Capitulo 49

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-¿Ah si?—me soltó.—Pues ve con el.—volteo para irse pero lo tome del brazo y se lo impedí.

-¿Celoso?—Sonreí burlonamente.

-No, para nada—dijo seco y yo reí, el me miraba furioso.—¿De que te ríes?

-De ti.—lo apegue más a mi, el trato de zafarse y por obvias razones lo logro, pero me lastimó mientras lo hacia, así que me parte de el.—Creo que ese gay no me lastimaría como lo acabas de hacer.—dije dolida mirando mi brazo para después voltear dándole la espalda e irme.

Sentí unos grandes y cálidos brazos tomarme por la cintura atrayéndome a su torso, su respiración estaba cerca a mi cuello haciéndome erizar.

-Disculpame.—susurro en mi oído, después mordió mi lóbulo. Me giro haciéndome ver sus ojos color miel.—No quise lastimarte, solo que no me gusta que otros te miren. —Sonreí al escuchar esas palabras

-Pero el es gay.—dije manteniendo mi tono serio aun.

-No lo sabia.—dijo agachando su cabeza.

-Si estabas celoso, ¡Celoso!—dije sonriendo y alzando la voz en lo ultimo.

-No.—Dijo no muy convincente.

-Lo estabas aceptalo.—dije victoriosa.

-Esta bien, si.—dijo cabizbajo.

-¿Porque?, Tu y yo no somos nada.—salio de mi sin pensarlo y por la cara que puso, supe que fue un error haberlo dicho. Se separo de mi.

-Tienes razón Sofia, disculpa no volverá a ocurrir.—Trate de tomarlo de la mano para ir a donde los demás así, pero me rechazo.—Recuerda, no somos nada.—susurro.

Iba a responder pero Mario nos interrumpió.

-Lo siento por interrumpir par de tortolitos.—dijo alzando sus cejas pervertidamente.—debemos irnos, los taxis nos están esperando.

Asentimos y caminamos sin decir una palabra hasta donde estaban los demás esperándonos. Nos montamos en el taxi y todo fue silencio hasta llegar al edificio donde nos hospedaríamos por esta semana.

Íbamos subiendo por el ascensor, todoss iban riéndose excepto Sebastián y yo que permanecíamos en total silencio. Entramos al apartamento y era muy hermoso tenia una hermosa vista al mar.

-Esta es la vida que me merezco.—Dijo Mario tirándose a un sofá en forma de "L" que estaba en la sala, reímos por su comentario.

-Oigan, solo hay 3 habitaciones.—escuche decir a Ana, saliendo por un pasillo.

—¿Como nos vamos a dividir?—pregunto Juana.

-Ana, Juana y yo en una y las otras 2 se la dividen entre ustedes, ¿Les parece?—dije sin interés.

-Perfecto.—Dijo Sebastián, todos nos miraron de forma extraña por el comentario de Sebastián.

-Bueno eh...—dijo Juan tratando de romper este momento incomodo.—¿Que haremos en la noche?.

-Vamos a un antro.—propuso Paisa.

-Estoy de acuerdo.—apoyo Juana.

-Yo prefiero que nos quedemos a ver una película.—Dijo Arango.

-Te apoyo.—Dijo Ana.

Después de una discusión entre ellos en la que Sebastián y yo no opinamos nada, decidieron que iremos a un antro. Ya era las 1:30 pm, nos acomodamos en nuestras habitaciones y pedimos comida a servicio de habitación.
Dormí hasta las 6:30, Juana me despertó.

Me metí en la ducha no tarde mas de 15 minutos y ya estaba bañada, me puse un vestido pegado al  cuerpo negro, tacones del mismo color, deje mi cabello suelto y me maquille algo natural.

-Sebastián y tu están peleados?—pregunto Ana.

-No.—mentí.

-No me mientas Sofia que te conozco muy bien.—me apunto con su dedo.

-Esta bien, si.—pause.—Pero no es nada.

Escuchamos que tocaron la puerta y Ana susurro un "después nos cuentas" y se dirigió a abrir.

-¿Ya están listas chicas?—pregunto Juan.

-Ya.—dijimos al unísono.

-Vamos hermosas.—Dijo coqueto, el es muy guapo.

Salimos a la sala donde se encontraban los chicos ya listos esperándonos. Sebastian estaba sentado en un sofá, vestido con una camisa de mangas blanca pero tenia las mangas enrolladas hasta los codos, pantalones negros ajustados y su cabello despeinado. Me vio y me detallo con la vista por alguna extraña razón, me sentí bien que lo hiciera.

Salimos del apartamento y tomamos dos taxis y les pedimos que nos llevaran al mejor antro que hubiera aquí ya que no conocíamos bien. Juana, Mario, Arango y Juan se fueron en uno; Ana, Paisa , Sebastián y yo nos fuimos en otro, el recorrido fue silencioso, aveces intercambiábamos miradas por el espejo del taxi con Sebastián ya que el iba adelante.

Tardamos unos 20 minutos y llegamos, era grande y con muy buena fachada, nos pidieron identificaciones pero todos somos menores de edad, excepto Mario,Juan y Paisa ellos se encargaron de hablar con los guardias y nos dejaron entrar.

Adentro era mucho mejor que afuera, habían muchas luces una gran barra y mucha gente.

-¿Vamos por algo de tomar?—dijo Mario gritando ya que la musica estaba muy fuerte.

Asentimos, nos dirigimos a la barra y pedimos cada uno. Todos se fueron a bailar solo quedamos Sebastián y yo, mientras estábamos allí tomando unas chicas se le acercaron y empezaron ha hablarle coquetamente, moría de ira al ver esto.

-Hola linda.—no me había dado de cuenta y habían 2 chicos muy guapos frente a mi.

-Hola.—dije con indiferencia.

-Te vimos sola y venimos a invitarte a nuestra mesa con  unos amigos.—vi hacia donde ellos me señalaron y habían otros 3 chicos con sus cuerpos bien trabajados no alcanzaba a ver bien la cara de ellos.

Iba a responder que no pero al ver a Sebastián irse con esas p... Chicas respondí que si. Llegamos a la mesa y no podía creer quien estaba allí sentado, el al igual se sorprendió, era el idiota de Miguel mi ex novio.

Salí corriendo de allí hacia al baño, estaba fría, temblando y creo que pálida también. Me encerré en un cubículo y me quede allí pensando.

-Sofia.—escuche la voz de Miguel y mi cuerpo temblaba aun más.




¡Hola mis lectoras!
Nuevo capitulo, esta vez a tiempo hahaha ¡Yeiiiii!

¡Espero les guste y no olviden dejar su voto!

AGUACATEEEE!❤

El internado (Sebastian Villalobos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora