-Quiero la verdad.
Dudo entre si debo contarle o inventarle algo para que no lo sepa. Al fin acabo contándole. Juana entra en medio la conversación y se sienta a mi lado.
Después de que termino de contarle todo a Ana. Juana y yo tratamos de parar a Ana para que no fuera a «cortarle las bolas a Sebastian» como ella dijo. Al final acabamos convenciéndola de no ir.
Hablamos durante media hora mas y nos acostamos a dormir.
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Espero les guste y no olviden dejar su voto.
AGUACATEEEE!❤
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El internado (Sebastian Villalobos)
FanfictionHola mi nombre es Sofia Candamil, tengo 16 años soy de Colombia, vivo con mis padres y mis dos hermanas (Daniela y Ana). Ana es mi melliza no nos parecemos físicamente pero si en la forma de ser. En mi escuela soy una de las mejores académicamente...